María Inés Di Nápoli estuvo involucrada en la agronomía desde los inicios de su carrera, ofreciendo servicios agronómicos y asesoramiento a productores. En 2019, lanzó una plataforma de monitoreo de cultivos, que integraba datos generados en el campo con imágenes satelitales y sensores remotos. Esta herramienta les permitió a los productores tener acceso a toda la información necesaria en un solo lugar, mediante tableros de control productivo.
Sin embargo, Di Nápoli se dio cuenta de que faltaba un componente crucial: el impacto ambiental. Como consecuencia, nació la idea de desarrollar una herramienta para medir la huella de carbono. Así, en junio de 2021, lanzó la Calculadora de Huella de Carbono PUMA, la primera de su tipo en Latinoamérica, certificada y validada internacionalmente.
La trayectoria de la empresaria, marcada por una incansable búsqueda de eficiencia y sostenibilidad en la producción agrícola, llevó a Di Nápoli a fundar esta empresa que combina tecnología, ciencia y negocios para enfrentar los desafíos del cambio climático.
Su modelo de negocios se basa en la producción por hectárea o por cabeza de ganado, lo que significó que, desde sus inicios, la empresa fuera rentable, logrando un EBITDA positivo antes de su primera ronda de inversión. La inversión inicial, de aproximadamente US$ 60.000, provino de ahorros personales y aportes en desarrollo tecnológico por parte de un socio estratégico. En 2023, la empresa duplicó sus ganancias respecto a 2022, alcanzando los US$ 300.000. Para 2024, las proyecciones apuntan a ingresos recurrentes anuales de US$ 800.000 y la empresa espera llegar a los US$ 2 millones en 2025 y US$ 4 millones en 2026.
Triple impacto
Luego de seis meses de existencia, Plataforma PUMA consiguió su primer cliente de renombre: Bayer, que utilizó la herramienta para implementar el Programa ProCarbono en la Argentina. A partir de ahí, trabajó con importantes compañías como YARA, Viterra, Syngenta, Rabobank y Banco Galicia, así como con numerosos productores agropecuarios. “Fue un camino apasionante de aprendizaje, sinergia y crecimiento que fortalece el propósito y la cultura de quienes hacemos Plataforma PUMA”, señala Di Nápoli.
En la actualidad, Plataforma PUMA opera principalmente en el sector B2B, colaborando con compañías de la cadena de valor de la agroindustria, desde insumos hasta empresas de biocombustibles. La plataforma permite medir, certificar, reportar y monitorear emisiones de carbono de manera simple y escalable, cumpliendo con estándares internacionales como los del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y la Directiva Europea de Biocombustibles. Recientemente, obtuvo el reconocimiento de 2BSvs, estándar europeo para la producción de biocombustibles, como plataforma avalada y reconocida para el cálculo de la Huella de carbono para biocombustibles en Latinoamérica.
La compañía está en pleno proceso de expansión. Actualmente tiene clientes en la Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, México, Chile y Bolivia, y está en proceso de ingresar al mercado de Estados Unidos, Canadá y Europa. Además, estableció alianzas estratégicas con multinacionales para implementar programas de agricultura regenerativa en estos nuevos mercados.
En 2023, la empresa levantó una ronda de inversión de US$ 700.000 con el objetivo de mejorar su tecnología y apoyar su expansión comercial. En los próximos meses, lanzará una nueva ronda de inversión que cerrará en el segundo semestre de 2025 y estará enfocada en desarrollos tecnológicos y expansión a nuevos mercados. Puma crea valor facilitando la transición hacia sistemas productivos resilientes y sostenibles. La tecnología que desarrolla permite calcular el impacto ambiental, implementar prácticas regenerativas y reportar las emisiones de manera transparente.
Según explica Di Nápoli, Puma aporta un valor agregado a la industria por diferentes motivos. En primer lugar, facilita la transición hacia sistemas productivos resilientes, lo que pone a disposición tecnología que permite calcular el impacto ambiental e implementar prácticas regenerativas para mitigarlo. En segundo lugar, permite a las empresas mostrarles a sus stakeholders el impacto que está generando su actividad. Esos stakeholders pueden ser consumidores, colaboradores, accionistas, organismos públicos, instituciones financieras o la misma comunidad.
“Por otro lado -subraya la CEO-, Puma facilita la generación de negocios a través de la exportación de productos con baja huella de carbono y libres de deforestación. Pero también facilita la certificación digital y online, que promueve procesos y disminuye costos”. En este sentido, la plataforma ayuda a las compañías a calcular su scope 3, reportarlo de manera transparente, facilitar la verificación por los organismos correspondientes y monitorear su evolución para seguir generando negocio y mitigando el cambio climático que es el propósito.
En este contexto, el crecimiento de Plataforma Puma no muestra signos de desaceleración. La empresa está en un proceso de expansión fuerte, con un ritmo de crecimiento que aumentó significativamente en el último año: si se compara el primer trimestre de 2023 con el mismo período del año anterior, su facturación creció un 118%.
Con más de 1.500 productores y 40 clientes agroindustriales en la plataforma, Puma ve un mercado potencial enorme y busca adaptar sus servicios a las necesidades específicas de cada cliente, facilitando la transición hacia modelos productivos más sustentables y resilientes. Con un enfoque claro en la expansión y el desarrollo continuo, la empresa está preparada para jugar un papel crucial en la mitigación del cambio climático y la resiliencia de los sistemas productivos a nivel global.