Desarrolladora Gastronómica es un grupo que desarrolla y comercializa marcas, sobre todo a través del formato de franquicias. Formado por diferentes socios -que prefieren mantener el anonimato-, es el grupo detrás de marcas casi ubicuas en el AMBA, como las pizzerías Kentucky y los restaurantes Dandy. Pero también es quien está detrás de Güerrín, la clásica pizzería de la calle Corrientes. Son, además, los dueños de la master franquicia de Sbarro, la pizzería ítalo-argentina que desembarcó hace tres años en la Argentina. Y también están impulsando algunas de sus marcas más nuevas, como Chicken Chill (fast food de pollo frito), Sunny (tapas y pizzas) y Puny (pastas & grill). 

"El sector de la gastronomía es muy dinámico, siempre entran jugadores nuevos y hay que estar atentos a las tendencias. Argentina es una plaza super fuerte para seguir creciendo. Y tuvimos la capacidad de aggiornarnos con los años", asegura Francisco Bazán, director de Expansión de Desarrolladora Gastronómica. "El concepto de marcas como lo conocemos hoy dentro de la gastronomía es bastante nuevo, porque antes no se trabajaba de esta manera. Es parte de la visión del grupo, estandarizar y que las marcas sean garantía de un determinado producto y una relación precio / calidad", añade.

Kentucky es una marca de 80 años. ¿Cómo sigue creciendo? 

Es una marca super elástica, que puede estar en zonas más populares y masivas, pero que también le va bien en Barrio Norte. La pizza es un producto muy anti crisis. Cuando al país le va mal, la gente busca llenarse pagando lo menos posible, y tenemos promociones de dos porciones de pizza y una bebida a $ 890. Amoldarnos a la identidad del barrio al que vamos. En este momento tiene más de 70 sucursales y hay siete locales en obra en distintos formatos -son todas franquicias.

¿Qué tipos de formatos tiene? 

Están los locales a la calle, pero también hay barras al paso en esquinas (como la estación de Morón o Liniers), barras en shoppings (abrimos en Tucumán y vamos por el segundo) y locales con auto pizza -el primero fue en Morón, y estamos abriendo uno sobre la 202 en octubre. Fuimos ampliando la propuesta, porque antes estábamos muy concentrados en AMBA. Pero en la pandemia abrimos tres franquicias en Montevideo, Uruguay, y después la llevamos al interior. Estamos en Tucumán y en obras en Salta, Mar del Plata y Santa Fe, y yendo a nuevas provincias. Nuestro objetivo es abrir 12 Kentucky por año. Además, en Palermo hay un spin off, Rebelde by Kentucky, que apunta al público joven, que sumará otro local en el mismo barrio en breve.

¿Y con Dandy? 

Tiene un formato clásico, el de restaurante con atención a la mesa, y el Dandy Deli, también otro spin off, que abrimos en Puerto Madero y en el shopping Alto Rosario a principios de este año. Es una marca que va a seguir expandiéndose. Los últimos en abrir fueron en Las Lomitas, Villa Devoto y Villa Urquiza, y ya hay 15 Dandy. Pensamos el próximo año abrir tres más y el siguiente, cinco. La principal virtud es que es una marca que trabaja todo el día, desde la mañana hasta la noche.

¿Cuánto cuestan las franquicias de estas marcas? 

Para la franquicia de Dandy, una barra de shopping arranca desde US$ 150.000. Para uno Clásica, obviamente es más. En el caso de Kentucky, una barra está cerca de los US$ 80.000. Y el recupero de la inversión está en torno a los 24 meses.

¿Cuáles son los planes para Sbarro? 

Abrimos el primero en la avenida Corrientes y después le siguieron Galerías Pacífico, Rosario, Abasto y Unicenter -este último con un local de 200 metros. Va a seguir creciendo.

¿No se canibaliza con Kentucky? 

