Forbes Argentina
Agro, Campo
Negocios

El fenómeno "La Niña" comienza a preocupar al campo argentino

Forbes Digital

Share

Entre julio y septiembre, hay más de un 60% de probabilidad de que La Niña se manifieste nuevamente según distintos informes oficiales. Si bien no sería tan fuerte como en 2022-2023, los productores ya se ponen en alerta.

16 Julio de 2024 08.37

El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático ha delineado las expectativas climáticas para lo que resta del año. En el informe, la institución señala las posibles repercusiones del fenómeno “La Niña” en la producción agrícola y desde la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Bioeconomía advierten que diversos indicadores oceánicos y atmosféricos confirman la presencia del evento.

La "Niña", un componente del ciclo climático global conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), generalmente vinculado a períodos de sequía, podría reaparecer a mediados de 2024. Este fenómeno podría afectar la cosecha gruesa en regiones como el oeste de Córdoba, La Pampa, y las zonas noroeste y sudoeste de Buenos Aires.

 

actualidad  -marzo 2023 - sequia - falta de lluvia - campo - istock-182892938
La Niña es un fenómeno vinculado a períodos de alta sequía

 

Debido al enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico, La Niña suele estar relacionada con sequías, como la que en Argentina causó pérdidas por unos 15 mil millones de dólares en la producción agrícola durante 2022-2023. Sin embargo, en esta ocasión no se prevén consecuencias tan severas. El Niño seguirá predominando durante el resto del verano y el comienzo del otoño, con una transición hacia una fase neutral del ENSO durante el trimestre de abril a junio.

La mayoría de los modelos coinciden en predecir un nuevo enfriamiento del océano Pacífico central. De este modo, entre julio y septiembre de 2024, hay más de un 60% de probabilidad de que La Niña se manifieste nuevamente, según el informe. Aun así, no está claro cómo podría afectar este cambio en las precipitaciones de la región. En la provincia de Santa Fe, las condiciones fueron dispares: el sur no recibió las precipitaciones esperadas, mientras que el déficit de lluvias fue generalizado en toda la provincia. En la capital provincial, se registró el acumulado mensual de lluvia más bajo de los últimos 12 años.


 

Días de lluvia escasos 


La cantidad de días con lluvias también fue baja, con solo dos días de precipitaciones según el informe climático. Las temperaturas estuvieron dentro de lo previsto, con promedios para junio de 2024 entre 1,5 y 2,0° por encima de los últimos 12 años. Esto se dio a pesar del notable descenso de las temperaturas a finales del mes, con heladas el 29 y 30 de junio.

 

campo soja
La cantidad de días con lluvias ha sido baja hasta el momento

 

Las precipitaciones de este mes mostraron un marcado déficit, que se extenderá al menos hasta la última semana, cuando prácticamente no se espera lluvia en la provincia. Julio concluirá con una falta de precipitaciones y temperaturas por debajo de las medias históricas.

Para los próximos meses, el análisis de las imágenes de anomalía de temperatura de los océanos sugiere que el Pacífico ecuatorial sigue relativamente frío, aunque con una leve tendencia al alza hacia finales del año.

El Atlántico, en la zona del Anticiclón de Santa Elena, frente a las costas de Uruguay y sur de Brasil, mantendrá temperaturas frías hasta el inicio del nuevo año.

No obstante, el reporte del CMMC menciona algunas variaciones en su temperatura que podrían traer aire húmedo desde el sur de Brasil, generando lluvias puntuales más abundantes.

Desde agosto, se esperan temperaturas por encima de la media histórica durante todos los meses. Esto concuerda con una fase 'Niña' del fenómeno ENSO activa en toda la región. "Este fenómeno se prolongará durante la primavera y posiblemente el próximo verano”, indica el documento.

Un evento ENSO es una interacción global entre el océano y la atmósfera, producida por variaciones en los vientos ecuatoriales que generan cambios en la temperatura superficial del océano y su circulación, afectando el calentamiento de la atmósfera tropical y, en consecuencia, la circulación atmosférica global.

Este fenómeno ocurre cada 3 a 7 años (promedio de 5 años) y suele durar de nueve meses a dos años, estando asociado a inundaciones, sequías y otras alteraciones globales.

Según el último informe agrometeorológico del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA), "El Niño", que puso fin a un largo período de sequías en la región, muestra signos de debilitarse después del verano y los primeros meses del otoño. El organismo indicó que "para el trimestre de febrero-marzo-abril, todos los modelos señalan un debilitamiento de los valores cálidos de la temperatura del océano Pacífico ecuatorial".


*Con información de Noticias Argentinas

10