Antes de 2017, las dietéticas se enfocaban principalmente en productos de nicho, dejando de lado la experiencia de compra. No existía un concepto de tienda integral donde el cliente pudiera recorrer góndolas y elegir libremente los productos. Conscientes de las nuevas demandas del consumidor moderno, Mariano Díaz, Gastón Juri y Andrés Rexach fundaron Eneldo, un modelo de autoservicio con amplio surtido de productos sustentables.
"Cuando comenzamos, el negocio era asistido por el vendedor, el cliente no podía hacer un recorrido ni tenía muchas opciones de productos para elegir. El lado estético y el del consumidor no estaban bien pensados", recuerda Rexach. "Era un despacho, no un modelo de autoservicio como se lo conoce hoy... y nosotros fuimos pioneros en ese cambio", agrega Juri.
Hoy, Eneldo cuenta con nueve locales propios, 27 franquicias abiertas y 8 más buscando locación. Estos socios esperan cerrar el año con 50 sucursales, habiendo facturado hasta el momento $4 .700 millones. Las expectativas para el cierre de 2024 superan los $ 8.000 millones, y proyectan que en 2025, si la inflación se mantiene estable, podrían llegar a los $ 16.000 millones.
Con el lema "good food es good mood", la marca ofrece una oferta amplia: alimentos naturales, sin gluten, sin azúcar y productos sustentables innovadores y aptos para celíacos. Se suma la cosmética natural, una gran decisión que marcó un diferencial entre los competidores.
El fuerte de la marca es el negocio físico. Parte de la experiencia de compra es que el cliente recorra, vea los productos, entienda el surtido y busque las novedades del mercado. "Tratamos de buscar lo que es tendencia y lo que el consumidor de nuestro rubro desea y tratamos de ser -en la medida de lo posible- los primeros", subrayan los fundadores.
El monto mínimo de compra es accesible. El consumidor puede adquirir productos desde una simple barrita que cuesta alrededor de $ 800. Sin embargo, han registrado tickets superiores a los $ 300.000, debido a que hay clientes que eligen realizar todas sus compras en este tipo de locales especializados.
Anécdotas, pruebas y errores
Como toda pyme en Argentina, se enfrentaron a situaciones de todo tipo. Recuerdan noches enteras en el local durante los cortes de luz, turnándose para cargar nafta y mantener el generar en marcha para conservar la mercadería; pasaban días y noches sin descanso. Otra vez, en plena pandemia, los llamaron a las 12 de la noche para avisarles que hubo un tiroteo en la zona y que la marquesina estaba rota. "Al llegar, nos encontramos con los vidrios del local destrozados y una persona muerta en la calle. Tuvimos que quedarnos ahí toda la noche, junto a la policía, hasta que llegaron los médicos forenses", cuenta Rexach.
No obstante, la crisis sanitaria impulsó la expansión de la marca. "Cuando empezó el tema, la gente entraba al local con esas máscaras tipo astronauta y guantes de cocina para comprar. Al momento de pagar, quería hacerlo con los guantes y no podía". "Mientras tanto, nosotros abrimos 14 sucursales porque se liberaban locales que normalmente no estaban disponibles", sostiene Juri.
Otra de las anécdotas más recordadas ocurrió durante el montaje de uno de sus primeros locales. "Una noche de sábado, cerca de las 21, una estantería llena de mercaderías se nos vino encima. Gastón y yo intentamos sostenerla, pero fue imposible, y todo el depósito quedó desparramado. La habíamos armado mal, pero, por suerte, ninguna salió lastimado", cuentan.
Desde el minuto uno, los socios se propusieron armar un negocio diferente al modelo tradicional y llevarlo a escala, siempre pensado para franquiciarlo en el futuro.
Eneldo trabaja en conjunto con la consultora "Canudas, especialistas en franquicias". La inversión inicial para abrir una franquicia de Eneldo oscila entre US$ 45.000 y US$ 55.000, y los franquiciados recuperan su inversión en un plazo de 18 a 24 meses.
"Nuestra idea es llegar a todo el país y seguir creciendo de manera orgánica y ordenada. Hoy son 50 locales, ojalá que mañana sean más", concluyen.