No, porque están en estadíos distintos y tienen estrategias de posicionamiento diferentes. Kentucky hoy es un todo terreno y puede ir en cualquier barrio, Sbarro es un poco más de nicho, está posicionada más como un aspiracional. Apuntamos por ahora a locales flagship, el de Corrientes es el más grande del mundo y ganó el premio al mejor diseño. Probablemente abramos siete el año que viene.  

¿Cuál es la estrategia con Chicken Chill? 

Es una marca de pollo frito que nace para posicionarse como líder en esa categoría. Tenemos dos locales y un tercero en obra. Tiene un potencial enorme, es una categoría que está creciendo mucho a nivel mundial. Acá, hasta ahora, era un mercado que venían manejando las hamburgueserías, con una opción de pollo, y la única cadena es KFC. Pero pensamos que en tres años podemos ser los líderes de la categoría en cantidad de sucursales. Es una oportunidad porque es un producto que come muchísima gente, el pollo es muy noble.

¿Cuáles fueron las últimas cadenas en desarrollarse? 

Sunny abrió la primera sucursal en Devoto y la segunda en Puerto Madero, al lado del Dandy Deli. Apunta a un público joven, ABC1, con nocturnidad, aunque tiene algo de mediodía. Tiene gran protagonismo la coctelería también. El tercer local va a estar en Saavedra. Tiene para crecer similar a Dandy, no como cadena hiper masiva. La otra propuesta que abrió a principios de año fue Puny, al lado de Sbarro en Corrientes, que es de pasta & grill. Corrientes es una avenida que nos ha dado muchas satisfacciones, pero faltaba una propuesta distinta, es un local de dos plantas con vista y un chef italiano. Por ahora es el único, pero va a crecer. Excepto Güerrin, nos cuesta pensar en una marca de un solo local, lo que pensamos lo hacemos para que crezca.

¿Tienen nuevos proyectos o se imaginan con nuevas marcas o en categorías diferentes? 

Tenemos las categorías más fuertes tomadas, salvo hamburguesas, pero no queremos ingresar ahí. La idea es seguir creciendo con las marcas que tenemos. Analizo las nuevas tendencias, pero las tomo para aggiornar nuestras marcas y sus cartas, no para desarrollar una marca nueva. Hay cosas de nicho con potencial, pero que no son de nuestro interés. Sí hemos apelado a generar modelos complementarios, como en Puerto Madera que están juntos el Dany Deli y el Sunny. Tenemos para divertirnos con la cantidad de propuestas y apostar a que crezcan bien y sanas.

¿Cuál es la principal barrera de crecimiento? 

Hoy tenemos más cartas de intención que locales. Para nosotros es clave la ubicación y si no estamos seguros de que va a ser exitosa, no desembarcamos. Así que el tema de los locales es super importante. No es que nos frena, pero sí hace más lento el crecimiento. La gastronomía está pasando por un buen momento, me parece principalmente por dos motivos. De corto, con la inflación, a la gente le quema la plata y necesita gastarla. Y de mediano o largo, post pandemia, se le dio otro significado al salir a comer afuera, la experiencia. Además, mucha gente no volvió a la oficina y va a trabajar o tener reuniones a restaurantes. Son cambios de hábito más allá de la situación económica del país. Nosotros tratamos de mirar el vaso medio lleno. Es difícil cuando las reglas no son claras, pero siempre apostamos a más. Los franquiciados saben que a la larga Argentina es tierra de oportunidades. Suena cliché, pero en las crisis aparecen las oportunidades. En la pandemia nos pasó, apostamos a seguir creciendo de una forma sana y orgánica.

¿Cuáles son los planes para el exterior? 

Las marcas con las que vamos a crecer a nivel internacional van a ser Kentucky y Chicken Chill -por ahí más en el mediano plazo. Kentucky está con planes en la región, con consultas de otros países. Y Dandy, por ejemplo, es una marca que puede funcionar muy bien en mercados como el de Paraguay.