Gabriela Cid siempre había estado involucrada con el mundo de los productos infantiles. Madre de cuatro hijos, se dedicaba a los acrílicos para chicos. Cuando Luciana y Ximena González Cid, dos de sus hijas, crecieron, le propusieron asociarse entre las tres y crear su propio emprendimiento: así fue el nacimiento de Tecomoabesos, la marca de indumentaria infantil que fundaron a fin de 2005 en Rosario.
El diseño es de ellas, que arman la colección y trabajan después con talleres en la Argentina y Perú, país donde se enfocan en las prendas realizadas con algodón pima peruano -considerado el mejor algodón del mundo. A nivel local, producen sobre todo trajes de baño, jeans, accesorios y tejidos. Los bodys de pima peruano, por ejemplo, cotizan desde los $ 1.790 hasta más de $ 4.000. A los dos locales de Rosario y el de Capital (que este año se mudará de Recoleta a Palermo) se le suma la venta en multimarcas de todo el días y la tienda online, que creció de forma exponencial durante la pandemia.
Luciana González Cid destaca dos hitos en la historia de la compañía: cuando ganaron el premio a Mejor Propuesta Internacional de Diseño en la Feria Internacional de Moda Infantil de Colombia, y la apertura, hace 8 años, de su primer local en CABA. Además, en octubre del año pasado, Promperú, el organismo encargado de la promoción del Perú en materia de exportaciones, turismo e imagen, convocó a la empresa para ser representantes de su Marca Perú y obtuvo la licencia -y se convirtió en la primera marca argentina de ropa para bebés y niños de 0 a 6 años en contar con este reconocimiento.
Este año pondrán foco en el comercio exterior, con el objetivo de llegar a más mercados. Por un lado, están desarrollando un ecommerce para cubrir el mercado asiático, con un equipo en Dubai con experiencia textil que realizó la investigación de mercado y está gestionado una plataforma propia, aunque no descartan unirse a otros marketplaces. Pero, además, recibieron la propuesta de desembarcar en los Estados Unidos con una tienda exclusiva física y otra online que cubra todo ese territorio. Le estamos dando forma. Los proyectos de comercio exterior son a mediano y largo plazo y hay barreras para hacerlo desde la Argentina -admite la emprendedora. Los emprendedores no podemos dedicarnos 100% al trabajo porque las reglas de juego cambian a cada rato. Tenemos una cintura que no tiene nadie en otra parte del mundo, porque nunca sabemos hasta cuándo vamos a poder trabajar de una manera. Este año, esperan crecer 30% en ventas.
La idea siempre fue crecer y apostar al crecimiento de la marca, reinvirtiendo de forma constante. Nos funciona ser familia por la confianza. Es verdad que a veces estamos 8 horas juntas en la oficina y después nos volvemos a ver para comer o ver a nuestros sobrinos, pero nos llevamos bien, asegura González Cid. De hecho, sumaron al hermano menor al negocio, que ahora se encarga de los locales y el stock. Todas las decisiones pasan por las tres, en especial el armado de las colecciones. Yo estudié Diseño Gráfico y Ximena, Administración de Empresas. Y el último visto bueno siempre lo tiene mamá, concluye.