Desde 1998, cada 11 de octubre se celebra en Argentina el "Día Mundial del Dulce de Leche". Este manjar, considerado un invento nacional, es parte fundamental de la cultura y gastronomía del país. En términos de consumo per cápita, cada argentino ingiere en promedio 3,10 kg de dulce de leche por año-
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en Argentina se producen aproximadamente 128.000 toneladas de dulce de leche al año, de las cuales solo un tercio se destina a los hogares argentinos.
El 60% restante se utiliza como insumo en industrias para la elaboración de helados, golosinas y alfajores, mientras que el 10% se exporta a mercados internacionales. Además, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirma que el dulce de leche es el cuarto producto lácteo más consumido en el país, solo superado por la leche, los quesos y el yogur.
En cuanto a su comercialización por fuera de la Argentina, el dulce de leche representó en enero una parte del 16,5% del total de los productos lácteos exportados, junto con la manteca, el aceite butírico y el suero.
Si bien la leche en polvo y los quesos lideraron las exportaciones (con porcentajes que, en el primer mes del año, fueron del 42,4% y 28,8% respectivamente), los datos demuestran que este producto tan amado por los argentinos fue también ganando terreno en los mercados internacionales. Para tomar dimensión, en 2021 nuestro país exportó 4.079 toneladas.
Una de las firmas locales que suele liderar en este aspecto es San Ignacio. Según detalla Fernando Rodríguez Morón, Gerente de Comercio Exterior de la firma, llevan su dulce leche a unos 20 países, incluyendo, Japón, Nueva Zelanda, Israel, Canadá, Estados Unidos, España, Italia, Francia, Chile, Brasil, Uruguay y Bolivia. De esos mercados, Chile es el principal comprador de dulce de leche argentino.
Según los últimos relevamientos, en la Argentina hay alrededor de 70 empresas que elaboran dulce de leche. Algunas de las más conocidas, además de San Ignacio, son La Serenísima, Vacalin, Ilolay, Milkaut.
Consumo y preferencias
Un estudio de Consumer in Touch destaca que el 52% de los argentinos lo utiliza para untar, un 28% lo emplea en repostería hogareña y un 20% lo consume como un antojo, comiéndolo directamente con cuchara.
El dulce de leche es de los sabores de helado preferidos por los argentinos. Según la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA), el dulce de leche granizado es el gusto más pedido, seguido por el Chocolate con almendras y, en tercer lugar, el dulce de leche común.
Pamela Blanco, directora de marketing de Ilolay, destaca la importancia cultural del dulce de leche en Argentina y asegura que, a pesar de las variaciones en el mercado, sigue siendo un producto indispensable en los hogares.
Aunque el consumo cayó un 7,4% en volumen este año, señala que este producto es "inelástico" por su papel en las rutinas diarias de los argentinos. Para Blanco, "la gente hoy no solo busca disfrutar de un dulce de leche rico, sino también entender lo que este alimento representa: tradición y cultura".
En esa misma línea afirma que 81 de cada 100 hogares compran dulce de leche al menos una vez al año, con una frecuencia de compra bimestral, y que en cada adquisición se lleva cerca de medio kilo de producto. El favorito para muchas familias es el dulce de leche clásico de Ilolay.
Fabricio Musumeci, gerente de marketing de Milkaut, observa que, tras la pandemia, los hábitos de consumo cambiaron. Según él, "la búsqueda de confort e indulgencia en el hogar ha cobrado protagonismo" y el dulce de leche, por su practicidad y sabor reconfortante, se ha vuelto un favorito.
Musumeci menciona que el dulce de leche clásico de la marca es ideal para panqueques, tostadas y flan, mientras que las versiones más firmes son perfectas para la repostería, como tortas, alfajores y churros.
Tendencias: nuevas propuestas en el mercado
En cuanto a las tendencias del mercado, las marcas apostaron por innovar para mantener la preferencia del público. San Ignacio, por ejemplo, lanzó en 2024 un dulce de leche reducido en grasas, manteniendo la receta tradicional pero ajustando su contenido graso. Al respecto, Juan Patricio Anderson, gerente comercial de la marca, explica que el objetivo fue ofrecer el mismo sabor de siempre, pero con un perfil más saludable.
Por su parte, Milkaut introdujo dos productos innovadores: el Dulce de Leche con Crema y el Dulce de Leche de Campo, que sigue una antigua receta de la localidad de Franck, el pueblo de la marca. "Este dulce de leche, con un perfil de caramelo más intenso y avainillado, ofrece una consistencia única y un sabor genuino, evocando el tradicional dulce de leche casero", señalan.
Este año, Ilolay llevó adelante el relanzamiento de la marca, que implicó una actualización de su identidad visual. "Siendo fieles a nuestro origen, incluimos la mágica flor en el centro de nuestro logo y ambientamos todos nuestros packs con elementos naturales para reivindicar nuestra esencia y nuestro vínculo con la tierra", detallan.
