En 2022, Alurralde, Jasper + Asoc cumplirá su primera década. Y ese hito los encuentra en un momento interesante. Lo que venimos sembrando en la región y en los proyectos globales empezó a tomar cada vez más protagonismo. Es una parte sustancial de nuestro negocio. También la transformación hacia nuevos medios y la preponderancia de las estrategias digitales, cuentan Mariana Jasper, Matías Alurralde y Karina Riera, de Alurralde, Jasper + Asoc, quienes analizan cuáles son los principales desafíos que atraviesa el mundo de la comunicación.
En este sentido, se incorporó como socia Paula Ruiz, que tomó la dirección general además del liderazgo de la práctica de sustentabilidad, y como asociada Mariana Garavaglia, que lidera el digital hub. Entre los trabajos más importantes que llevaron adelante este año, destacan la campaña de social media para P&G de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el lanzamiento de la línea de financiamiento inclusivo de Banco Galicia, el trabajo junto a FLENI para consolidar sus canales de contacto virtuales en tiempos de pandemia, y el crecimiento del proyecto Escuela Plus de DIRECTV en todo el país.
¿Cuál es el principal desafío para comunicar?
Uno es la guerra por la atención. Estamos muy tironeados por los estímulos, y ser relevantes es el principal reto. El otro desafío es high tech, high touch: necesitamos conectar desde la emoción y lograr la sensación de que estamos presentes.
¿Cuál es el diferencial que aportan?
La mirada estratégica. La narrativa de una compañía (su storytelling) tiene un rol clave para que las organizaciones puedan concretar sus proyectos, alinea los esfuerzos de todos y produce una imagen de qué es el éxito. La ejecución y quiénes toman el trabajo con los clientes es algo muy importante porque no miramos la construcción de la reputación desde un lugar de estabilidad. Las compañías no tienen que prepararse para las crisis, sino para que siempre exista la crisis.
¿Cómo cambió la comunicación?
Cambiaron los canales, los formatos, las narrativas, la velocidad, la forma de hacer. Lo que no cambió es que trabajamos de conectarnos con personas, para comunicarles ideas y emociones y producir cambios. Somos personas hablándoles a personas.