La pandemia no solo marcó un antes y un después en el ámbito de la salud, sino que también revolucionó el entorno laboral porque permitió masificar el trabajo remoto. De hecho, el impacto fue tal que muchos trabajadores no están dispuestos a volver a la oficina, lo que podría suponer un desafió para las empresas.
Raj Choudhury, economista en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, destacó que “hay dos tipos de compañías: uno va a adoptar el trabajo desde cualquier lugar y el segundo está en negación”, por lo que este último “perderá su fuerza laboral”.
El experto consideró que no solo los jefes les dan formas a las industrias, sino también sus mejores talentos, quienes necesitan libertad para trabajar desde cualquier lugar, siendo más productivos cuando lo hacen.
Además, sostuvo que las compañías que tratan de “retrasar el tiempo” de los empleados en el actual mercado laboral con órdenes de regreso a la oficina verán irse a sus mejores trabajadores, lo que atentará contra la productividad y el crecimiento del negocio.
Según una encuesta trimestral de Pulse en la que participaron 10.000 trabajadores de oficina, los empleados con “flexibilidad de horario completo” tenían puntajes de productividad que eran un 29% más altos que aquellos sin flexibilidad.
En tanto, un reciente reporte de Harvard Business Review descubrió que los trabajadores remotos están en realidad más comprometidos que sus compañeros, lo que también beneficia a las empresas.
Por este motivo, el 90% de los directores ejecutivos de tecnología dijeron que mantendrán las políticas de trabajo remoto porque así también pueden ahorrar dinero en espacio de oficinal, de acuerdo a un informe de la consultora EY.