Con una licenciatura en Economía Empresarial de la Universidad Torcuato Di Tella en mano, Juan Buezas, cofundador de Latin Pay, se encontró en una encrucijada, después de observar a sus amigos graduados sumergidos en la monotonía de las grandes empresas.
Tras una charla honesta con su padre, le manifestó que ese no era el camino laboral soñado y que él buscaba otro rumbo.
“Saber lo que no es para vos es un montón. Ahora, hay que descubrir lo que sí es y es otra tarea”, respondió su padre, y le ofreció un consejo inusual pero perspicaz: “Buscar el peor trabajo en la peor empresa como una estrategia para adquirir conocimientos y así hallar la auténtica realización profesional”.
Esa elección lo llevó a conseguir un primer trabajo como administrativo suplente, pagando las comisiones a los vendedores y sentando las bases para su futura incursión en el mundo comercial.
En 2011, la empresa enfrentó una gran crisis por lo que tuvo que cambiar drásticamente el rumbo: de comercializar telefonía celular pasó a comercializar productos bancarios. Este cambio marcó el comienzo del ascenso de Juan, llegando eventualmente a la Dirección de Ventas. Sin embargo, en un momento, sintió que ya había agotado sus incentivos en la organización y decidió emprender su propio camino.
Su veta como emprendedor
Con una inversión de US$ 400.000, se lanzó a emprender con Latin Pay, un proyecto que nació en una conversación casual con su amigo Federico Carballo, durante un almuerzo en 2020. La idea surgió tras observar las dificultades que enfrentaban unos turistas franceses al intentar dividir la cuenta en un restaurante en Buenos Aires. Desde ese día, el concepto fue tomando forma y el proyecto logró plasmarse.
Latin Pay nació como una solución integral de pagos para el turismo receptivo con un enfoque inicial en los aeropuertos: Aeroparque y Ezeiza. Se trata de un pack que integra una billetera digital y una tarjeta prepaga recargable Visa para operar en pesos argentinos desde cuentas en el exterior.
“Empezamos todo este desarrollo pensando en lo que es la experiencia de una persona que aterriza en un lugar. Por ejemplo, qué características tiene que tener este producto para que el usuario lo valore. Entonces, pensamos en un medio de pago local”, indicó Buezas. Luego, explicó que con su socio eligieron integrarse con grandes jugadores como Visa y Prisma y que el foco está en la usabilidad y la rapidez en las transacciones electrónicas como elementos claves de servicio.
El proyecto combina la billetera digital Latin Pay con una exclusiva tarjeta prepaga recargable Visa para operar en moneda nacional con cotización preferencial en torno al dólar MEP. Funciona a través de un sistema de cash in desde cuentas de todo el mundo en cualquier moneda. Es una experiencia financiera que brinda herramientas que le simplifican la forma de comprar en Argentina a turistas de todo el mundo.
El modelo de negocio se basa en múltiples fuentes de ingresos, desde la transaccionalidad hasta programas de beneficios y una incipiente marketplace dentro de la aplicación.
¿Cómo es emprender en la Argentina? “Emprender es un trabajo muy difícil que se tiene que hacer en un contexto de grandísima incertidumbre. Lo más importante para mí es la motivación: el por qué uno está haciendo lo que está haciendo. Si yo mantengo mi motivación, puedo mantener mi constancia. Si mantengo mi constancia, es más probable que llegue a mi objetivo. Creo que el combustible es estar uno convencido de la idea. Después, el día a día te balancea, te equilibra entre mantener la perspectiva de largo plazo con la de corto, que es la que hay que hacer todos los días”, señala el CEO.
Una de las grandes satisfacciones de este emprendimiento es que Latin Pay fue una especie de “salvavidas” para una pareja australiana que estaba en El Chaltén enfrentando problemas en las que sus tarjetas australianas no funcionaban en lugares remotos como El Chaltén. Por lo que la empatía con los usuarios y la resolución de problemas reales son la fuerza impulsora detrás del emprendimiento.
“Hay mucho potencial en cuanto al negocio”
La tarjeta no tiene costo de emisión, no tiene costo de renovación ni de mantenimiento. Hoy tienen 1.200 clientes desde que abrieron al público en general. De esos clientes, los emprendedores ganan por la transaccionalidad de la tarjeta.
Por su parte, el Club de beneficios de Latin Pay, ya cuenta con acuerdos comerciales con empresas de deliveries, entretenimiento, transportes y alojamientos, e incluye descuentos diarios y experiencias exclusivas.
El próximo año se vislumbra con un gran crecimiento, comenzando con una gran comunicación de lo que es la tarjeta y su alcance con potenciales usuarios antes de que lleguen a Argentina, incluyendo la emisión de plásticos virtuales. “Veo a la tarjeta incorporando más servicios dentro de su oferta, dentro de su producto, tratando de redondear la experiencia del turista cuando viene a Argentina. No mirando localmente, sino mirando la experiencia en modo genérico”, destaca el empresario.
Buezas y Carballo sueñan con la regionalización de la tarjeta, brindando servicios a turistas de otros países de Latinoamérica y enriqueciendo la experiencia de usuario en su totalidad.
“En 2024 procuramos avanzar con el proceso de tokenización de Latin Pay. También, pretendemos poder interactuar con el 1% - 2% del mercado de turismo receptivo y pasar de las 30.000 a 60.000 tarjetas”, concluyó el emprendedor, que sabe que la perseverancia y la empatía pueden conducir al éxito en el mundo empresarial.