Forbes Argentina
2 Enero de 2023 19.22

Laura Capriata

Dejó el profesorado de biología, a los 42 descubrió el negocio menos pensado y ahora gana en dólares

Le "encanta enseñar" y comenzó a dar cursos para empresas sobre ventas, presentaciones eficaces y servicios al cliente, por medio de la consultora Wilson Learning. Ahora recluta personal para las compañías de cruceros más importantes del planeta.

¿Reconvertirse por completo después de los 40? Graciela Bidone pasó de ser una inquieta profesora de Biología a dueña de una empresa que recluta y embarca a unos 1000 tripulantes al año para las compañías de cruceros más grandes del mundo.

A diferencia de una reconversión planificada y un tanto forzada, como suele suceder, lo de ella fue más natural, espontáneo, casi accidental.

Graciela Bidone
Graciela Bidone



El cambio no fue tan brusco, pasó de enseñar a alumnos secundarios y terciarios, a conducir seminarios personal de empresas.
 

Sin embargo, sobre sus 42 años y empujada por una de las tantas crisis, decidió crear con su marido Selection Partners, un área de negocios dentro de la compañía de entrenamiento, dedicada a reclutar personal.

Graciela Bidone
Graciela Bidone


Su primer cliente, Disney Cruise Line, marcó el camino para lo que vendría después.


"Realmente aprendimos el negocio con ellos, tuvimos muy buen desempeño…y esto trajo nuevos clientes.  A lo largo de nuestra trayectoria, yo nunca busqué un cliente.  Siempre llegaron a nosotros por recomendación, lo que nos hace sentir muy orgullosos por el trabajo que hacemos", explica en una entrevista con Forbes desde Uruguay, su lugar de residencia más frecuente junto con Buenos Aires.

Crucero en el mar
 


Hoy tienen más de 800 tripulantes a bordo de cruceros por los 5 continentes, casi como antes de la pandemia, con una facturación anual de medio millón de dólares. Y duplicaron su plantilla de personal: emplean a 12 personas, 2 completamente dedicadas a las entrevistas de selección y el resto a atender todo lo necesario (documentos, exámenes médicos, permisos) para embarcar exitosamente a todos los seleccionados.


Como hitos de la empresa recuerda varios, pero uno muy claro fue cuando en 2008 Princess Cruises anunció que Selection Partners administraría a todos los tripulantes de Sudamérica (no solo a sus seleccionados) como su “Manning agent”.


A partir de ahí los eligieron compañías como Crystal Cruises, Starboard, Holland America, P&O Australia, Seaborn, Cunard Line, Royal Caribbean, Harding, One y Viking.


"Yo vivía arriba de un avión porque tengo toda Centroamérica y Sudamérica, y entrevistaba a todos cara a cara", rememora. Después la tecnología favoreció el negocio, al poder hacer las entrevistas a través de la computadora (incluso antes de la pandemia) y hoy Graciela sigue haciendo "el salto del dueño" en la empresa que pasó de ser un emprendimiento familiar (la fundó con su marido y trabajaron con ellos sus hijos) a la profesionalización completa.

Graciela Bidone
Graciela Bidone


Desde el inicio, siente que hace más que conseguirte un empleo: genera un cambio total de vida en los elegidos.
Sobre la la realidad de un crucero, asegura que "un barco es un hotel flotante". Todos son "una gran familia" y una experiencia con distintas culturas, con más de 40 nacionalidades a bordo.


"Los contratos son por 6 meses en Sudamérica, y los centroamericanos son por 9 meses", explica. Esos meses embarcados se trabaja un promedio de 11 horas diarias los 7 días de la semana.


Como contrapartida de tanto esfuerzo, la gente llega a lugares que "nunca hubiese visitado" por su cuenta (aunque no todos pueden bajar en cada destino) y no tienen ningún gasto a bordo. "El dinero que ganan lo traen completo: Un mozo gana un promedio de 1000 o 1200 dólares. ¿En que trabajo podés ahorrar todos los meses 1000 dólares", se pregunta.


También es un antecedente muy apreciado en la industria de la hospitalidad, e implica formación permanente arriba del barco. Entre los puestos seleccionados, hay desde personal de limpieza y recepcionistas, hasta capitanes y chefs, pasando por fotógrafos o enfermeros.


"Hoy se buscan muchos médicos, enfermeras, ingenieros. Muchos tripulantes pararon por la pandemia y no quieren volver a embarcarse. Estar en tierra tanto tiempo te hace replantearte un montón de cosas", reflexiona.


Por supuesto, muchos no califican. "El inglés es el primer filtro (la entrevista es una conversación en ese idioma) y después la experiencia (buscan preferentemente con desempeño en hoteles de lujo) y la actitud".


Pero el mayor stress del trabajo es completar todos los requisitos para que cada tripulante pueda embarcarse, porque si olvida los papeles originales, "los mandan de vuelta a casa". Sobre la pandemia tiene mucho para decir. Su trabajo cambió por completo, y estuvo repatriando (tarea muy complicada) a los empleados durante meses enteros.

Mujer De Pie En El Muelle Cerca Del Barco Con Equipaje Y Bolso De Mano
 


"Ese fue un trabajo realmente duro. De casi mil tripulantes pasamos a 9, y ahí nuestra facturación fue cero. Apostamos a que se iba a reactivar y no nos equivocamos, pero nunca imaginé que la reactivación iba a ser a este ritmo", explicó finalmente para contar que el último mes batió su propio récord, con más de nuevos 80 embarcados, cuando lo normal son un 30 mensuales.
 

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