Las empresas tecnológicas miran cada vez más a las provincias para aprovechar el talento local. Por qué en el interior está la clave del desarrollo de la economía del conocimiento.
Los viernes de ropa casual y el día de home office semanal dejaron de ser suficientes en la industria IT, la dueña de una de las tasas de rotación más altas de todo el mercado laboral. Según la Cámara de la Industria Argentina del Software, año tras año más de 5.000 puestos quedan vacantes en el sector por falta de personal calificado y, en promedio, las consultoras estiman que un desarrollador permanece entre 8 meses y un año en una empresa. Con una especie de radar siempre encendido a nuevas ofertas de trabajo, las relaciones entre las empresas y el talento tecnológico se vuelven lábiles y dificultan el armado de equipos a mediano y largo plazo. El omnipresente “¿quién da más?” resetea el trabajo de los departamentos de Recursos Humanos y los obliga a ponerse más creativos. Moverse por todo el país para encontrar nuevos talentos está entre las estrategias preferidas por las compañías, ya sea para sumar colaboradores, instalarse en espacios de coworking, formar talento joven o colaborar en su relocalización. ¿Cómo se implementan estas decisiones y cuáles son los desafíos que proyecta un sector de la industria que es tan dinámico como prometedor?
Talento universitario y más trabajo remoto
“Argentina es uno de los centros de desarrollo y diseño más importantes de nuestra red internacional”, diagnostica Paola Rodríguez Lozada, Head de Marketing y Comunicación de GlobalLogic LATAM. Junto a India y Ucrania, Argentina está entre los tres países donde más creció la compañía, y este año apunta a hacerlo entre un 20 y un 30%, sumando a unas 150 personas a su plantel. El desafío de localizar el talento es grande: Argentina conjuga un buen nivel de preparación de profesionales para la industria tecnológica con una zona horaria amigable para trabajar en una red internacional. Sin embargo, la oferta de talento IT todavía está por debajo de la demanda. La estrategia de GlobalLogic en este punto tiene que ver con ubicarse en zonas estratégicas, como Mendoza y La Plata, donde funcionan importantes centros educativos. “A la par, nos estamos ampliando geográficamente rompiendo el paradigma del trabajo en espacios físicos”, dice Rodríguez Lozada. En 2018, GlobalLogic Argentina incorporó personas en Uruguay, República Dominicana, México y a lo largo y ancho de nuestro país. Además de las oficinas en La Plata, Mendoza y Buenos Aires, sumaron dos coworkings en Mar del Plata y San Juan.
También Ripio, la billetera digital para comprar bitcoins, agranda su equipo con colaboradores por fuera de Buenos Aires y se instala en La Plata. “Desde hace un tiempo que nuestro equipo está creciendo a pasos agigantados”, dice Nuria Vázquez, Head de RR.HH. de la compañía que en los últimos dos años pasó de 15 a 83 personas. Mientras en Buenos Aires trabajan los equipos de Finanzas, Compliance, Operaciones, Marketing y Branding, en La Plata trabaja casi la totalidad del equipo de desarrollo e infraestructura. “Afortunadamente en Argentina contamos con prof esionales talentosos y altamente calificados”, sostiene. “Queremos seguir sumando chicos y chicas con ganas de innovar desde todas las áreas y seguir trabajando para democratizar la nueva economía digital”.
¿Se pueden imponer jornadas de nueve horas corridas en una ciudad donde todo frena a la hora de la sies tá Para Mara Schmitman, CEO de Schmitman HR, consultora dedicada a la selección IT, esta es una de las principales dificultades que encuentran las empresas cuando quieren desembarcar en las provincias. “Como estrategia para localizar talento, esta opción está resultando muy bien porque permite a las compañías salir del microclima ultra-competitivo de Buenos Aires, pero se necesita adaptar la cultura de la compañía a los hábitos y tiempos locales”, asegura Schmitman. También para la fidelización funciona bien, ya que los costos de vida son más bajos y, comparativamente, los sueldos resultan mucho más atractivos de lo que podrían serlo para alguien que vive en Buenos Aires. La consultora de recruiting que acaba de instalarse en Chaco tiene también colaboradores en Ushuaia y en Bolivia. “La descentralización está sucediendo hace rato, aunque no en todos los casos atiende a las particularidades de los lugares que incorpora”, asegura. Además de los hábitos y las rutinas, los beneficios que suelen acompañar la oferta salarial deben repensarse según la idiosincrasia local. “En algunos lugares es absurdo ofrecer determinado plan de una obra social por cómo funciona el sistema de salud del lugar, o quizás tener un gimnasio gratis no les suma en nada”.
Apostar por la formación
“El mercado de talento del sector tecnológico en Buenos Aires se encuentra en absoluto pleno empleo, lo que genera una enorme dificultad a la hora de satisfacer las demandas domésticas y más aún aprovechar la gran oportunidad de exportación de servicios que tiene nuestro país”, opina Marcos Mauro, presidente de DataArt Argentina. “Nuestro principal desafío es encontrar soluciones creativas que nos permitan identificar y seducir a los mejores perfiles, sin importar en qué lugar se encuentren”, explica. ¿Y cómo lo haceñ A través de procesos de selección virtuales, que incluyen a profesionales de todo el país. A diferencia de otras empresas, brindan distintos niveles de relocalización más que lo que apuestan al trabajo remoto, aunque ofrecen un esquema de trabajo flexible para que sus colaboradores tengan la oportunidad de volver a sus ciudades cuando lo necesitan. Como resultado, más de un 20% de los currículums que recibe DataArt provienen de ciudades distintas a Buenos Aires, y un 68% de estos candidatos avanzan luego por el proceso de selección. A la par, DataArt construye vínculos con universidades e institutos de capacitación, y apoya distintos programas que organizan viajes para que estudiantes y emprendedores de distintas provincias se trasladen a la Ciudad. “En cada oportunidad les abrimos las puertas de nuestra empresa y quedamos en contacto con ellos”, dice.
Formar talento es también la apuesta fuerte de gA, una compañía global de tecnología que utiliza plataformas digitales para brindar servicios de transformación a empresas que demanden reformular sus modelos de negocio y sus organizaciones. “Las compañías de tecnología tenemos que comprender las motivaciones de nuestros colaboradores para poder empoderarlos”, dice Alejandra Fehrmann, VP Global, CMO y CCO de gA. “Sabemos que valoran su tiempo y la libertad, al igual que el equilibrio entre su vida personal y profesional”. Hoy gA tiene un staff de 1.300 consultores y desarrolladores en 10 oficinas localizadas en Estados Unidos, España, México, Brasil, Chile y Argentina. Para Fehrmann, la manera en que la cuarta revolución industrial está cambiando las reglas del juego obliga a las empresas a acompañar de forma activa la transformación social, educativa y cultural que requiere la industria IT. En gA lo a hacen a través de gA Academy, un programa de pasantías rentadas a través del cual estudiantes logran potenciar sus habilidades y adquirir conocimiento en nuevas tecnologías con foco en la oferta de servicios de la empresa. El programa comenzó el año pasado con convenios con las universidades UADE, UP, UCA y UAI. El 84% de los participantes ingresaron a trabajar en gA al finalizar el ciclo. “La escasez de estos recursos hace a su vez que los profesionales de esta industria sean los más buscados y puedan, en muchas ocasiones, establecer sus condiciones de empleabilidad”, asegura Fehrmann. “Estamos frente a profesionales cada vez más exigentes, que buscan un espacio para crear, innovar y desafiar el status quo. La clave para las compañías es tener la habilidad de adaptarse rápidamente al cambio.”