Foxconn Technology Group, la principal ensambladora de los iPhone de Apple, planea repartir su capacidad productiva entre China y otros países. Según los analistas, así podrá evitar que le cobren aranceles por la guerra comercial entre China y EE.UU. y mantener precios competitivos para sus clientes.
En una conferencia con inversores realizada el miércoles, el presidente de Foxconn, Young Liu, afirmó que la ensambladora sumaría capacidad fabril fuera de China y mencionó como posibles ubicaciones India, el Sudeste Asiático y América, según Bloomberg.
Un portavoz de Foxconn contactado el jueves describió el cambio como una repartición geográfica de la capacidad pero afirmó que la empresa no proyectó qué proporción de las fábricas se quedará en China. Actualmente, el 30% de la capacidad de Foxconn se encuentra fuera de China, en comparación con 25% en junio de 2019.
Los comunicados anteriores de la empresa buscaban expresar la opinión de nuestra administración respecto a los recientes acontecimientos macroeconómicos que afectaron a nuestra empresa y la industria global de productos electrónicos de consumo, afirmó Foxconn.
Guerra comercial
Las empresas de tecnología quedaron en el medio de las crecientes tensiones por la guerra comercial entre EE.UU. y China, conflicto que está trastornando las cadenas de suministro y poniendo en peligro el acceso de esas empresas a mercados de gran tamaño.
Foxconn, una ensambladora de Taiwán también conocida como Hon Hai Precision Industry, empezó a debatir la viabilidad de una reubicación en 2018 o comienzos de 2019, afirma Brady Wang, analista de Counterpoint Research en Taipéi. Según Wang, casi todos los contratistas taiwaneses que fabrican productos electrónicos planean evitar que EE.UU. les cobre aranceles abriendo fábricas o aumentando su capacidad productiva fuera de China, en particular en India y Vietnam.
Según varios medios, Foxconn planea invertir US$ 1.000 millones para expandir una fábrica en el sur de India. La empresa también pretende abrir una fábrica de pantallas de US$ 10.000 millones en el estado estadounidense de Wisconsin.
Foxconn, que hoy está presente en 16 países, ya sacó de China la mayor parte de su división de ensamblaje de servidores y equipos de red en 2018. Otros clientes importantes de la empresa son Dell, HP, Google y Tesla.
De acuerdo con Wang, al repartir la capacidad entre China y otros países podrían elevarse los costos de Foxconn, pero terminarían aumentando sus ingresos. Esto también le permitiría definir mejor de dónde obtener piezas, insumos y producción para las diversas unidades de Foxconn, sostiene Tracy Tsai, vicepresidenta de investigación de Gartner en Taipéi.
Cifras positivas
Esta semana, Foxconn publicó resultados superiores a lo esperado para el segundo trimestre. La empresa con sede en Taipéi registró una ganancia neta de unos 22.900 millones de nuevos dólares taiwaneses (US$ 778 millones), un salto del 34% respecto al mismo período del año pasado. Los ingresos ascendieron a $ 1,13 billones de NDT. Sin embargo, Young advirtió que el próximo trimestre las ventas van a caer porque Apple postergó el lanzamiento del iPhone.
Terry Gou, el hombre más rico de Taiwán, fundó Foxconn hace 45 años y la administró prácticamente por su cuenta hasta el año pasado, cuando dejó su cargo para presentarse como precandidato a las elecciones presidenciales de Taiwán, sin éxito. Foxconn creció durante décadas hasta convertirse en la principal contratista de Apple y de otras marcas globales de TI.
Autor: Ralph Jennings