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Negocios

"Daniel": de heladería de barrio a superar los 70 locales en Buenos Aires

Cecilia Valleboni Forbes Staff

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Veinte de los cuales abrieron en los últimos dos años. Las crisis, los aprendizajes y los planes de sucesión del negocio.

3 Febrero de 2022 11.14

En 2021, Daniel Paradiso, fundador de Helados Daniel, cumplió 50 años desde que pisó por primera vez una sala de elaboración de helados. Tiempo después fue reconocido como el creador del “super dulce de leche”, cuando en 1981 mezcló helado de dulce de leche con dulce de leche repostero, que se volvió un clásico de su cadena y del sector en general. 

Y, más allá de estos hitos en su trayectoria empresarial, 2021 no fue un año más para la empresa que nació en la zona norte del Gran Buenos Aires y se expandió en el Conurbano y Capital Federal. La pandemia lo sorprendió en pleno proceso de crecimiento. Y aunque algunos planes se dilataron, en los últimos dos años abrió 20 locales (11 en 2020 y nueve en 2021). 

Aquella primera vez en una heladería, hace más de cinco décadas, fue en Helados Roberto, una heladería de barrio ubicada en San Fernando donde Paradiso empezó a trabajar en la producción durante los meses de verano y las vacaciones. Por aquel entonces, cuando tenía 19 años y con el título de técnico electricista en mano, pensaba en dedicarse a hacer trabajos de ese estilo en forma independiente. “A los 18 años tenía algunos clientes y me dedicaba a arreglos de electricidad. Siempre supe que quería ser independiente o tener mi propio proyecto”, rememora. Lo que no sabía es que sería en el mundo de los helados. 

Helados Daniel - Sucursales

En 1978, un encuentro casual con Roberto, el dueño de la heladería, lo alentó a abrir su propio negocio de helados. A pesar de los miedos e inseguridades, el bichito le picó. “Me compré el diario y empecé a buscar máquinas usadas y un local para poner en marcha el negocio en un garage en Victoria”, cuenta Paradiso, que destaca la figura de Roberto -que hoy tiene más de 90 años- como su gran mentor. De hecho, siguió el mismo camino y le puso su nombre a la heladería. Arrancó con 13 sabores, que hacía junto a su mujer en las ollas de su abuela.

“Ese es el espíritu que queremos mantener hasta el día de hoy: una heladería de barrio”, asegura. En 1998, fue el primer año que Helados Daniel no cerró en invierno, dejando atrás una vieja tradición de los heladeros de oficio y que tuvo un fuerte impulso por el surgimiento del delivery. Tanto es así que, a fines de la década del 90, algunos empleados decidieron dar el salto a poner su propia heladería. “Pasaron más de 20 años y teníamos cinco heladerías, todo de manera muy informal. Eran de familiares o empleados que querían independizarse. Así fueron las primeras décadas. En 2012 llegamos a 12 locales. Los últimos años se produjo la explosión”, destaca.

El helado no tiene secretos” - DIA 32

En 2015, Paradiso decidió dar un salto que le permitió ampliar la oferta de productos y pensar en una gran expansión: pasó de una planta de 600 m2 en Victoria a una de 2.400 m2 en Garín, Buenos Aires. “Fue el puntapié para pensar en hacer algo grande y profesionalizar el tema de las franquicias, que es un negocio que hay que conocer a fondo y saber seleccionar a los franquiciados”, enfatiza.

 Con la nueva planta -donde produce unos 1,5 millones de kilos anuales- pudo además incursionar en productos extras al helado tradicional. Así, a los helados a granel se sumaron postres, mini tortas, palitos (llamados Danielitos), paletas artesanales y opciones veggie sin lactosa. “Hoy este segmento representa el 13% de las ventas y está en pleno crecimiento”, se entusiasma. En los planes para 2022 se encuentra duplicar el espacio de la cámara y triplicar el sector de depósito de materias primas. 

