En la oficina que Daniel Saramaga tiene en la sede de Patagonia Flooring hay varias frases de personajes históricos como Einstein y Mandela. A él le gusta citarlas y constantemente da ejemplos basándose en empresarios como Rey Kroc, fundador de McDonald 's.
No siempre se dedicó a la fabricación e instalación de pisos. En los '90, fue el dueño de Andre Kevin, una empresa referente para la clase media en lo que respecta a muebles. “Pero me agarró la crisis del 2001 y me mató. Porque yo estudié con bibliografía americana y crecí con endeudamiento. Eso en Argentina es imposible pero me sirvió para aprender”, recuerda el empresario en diálogo con Forbes Argentina.
Tomando a autores como Einstein y Darwin, Saramaga entendió que saber adaptarse es la mejor herramienta de una persona. Por eso fundó Patagonia Flooring, que en ese momento exportaba cinco productos de pisos de madera. “Hoy tenemos 170 y brindamos servicios de instalación y de diseño si el cliente lo pide. Acá el postulado N° 1 es que el cliente es nuestro norte”, asegura el CEO.
Entre contrataciones directas e indirectas, son 500 las personas que trabajan en relación a Patagonia Flooring. Además, cuentan con 65 puntos de venta en el país y el exterior. “Todos los meses los capacitamos, y me incluyo porque participo, en marketing y ventas. Somos todos un gran equipo”, comenta Saramaga.
Durante el 2021, la compañía tuvo su mejor año y la promedian una producción de 30 mil metros de madera por mes. La mayoría se vende en Argentina aunque el tipo de cambio actual no permite que se desarrolle aún más. “Por la pandemia muchas personas no gastaron dinero en otros productos o viajes y decidieron invertirlo en sus casas. Eso generó un aumento en la demanda”, explican desde la compañía que, al igual que los años anteriores vuelve a ser uno de los sponsors más destacados de Casa Foa.
“Me puse un tope en la vida y definí que no voy a trabajar más de medio día. Yo llego acá a las 7 de la mañana y máximo 7, 7.30 me voy...de la tarde”, bromea Saramaga. Incluso dice entre risas que vive en su oficina y que a su casa va a dormir.
En esa línea, el empresario sigue creando nuevos negocios y uno de ellos es Mudrá, un restaurante ubicado en Av. Córdoba 3942 y cuya carta es plant-based. “Tenía fecha de inauguración para el 19 de marzo del 2020 así que tuvimos que cambiar los planes pero hoy es un suceso”, comenta el empresario.
-¿Cómo les está yendo?
-Superó mis mejores expectativas. Nuestra mejor proyección era que íbamos a tener dos mil comensales mensuales y estamos en seis mil, que es el techo. Fue una apuesta que hicimos con Marcelo Boer y estamos muy contentos.
-¿Cuál fue la inversión?
-Alrededor de US$ 400 mil. Nos está yendo bien pero es como con el helipuerto. No nos hacemos millonarios con esto pero son negocios que funcionan y que nos gustan.
-¿Por qué plant-based?
-En el mundo hay una generación que entiende que si no cuidamos el planeta, todo se termina. En este caso, no es comida vegetariana ni vegana sino plant-based. Es alta cocina gourmet basada en productos elaborados de forma responsable y sustentable y donde no hubo sufrimiento de animales.
-¿Planean expandirse?
-Estamos abriendo en Madrid y muy probablemente en La Florida, Estados Unidos, pero eso lo maneja mi socio. Tampoco queremos expandirnos demasiado porque es un concepto de alta cocina gourmet que no va a ser masivo nunca. Entonces que saturar de Mudrá no tiene lógica. Quizás abramos uno en Nordelta pero no es para tener uno por cuadra.