Cuáles son los planes de expansión global de Biogénesis Bagó, la empresa que produce 500 millones de dosis de vacunas al año
Florencia Radici Forbes Staff
Florencia Radici Forbes Staff
En el mercado global de salud animal, que mueve US$ 38.000 millones al año, el 40% del negocio es de animales de compañía (esto es, perros y gatos), mientras que el otro 60% corresponde a animales de producción (vacas, cerdos, ovejas y aves). Dentro de ese mercado, un 80% de la facturación corresponde al top 10 de empresas más grandes. Y en el puesto 25 está Biogénesis Bagó, una compañía argentina pero con proyección internacional. La organización, especializada en el desarrollo, producción y comercialización de tecnologías destinadas a la salud animal, y cuyos accionistas son Bagó y el Grupo Insud, tiene la aspiración de entrar al top 20 de acá a 2026.
"Para eso, necesariamente tenemos que salir de América Latina y es lo que venimos haciendo", explica Esteban Turic, CEO de Biogénesis Bagó, quien agrega que a pesar de que el mercado viene creciendo a un 2% anual los últimos 5 años, ellos lo hicieron al 14%: "Somos la empresa número uno de la región. Animales de producción representa el 90% de la facturación y el 10% restante es de animales de compañía". Entre sus múltiples desarrollos, es responsable de la fabricación de las vacunas antirrábica y antiaftosa.
La diversificación, entonces, viene tanto desde el punto de vista geográfico como de segmentos. "Nuestra expansión fuera de América Latina fue, primero, más oportunística -por ejemplo, ante un brote de aftosa en un país, ofrecíamos nuestra vacuna, ingresábamos, consolidábamos el abastecimiento y estabilizamos el negocio. Pero ahora estamos en una fase de estrategia de globalización. Tenemos negocios en prácticamente todos los continentes", explica Turic. Sus mercados más importantes son América Latina, Asia, Europa, y Medio Oriente y Norte de África. El que más crece es Asia, mercado que Turic conoce bien porque vivió cuatro años en China.
Primero exportamos y crecimos en capacidad productiva para además sumar eficiencia. Hacemos foco en algunas oportunidades para que después se transformen en una estrategia más regional y de esa manera retroalimentar con más volúmenes. Expandimos nuestras capacidades productivas primero a nivel local y después a nivel internacional en las zonas donde merece la pena tener una planta, como Corea del Sur, donde tenemos un 65% de participación del mercado con la vacuna antiaftosa. O Medio Oriente, que tiene particularidades de composición.
Por portafolio de productos, el 70% de nuestra facturación es por la venta de vacunas, con lo cual es una empresa que está más enfocada en la prevención de enfermedades que en los tratamientos, aunque el otro 30% son antiparasitarios, antibióticos y productos enfocados en la reproducción, que también son muy importantes. Estamos muy cerca del veterinario, que es el que asesora al productor para prevenir la mayor cantidad de enfermedades vía la vacunación y para incrementar la productividad vía el manejo reproductivo y nutricional de los animales. Y por otro lado tenemos un capítulo de animales de compañía.
Somos hoy el productor mundial más grande de vacuna antirrábica. Tenemos alianzas estratégicas para promover la vacunación y alcanzar el objetivo de la OMS para que no haya más muertes por rabia en 2030. A nivel global, mueren 60.000 personas por año por rabia; una persona cada 9 minutos. La solución es muy fácil: vacunar.
Sí. Pasamos de una capacidad productiva de 1 millón a 40 millones de dosis y ahora estamos invirtiendo en una nueva planta para aumentarla a 70 millones de dosis por año. Producimos además 300 millones de vacunas antiaftosa y 100 millones de dosis de otras. Entre todas las vacunas, estamos cerca de producir 500 millones de dosis por año.
Sí. Tenemos tres plantas de producción: una para antiaftosa, otra para antirrábica y la tercera para vacunas, como respiratorias, reproductivas, clostridiales. Estamos invirtiendo en una cuarta planta de producción de vacunas para animales de compañía en Brasil, en Corea del Sur en una planta para aumentar nuestra capacidad en vacuna antiaftosa y tener un abastecimiento regional mucho más dinámico, y una planta para vacuna antiaftosa en Arabia Saudita para Medio Oriente y Norte de África. Porque las regiones tienen diferentes tipos de producción (Medio Oriente es más cabra y oveja, Asia cerdos y un poquito de rumiantes, y Latinoamérica es más rumiantes).
Un 40% es para el mercado interno y 60% se exporta. Biogénesis Bagó es la empresa farmacéutica de mayor volumen de exportación entre todas las farmacéuticas locales, incluido humano. Generamos US$ 3 por cada US$ 1 que exportamos en la balanza. Importamos US$ 1 y exportamos por US$ 4. Hay que reclamarles a los gobiernos tener incentivos para la exportación, pero hay una parte que es responsabilidad de los empresarios. Tenemos accionistas que tienen una mirada muy emprendedora y una vocación industrial de valor agregado, con una mirada que traspasa cualquier frontera.
