Los fundadores de Entrenuts son muy jóvenes. Tenían 21, 22 y 23 años cuando, en 2020, fundaron Entrenuts. Todo surgió a partir de una charla informal entre Emanuel Fellay y Gabriel Aguilar, quien bromeaba con la idea de poner su fábrica de pasta de maní en Entre Ríos. Pero esa charla entre amigos -que surgió por una tesis de la universidad- se convirtió en un negocio, y la idea fue tomando forma hasta que se sumó Joaquín Colella en 2020.

“En ese momento, la pasta de maní era un producto muy de nicho y nosotros veíamos que estaba en las grandes ciudades del país -como Rosario, donde estábamos estudiando- pero no estaba en las ciudades más chicas”, cuenta Fellay, sobre el proceso que vivió en 2019. La startup arrancó con un crédito de $ 748.600 -luego inyectaron $ 400.000 más-, en una pequeña sala y luego compraron el 50% de la maquinaria para hacer la materia prima (la pasta de maní) y el resto lo pagaron en cuotas. 

La primera producción oficial del emprendimiento arrancó justo el mismo día que se decretó a nivel nacional el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, el 20 de marzo de 2020. “Arrancamos con una pequeña manga pastelera, con la cual producían entre 20 y 30 frascos por día, y lo vendíamos a través de redes sociales, con repartos casa por casa con guantes, máscaras y barbijos”, rememora Fellay. Y añade: “vimos el primer producto terminado y a las tres horas escuchamos la cadena nacional de Alberto Fernández”. 

Tres años más tarde, pasaron de ser un “pequeño emprendimiento” a ser una empresa que emplea a 46 personas. Entrenuts produce 7 variedades distintas de pasta de maní, con distintos sabores, sin azúcar, sin sal, aceites ni conservantes. Además, son 100% veganas, libres de gluten. También producen aceite de coco, miel y ghee. “Pasamos de producir 20 frascos por día, a la producción actual de 3.500 frascos por hora con procesos y maquinaria automatizada. Además, logramos conformar un excelente capital humano, joven, dinámico, con ganas de crecer y autosuperarse”, se enorgullece Fellay. 

“Cuando contamos el proyecto, ni nuestras propias familias nos tenían fe”, rememora y cuenta con gracia. Para Fellay, es cierto que no es un consumo tan argentino. De hecho, previo a empezar el proyecto, se estimaba un consumo per cápita que rondaba los 50 y 75 gramos de pasta de maní. Hoy, según datos del mercado, alcanza los 200 gramos per cápita. “Se triplicó el consumo: tuvimos la suerte de estar en la pandemia que tuvo un boom de alimentación saludable y caímos justo en la ola de crecimiento del producto”, destaca el emprendedor que tiene siete sabores de pasta de maní. 

En 2023, la empresa recibió el premio "Emprendimiento argentino del año", otorgado por la Subsecretaría de Desarrollo Emprendedor del Ministerio de Economía de la Nación Argentina, un concurso federal del cual participan emprendimientos de todo el país que son postulados por los gobiernos provinciales y seleccionados por la Subsecretaría de Desarrollo Emprendedor. “Para la cosecha de 2025, queremos hacer una integración vertical y poder producir parte de nuestro consumo del maní, para tener maní propio”, detalla el emprendedor, que buscará contar con algo de producción en el cluster manisero cordobés, que concentra el 90% de la producción de maní argentino. 

La firma está presente en todo el país, a través de más de 200 distribuidores además de grandes cadenas como Jumbo, Vea, Carrefour, Día y Coto, entre otros. Además, exporta su pasta de maní a Estados Unidos (el mayor consumidor del mundo, con un consumo per cápita que ronda los 4 y 5 kilos), Reino Unido, Uruguay, Chile y Brasil. “Siempre supimos que nuestro destino era el mundo”, asegura y añade: “Por eso estamos expandiendo la planta, para tener tres veces más de metros, con el objetivo de certificar normas de calidad internacional que nos puede abrir nuevos mercados”. 

“El 2023 para nosotros fue un año muy bueno, crecimos en facturación y un 500% en unidades versus 2022”, destaca. Además, de cara a 2024, planea el desarrollo de nuevas líneas de producto. “El año próximo será un año de muchos lanzamientos”, asegura Fellay. Además, se apunta a desarrollar nuevos mercados en el exterior y a un crecimiento de, al menos, un 20% más del personal actual y tener 2 plantas en funcionamiento. “Creo que ahora tendremos algunos meses más ajustados, pero 2024 esperamos que también sea un buen año y que nos permita sacar a relucir todo el trabajo que venimos haciendo”, cuenta el emprendedor, que destaca una facturación de $ 1.500 millones en 2023. 

La empresa se encuentra comprometida con el medio ambiente y cuenta con un proyecto junto a la cooperativa “cielo compartido”, empresa que se dedica al reciclado de residuos en el Departamento de Colón. “Además, como parte del compromiso que tenemos con el medio ambiente, estamos comenzando a medir nuestra huella de carbono, para posteriormente comenzar a medir la de nuestros proveedores. En nuestra nueva planta invertimos en panelería solar para generar el 30% de la energía consumida en nuestros procesos y estamos trabajando para ser una empresa B de triple impacto”, afirma Fellay.