Uber firmó una asociación plurianual con Waymo, la empresa de tecnología de conducción autónoma propiedad de Alphabet, para empezar a ofrecer vehículos autoconducidos posiblemente este año, empezando en Phoenix, Estados Unidos, anunciaron las empresas el martes.
La colaboración, que se hará pública "a finales de este año", proporcionará un número determinado de vehículos de Waymo a los servicios de Uber de transporte y reparto de comida en el área metropolitana de Phoenix, donde Waymo amplió su área de servicio a principios de mayo para incluir el centro y el aeropuerto de Phoenix.
Los usuarios podrán seguir llamando a los vehículos Waymo directamente desde la aplicación Waymo One, que se lanzó en Phoenix en octubre de 2020 y desde entonces ha añadido servicios en San Francisco y Los Ángeles. Paralelamente, los usuarios de Uber podrán solicitar un vehículo Waymo a través de la aplicación Uber si hay alguno disponible, según ha informado Waymo a TechCrunch.
Waymo realiza unos 10.000 viajes a la semana en Phoenix y San Francisco, y acaba de añadir Los Ángeles a su mercado, además de Austin. Uber presta servicio a unos 130 millones de personas al mes.
Uber hizo otras incursiones en el negocio de la conducción autónoma, y puso en marcha su propio proyecto de vehículo autónomo, Uber ATG, en 2015. El proyecto resultó ser excesivamente caro, generando una pérdida neta de 303 millones de dólares durante 2020, así como un riesgo potencial para la marca, después de que uno de los vehículos autoconducidos de Uber atropellara mortalmente a un peatón en 2018.
Uber acabó vendiendo Uber ATG a Aurora Innovation, una startup respaldada por Amazon y Sequoia Capital, por 4.000 millones de dólares, más otros 400 millones que Uber invirtió en Aurora. Sin embargo, Uber mantiene que los vehículos autoconducidos son el futuro, y su CEO, Dara Khosrowshahi, dijo en una declaración el martes que “la conducción totalmente autónoma se está convirtiendo rápidamente en parte de la vida cotidiana”.
Antiguas batallas legales
En febrero de 2017, Waymo presentó una demanda contra Uber alegando que la empresa de viajes compartidos había robado secretos comerciales. Los reclamos se basaban en Anthony Levandowski, un antiguo ingeniero de Waymo que más tarde fundó la empresa de camiones autónomos Ottomotto, que Uber adquirió en 2016 por 625 millones de dólares. Waymo alegó que Levandowski creó Ottomotto utilizando más de 14.000 archivos confidenciales robados a Waymo.
Las empresas llegaron a un acuerdo en 2018 por el que Uber aceptó pagar a Waymo el 0,34% de sus acciones, unos 245 millones de dólares en aquel momento. Levandowski fue condenado a 18 meses de prisión y a pagar 179 millones de dólares a la empresa matriz de Waymo, pero acabó presentando una demanda contra Uber alegando que la empresa acordó indemnizarle por cualquier acción legal emprendida contra él cuando compró Ottomotto. Uber llegó a un acuerdo en 2022 para pagar "una parte sustancial" de los 179 millones de dólares y dar a Levandowski 2 millones de dólares.
*Con información de Forbes US.