En el campo de la fiebre aftosa no nos quedamos solamente con el liderazgo en la producción de vacunas, sino que ofrecemos otro tipo de herramientas complementarias. También abastecemos el servicio de banco para que, en casos de emergencia, haya disponibilidad de vacunas. Desde 2006 somos reserva de vacuna para EE.UU., Canadá y México. También para Taiwán y Corea del Sur. Son contratos de muy largo plazo. Además, con Corea del Sur y Arabia Saudita tenemos dos acuerdos de transferencia de tecnología con empresas locales para diseñar, construir y operar una planta de vacuna antiaftosa.
Corea del Sur está en un estadío intermedio, es una planta que tiene un edificio, finalizó la construcción civil y entra ahora en una fase de instalación farmacéutica de los equipos específicos para la producción de vacuna. Estará finalizada para finales del año que viene y entrará en operaciones en 2025. Arabia Saudita está en la etapa inicial de construcción: tenemos el terreno, el diseño de la planta también y está iniciándose la construcción. Estará finalizada hacia 2025 y entrará en operaciones en 2026.
Argentina es un país con mucha tradición en ganadería y un ejemplo en términos de estatus sanitario para la región y el mundo. Podemos exportar a prácticamente todos los países del mundo y el nivel de adopción de tecnología está por encima de la media de la región. Quizás otros países van más rápido en términos de volumen, pero no de eficiencia. Eso lo hace un modelo a seguir para el resto de los países, hay mucho intercambio a nivel productivo.
Lo gestionamos. No importa dónde estemos físicamente. Es muy importante estar en todos los lugares, pero no necesariamente quedarte en uno. Lo imprescindible es tener un plan estratégico, si no, no se pueden definir las acciones. Nuestra gestión es a través de un plan estratégico a cinco años que generamos dentro del board y que vamos actualizando.
Sí. Compramos el laboratorio IBSA y con eso un paquete de licencia de vacunas en Medio Oriente y Norte de África. Crecimos con la adquisición de la línea de hormonas del laboratorio HIPRA y con eso entramos automáticamente en el mercado europeo y expandimos a otros países de Medio Oriente y Asia el portafolio reproductivo, lo que nos ayudó a convertirnos en uno de los principales players en el mercado de reproducción animal a nivel global. Estamos creciendo en animales de compañía a través de productos que teníamos y que complementamos con algunos de distribución de terceros y la adquisición de Laboratorio Mayors. Y crecimos también en el mercado local con alianzas como la de Laboratorio Azul, que es una manera de llegar más al asesor veterinario brindando servicio de diagnóstico. Para los próximos cinco años vamos a crecer más por estas adquisiciones que de forma orgánica. No hay forma de sostener un crecimiento de dos dígitos si no es así.
Hay regiones del mundo que están muy maduras a nivel producción y eficiencia, como Europa y EE.UU., así que no se esperan grandes crecimientos. Están evolucionando muchísimo en la adopción de tecnologías o biotecnologías para el campo de salud animal en animales de compañía. Argentina cayó en volumen de producción de carne, pasó de un stock de 65 millones de cabezas a 52/54, pero creció en eficiencia y eso es lo que imagino va a pasar a nivel global. Muchos países están mejorando en eficiencia, acompañando la dinámica de crecimiento de las poblaciones y de incorporación de proteína de origen animal en la dieta de algunos segmentos. En animales de compañía, la tendencia es al uso de la biotecnología.
Vacunas es un capítulo maduro. Pero ahora se está abriendo un campo nuevo en el uso de anticuerpos monoclonales, proteínas recombinantes, productos terapéuticos, tratamiento con células madre. Para animales de producción pensar en estas tecnologías hoy es poco probable porque todavía son más costosas. Y se está avanzando muchísimo en el desarrollo de nuevas plataformas para la producción de vacunas también. Hay enfermedades para las cuales no existían vacunas que gracias al uso de nuevas tecnologías se van a poder producir
Se refiere a no enfocarnos solo en la salud de los animales, sino también en la salud de las personas. Hay dos capítulos muy claros. Uno con los animales de compañía, que están en contacto con las personas, y que como en los últimos años se “humanizaron” más las mascotas, están muy cerca de sus dueños. El compromiso más importante y relevante en eso es la vacuna antirrábica, pero también el uso de antiparasitarios. Y del lado de los animales de producción, mucha zoonosis (enfermedades que se transmiten de los animales a las personas). Somos productores de vacunas que pueden prevenir esas enfermedades y un instrumento de comunicación de que hay que hacerlo por una cuestión productiva y por las personas que están en contacto. Está demostrado que cuando hay campaña de vacunación obligatoria, la cantidad de casos en los animales disminuye drásticamente, con lo cual el riesgo de transmisión a las personas es mucho menor.