Durante una recesión, los empresarios a menudo se enfocan en mantenerse a flote: suspenden cualquier plan de crecimiento empresarial mientras esperan ver qué sucede con la economía. Sin embargo, esa puede no ser la mejor estrategia.
Más de la mitad de todas las empresas de Fortune 500 se inició durante una recesión o un mercado bajista. Teniendo en cuenta que las recesiones presentan oportunidades únicas para los dueños de negocios, es posible que su momento haya contribuido a su éxito.
Hay menos competencia durante una recesión y habrá acceso a los mejores talentos. Dado que se sabe que las recesiones interrumpen las tendencias de los consumidores, puede ser un buen momento para introducir productos y servicios que resuelvan problemas de una manera nueva.
No es fácil, pero hay muchas ventajas para iniciar o hacer crecer tu negocio durante una recesión económica. Aún así, debés asegurarte de hacerlo con las estrategias correctas implementadas. Acá hay cuatro formas de lograrlo.
1. Centrarte en la retención de clientes
Todos los dueños de negocios saben que deben enfocarse en la retención de clientes, pero la mayoría de las personas no lo ven como una estrategia de crecimiento.
Según HubSpot, incluso un aumento del 5% en la retención de clientes puede aumentar los ingresos de la empresa entre un 25% y un 95%, por lo que es fundamental para los resultados.
Antes de que puedas mejorar la retención de clientes, necesitás conocer tu tasa de abandono. Esta es la tasa a la que los clientes dejan de hacer negocios con vos durante un período de tiempo. Una vez que conozcas tu tasa de abandono, podés idear un plan para mejorarla.
Una forma de mejorar la retención de clientes es implementar un software de gestión de relaciones con los clientes (CRM). El software te ayudará a descubrir los patrones de compra de los clientes y ver cómo tus clientes interactúan con tu negocio. También puede alertarte sobre cambios en el comportamiento de los clientes que indican que podés estar cerca de perderlos, colocándote a la vanguardia.
2. Introducir nuevos productos y servicios
Durante una recesión económica, los clientes dudarán más en desprenderse de su dinero. Si no tenés una propuesta de valor sólida, será más difícil lograr que hagan negocios con vos.
Una forma de hacerlo es introduciendo nuevos productos o servicios en el mercado. Las recesiones son disruptores económicos, por lo que tenés la oportunidad de capitalizar las tendencias cambiantes de compra.
Comenzá a centrarte en la investigación y el desarrollo además de tus operaciones comerciales en curso. Esto te ayudará a identificar nuevas oportunidades y formas de diversificar tus ingresos. Incluso podés descubrir formas de entrar en un mercado completamente nuevo.
3. Continuá con la comercialización
Cuando las finanzas se ponen difíciles, el marketing suele ser uno de los primeros gastos que las empresas recortan, pero esto suele ser un error. El marketing constante es necesario si deseás hacer crecer tu negocio y, al eliminarlo, tu negocio podría terminar en una peor posición financiera cuando termine la recesión.
En lugar de eliminar el marketing por completo, concentrate en cambiar tu estrategia. Comenzá por identificar las tendencias de gasto de los clientes y cómo afectan a tu industria. Si notás que los clientes están recortando el gasto en un área mientras lo aumentan en otra, podés reposicionar tu negocio para alinearlo con las tendencias del consumidor.
El marketing de marca es una forma económica y efectiva de continuar comercializando tu negocio. A través de las redes sociales y el marketing por correo electrónico, te permite continuar construyendo una relación con clientes y prospectos.
Lo que es más importante, concentrate en tu visión a largo plazo para tu negocio y cómo medirás el éxito. ¿Dónde querés estar una vez que termine la recesión?
4. Considerá obtener financiamiento
La mayoría de las empresas intentan conservar la mayor cantidad de efectivo posible durante una recesión, lo que dificulta la inversión en marketing o el desarrollo de nuevos productos y servicios. Es por eso que puede valer la pena considerar solicitar financiamiento. Un préstamo o línea de crédito para pequeñas empresas puede ayudarte a acceder a los fondos que necesitás sin tener que recurrir a tus reservas de efectivo.
Las tasas de interés de los préstamos tienden a bajar durante una recesión, ya que la Reserva Federal bajará las tasas en un intento de estimular la economía. Aún así, la incertidumbre económica a menudo hace que los prestamistas se vuelvan más cautelosos y eleven sus estándares de préstamo.
Si tenés dificultades para calificar para un préstamo para pequeñas empresas, podrías considerar presentar una solicitud con un prestamista no bancario. Muchos prestamistas en línea tienen un proceso de solicitud fácil y requisitos de crédito más bajos y pueden proporcionar financiación rápida.
*Con información de Forbes US