A hoy, las franquicias representan casi la totalidad de los locales y del plan de expansión de los últimos años. “La mayoría de los franquiciados tiene más de un local, y eso demuestra que está funcionando bien el negocio”, confía. Poner un local de Helados Daniel requiere una inversión de US$ 20.000. “Son negocios low cost, de baja inversión y pensados para el autoempleo. El retorno estimado es en 18 meses”, refuerza. 

La historia de Daniel, el hombre que hace 50 años entró por primera vez a  una heladería y hoy su firma tiene 70 franquicias

Para Paradiso, uno de los fuertes de su negocio es la calidad del producto y el menú de sabores, acompañados con un precio accesible. “Queremos ser siempre una heladería de cercanía, por eso no estamos en shoppings ni en centros comerciales importantes. Nacimos como segunda marca y queremos liderar en ese segmento”, asegura el empresario. Entre sus herramientas de marketing más destacadas está la creación del 'Día del helado Daniel'. Desde hace unos años, todos los 4 de octubre regala productos a los que se acercan a cualquiera de sus locales.

“Por semana, vendemos el equivalente a 130.000 cucuruchos, con lo cual si cada persona tiene un cucurucho llenaríamos dos canchas de River por semana”, grafica el empresario. Hoy, del volumen total anual, dos tercios de las ventas se hacen en época estival. “El rubro cambió mucho en los últimos años y en invierno se vende cada vez más”, detalla. 

Nuevos aires

La formación fue uno de los pilares fundamentales de este empresario. Al principio se enfocó más en aprender el oficio heladero y el proceso de creación de sabores. Pero, con los años, el crecimiento de la empresa lo obligó a alejarse un poco del laboratorio y afirmarse en el lugar de director de orquesta. “En el área de liderazgo tuve muchos aprendizajes y también fui aprendiendo de algunos errores”, se sincera.

Paradiso reconoce dos realidades distintas. Por un lado está el crecimiento de la empresa, con franquicias, y por el otro, la venta en los locales, afectada por la crisis económica. Durante la pandemia, el sector heladería fue el que menos impacto tuvo dentro del enorme mundo de la gastronomía. “A nosotros puntualmente, por ser un modelo de cercanía y no estar en grandes superficies, no nos afectó tanto”, resume. 

Helados Daniel - Prensa

Además, explica que 2019 había sido un buen año en ventas y eso le permitió tener un colchón para sobrellevar los primeros meses de caída del consumo. “La fuimos llevando, todavía no estamos en los valores de venta que querríamos tener pero no estamos mal. Más allá de la pandemia, lo que nos afecta es la caída del poder adquisitivo y la baja demanda”, confirma.

Sin embargo, durante tantos años en el negocio, Paradiso dice que ya le tocó atravesar varias crisis, cada una con un componente distinto. “Lo que se vive estos últimos tres meses no lo hemos visto nunca. Hay un exceso de oferta y baja demanda, lo que es un combo complicado. Para la temporada dependemos de que el clima nos ayude”, asegura. 

En sus proyectos para 2022, la expansión sigue en los planes. Hasta ahora, todos los locales se encuentran en zona norte, sur y Capital Federal. “Somos muy localistas, todavía no miramos el interior del país”, cuenta el empresario. Sin embargo, no descarta la idea de poder llevar Helados Daniel al exterior. “Hoy puede ser conveniente y estamos mirando a Miami”, describe.

DANIEL, una historia de pasión y éxito que te deja HELADO!!!. - TheBrandSoup

Cuando habla de su carrera profesional, uno de sus grandes orgullos es que sus hijas hayan decidido seguir su camino. En diciembre de 2021, se alejó de la compañía y pasará a ocupar un rol más de asesor, en un proceso de transición que ya lleva bastante tiempo. 

“Fue parte de un crecimiento personal, pensar que hay fines de ciclo y que uno puede empezar a vivir la vida desde otra óptica. No lo vivo con nostalgia, sino con la alegría de lo que vendrá”, se emociona. Y añade: “María Sol se encarga del marketing estratégico y la comercialización, y Florencia es intuitiva y muy efectiva”. Sin embargo, no se alejará de lo que más disfruta: el laboratorio de helados. “Me considero un bicho de producción”, resume. 

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