Ianina Rodríguez, por entonces de 36 años, trabajaba en relación de dependencia en el sector mayorista de una reconocida marca de indumentaria y, si bien tenía un buen puesto, con grandes desafíos, quería algo más. Por eso, decidí ponerme un local de indumentaria infantil en Zona Oeste, que funcionó bien y, como me sentí cómoda emprendiendo, decidí crear mi propia marca de ropa para nenas. La primera prueba para conocer el rubro antes de abrir el local fue la fabricación de calzas de nenas y mujeres para vender a locales minoristas, rememora Rodríguez, fundadora de la firma Rainbow, que diseña y comercializa indumentaria para niñas que van del talle 4 al 14.
Para el lanzamiento, Rodríguez invertió US$ 15.000 entre algunos ahorros, límites de tarjetas de crédito y préstamos familiares. Su madre, quien en la actualidad es socia de Rainbow, le enseñó todo lo vinculado al rubro y la acompañó en su camino emprendedor. Luego, al salir al mercado y ver que la demanda de los productos superó sus expectativas, la emprendedora recurrió a ángeles inversores para poder incrementar el stock de mercadería y satisfacer las necesidades de los clientes. Hoy, está al frente de un equipo de 40 personas, entre colaboradores directos e indirectos.
Los primeros tiempos fueron de mucho entusiasmo y adrenalina. A diferencia de lo que decían los manuales que leí en la facultad que indicaban sobre del paso a paso necesario para iniciar un emprendimiento, comencé de atrás para adelante: se presentó la oportunidad de alquilar un local con una ubicación excelente, a un buen precio y no lo dudé. Los primeros días del mes de enero de 2017 ya tenía la llave en mis manos pero también un montón de dudas en cuanto a la fabricación, las telas, las morderías, el proceso de estampas, etc.; todo era nuevo y desconocido. Solo había incursionado produciendo algunas pocas calzas algunos meses antes. Mientras se hacía la reforma del local, yo pasaba horas y horas aprendiendo, preguntando, investigando, buscando proveedores, intentando entender las morderías, diseñando estampas y productos. Fueron meses maratónicos de mucha dedicación y energía puesta exclusivamente en crear Rainbow, recuerda Rodríguez.
La marca se presentó oficialmente en abril de 2017. Rainbow tiene dos verticales de venta dentro de su modelo de negocios: una de venta mayorista y una minorista. En lo que respecta a la venta mayorista, vende principalmente a través de su local en Flores (Bogotá 3204). Y complementa con asesoramiento de ventas por vía telefónica y vía Whatsapp. Para la venta minorista, se encuentra disponible la tienda online y también se puede consultar vía whatsapp e instagram.
Cuando ideé el negocio, buscaba un nombre que representara lo que quería transmitir con la marca: alegría, magia, curiosidad, sorpresa, colorido… Desde niña, ver un arcoiris siempre me maravillaba, es para mí el universo sorprendiéndonos con su magia. Rainbow representa para mí la vida misma... hay momentos en que atravesamos tormentas, otros en los que brillamos plenamente, a veces la alegría se nubla un poco pero siempre sale el sol y nos regala un arcoiris, nos dibuja una sonrisa. Rainbow es una invitación y un recordatorio para sonreír cada día, comparte.
Con dos locales, ambos ubicados en el barrio porteño de Flores, en 2022 Rainbow se profesionalizó y avanzó en cuanto al orden y reorganización de la compañía para mejorar los procesos y facilitar el trabajo de sus colaboradores. Además, gracias a la expansión de los espacios físicos, fue posible mejorar las precisiones en el stock, tiempos de entrega y ordenar en forma eficiente a las distintas áreas.
Fue un año que nos ha dado satisfacciones. Luego de todo el movimiento de reestructuración y recuperación pospandemia, este año sentimos que la casa esta nuevamente en orden. Por un lado, consolidamos el funcionamiento del depósito que adquirimos en 2021 para agilizar y mejorar el armado y despacho de pedidos de clientes que nos contactan de todo el país. Además, no solo recuperamos los niveles de venta de prepandemia en locales físicos sino que fue un año de crecimiento de la empresa de un 25% en unidades facturadas en relación a 2021. También estamos ampliando y mejorando las oficinas de atención y venta online para que el equipo este más cómodo, comparte Rodríguez.
Si bien a Rodríguez le gustaría exportar, por ahora la mira está puesta en el mercado doméstico. De cara a 2023, el objetivo de la marca es poder poner el foco en el interior del país con una estrategia de ventas robusta a través de la venta mayorista. Las fichas apuntarán a seguir trabajando en la mejora continua de la atención al cliente. Deseamos continuar acercando propuestas de valor a nuestros clientes mayoristas para colaborar activamente en el incremento de venta de nuestros productos en sus locales (facilidades de compra, envíos gratis, acceso a preventa con precios exclusivos, financiación preferencial, stock asegurado de los productos con mayor rotación, material audiovisual para difusión digital, etcétera), agrega la emprendedora, quien proyecta crecer el próximo año 25% interanual en volumen.