Bruno y Franco Moretti son hermanos que nacieron y se criaron en Cipolletti, en la provincia de Río Negro. De sus padres, un ingeniero agrónomo y una paisajista, heredaron la pasión por la botánica; de sus abuelos, que habían tenido un bar y una vinería, su interés por emprender. Con todo, fusionaron el rigor científico de sus profesiones (Franco es biólogo molecular e Bruno es ingeniero en Informática) con la sensibilidad por los aromas del universo vegetal y la afición por el buen beber, y fundaron una destilería que desarrolla y elabora productos para el mercado interno y con fines de exportación.
Hoy, Destilería Moretti, que emplea de forma directa a cuatro personas, produce 15.000 botellas de gin, 2000 botellas de caporale y entre 50.000 y 100.000 litros mensuales de gintonic. "Si se mantiene la tendencia interanual 2019-2020, para este año esperamos un nuevo incremento de la demanda, que ronda entre 800% y 1000%, es decir, esperamos que se multiplique casi por 10", comparten en diálogo con Forbes.
El emprendimiento se inició con una inversión inicial de $ 50.000 y el alquiler de un PH abandonado en el barrio de Palermo, a principios de 2016. Ahí, luego de profundas reformas y arreglos hechos a pulmón, los hermanos montaron una pequeñísima destilería y un laboratorio para el desarrollo de bebidas.
"Con la adquisición del primer alambique (destilador) que compramos por Ebay (ya que en Argentina aún no había la vasta oferta que hay hoy) comenzamos a crear varias fórmulas, que fuimos mejorando metodológicamente, y gracias a la ayuda de amigos conocedores (sommeliers, enólogos y bartenders), logramos, luego de cientos de ensayos, el producto que estábamos buscando: un gin que se jacte de serlo y que además tenga tanto una alta complejidad como equilibrio aromático", recuerdan los fundadores de Destilería Moretti.
A fin de ese año vendieron la primera botella de Moretti - Buenos Aires Gin, hoy su producto emblema. Y, desde entonces, los planes de crecimiento no se detuvieron, ni siquiera en pandemia. "Hasta hoy nunca recurrimos a préstamos ni utilizamos otra fuente de capital que no haya sido generada por el mismo funcionamiento del emprendimiento. Fue y es 100% autosustenable", sostienen.
Las llegada de la pandemia de Covid-19 los encontró con una estructura chica, que pudieron mantener durante los primeros meses, en los cuales las ventas se redujeron a cero. "Por suerte, luego de algunas apuestas comerciales volvimos a florecer y logramos reactivar las ventas y hasta superar los niveles prepandemia".
Un punto que les jugó a favor fue que el emprendimiento ya tenía una tienda online funcionando desde enero de 2020. "A tal punto nos recuperamos de ese primer tiempo de pandemia, que pasamos de casi tocar fondo en abril de 2020 a tener una fábrica nueva con personal full time en agosto de ese mismo año".
Lo que viene
Hoy, los principales canales de venta para Destilería Moretti, además de su tienda online, son las vinotecas y bares, aunque también están en supermercados, restaurantes, y diversos marketplaces que proliferaron desde 2020. "En algunos casos llegamos de forma directa, pero en la mayoría lo hacemos a través de representantes locales, que distribuyen nuestros productos en una zona determinada, generalmente separados por provincia".
Bruno y Franco Moretti analizan comenzar a exportar. "En este momento hay muchos canales de comunicación abiertos, y algunas posibilidades son muy concretas", adelantan. Los emprendedores sostienen que la posibilidad de poder vender en otros mercados en el corto plazo dependerá, principalmente, de estar de acuerdo en los precios y de que se normalicen algunos obstáculos relacionados a los fletes internacionales.
"Los productos ya fueron aprobados y tienen el visto bueno en varios países. También contamos con galardones internacionales que lo avalan, de manera que confiamos en que no tardaremos en estar realizando nuestros primeros envíos internacionales", agregan. Entre ellos, el Wine and Spirits Competition (Inglaterra, 2019), donde Buenos Aires Gin obtuvo la medalla de bronce con un score de 86 puntos sobre 100 en la categoría “Contemporary Style”; World Gin Awards -Caporale 2020 Best Argentinian Matured por la World Gin (Inglaterra, 2020); y Buenos Aires Gin Best Contemporary Gin por la World Gin Awards (Inglaterra, 2020).
Destilería Moretti fue pionera en crear y desarrollar el gintonic tirado, "un producto en el que confiamos ciegamente desde el primer día pero en el que muy poca gente confiaba en 2018 y 2019". Este año, presentaron su versión en lata, lista para servirse y disfrutar en copa con hielo. Esta bebida es un producto 100% craft, elaborado con su Buenos Aires Gin y agua tónica 4.5BAR, desarrollada especialmente para acompañar a Buenos Aires GIN, ambos componentes de producción propia.
“El lanzamiento de las latas fue motivado por la excelente aceptación que ya estábamos recibiendo de nuestro Gin & Tonic tirado, un producto que lleva dos años en el mercado y cuyo desarrollo fue pionero absoluto tanto a nivel nacional como internacional. Se trata de barriles de gin & tonic, iguales a los de cerveza, pensados para que una cervecería no necesite modificar nada en su equipamiento para poder ofrecerlo. Se conecta de la misma forma, y por la canilla se sirve un gin & tonic premium, 100% craft, ya listo y con la gasificación perfecta”, explican.
Recientemente, presentaron Casa Moretti, un lugar dedicado a homenajear la elaboración del gin y su historia personal con esta bebida. Se trata de un espacio temático, que por el momento estará disponible para eventos privados.
La ley primera
Antes de fundar Destilería Moretti, Bruno trabajó en diversas empresas, principalmente en el área de informática, y sobre todo en la industria farmacéutica, la cual abandonó en 2007 para dedicarse de forma independiente a la fotografía de moda y publicitaria y, luego y simultáneamente, a la música como baterista.
Por su parte, Franco se desempeñó como empleado en nueve laboratorios durante sus primeros años en Buenos Aires. Después, en la facultad de Medicina (UBA) realizó tareas asistenciales y un doctorado en Biología Molecular, pero en 2011 renunció para dedicarse a la docencia, y de manera independiente a la música.
"En realidad, siempre supimos que teníamos que emprender algo juntos y que podríamos haber hecho cualquier otra cosa. En un momento pensamos en hacer instrumentos de madera, alquilar salas de ensayo, una cervecería artesanal, pero si bien eran actividades que podríamos haber desarrollado, ¡el golpe emocional llegó con la idea de hacer bebidas destiladas! La concepción de esa idea nos movilizaba de una manera diferente, y supimos que era por ese lado", concluyen.