En Río Cuarto, provincia de Córdoba, el Grupo Albanesi puso en marcha la ampliación de la Central Térmica Modesto Maranzana, que ahora alcanza una capacidad instalada de 475 MW.
Esta planta produce el 25% de la energía consumida en la provincia y alcanza a 233.000 hogares cordobeses. El proyecto forma parte del crecimiento de este grupo argentino, que además de estar presente en la Argentina, también está en Perú, país donde desembarcó recientemente mediante la operación de diez centrales térmicas.
Esta novedad, producto de una inversión de US$ 190 millones 100% privada, se inscribe en el proyecto de conversión de ciclo abierto a ciclo combinado de la planta de generación térmica más grande que posee Albanesi en el país, e incluyó la incorporación de una nueva turbina de gas, una turbina de vapor y las calderas correspondientes.
El presidente del Grupo Albanesi, Armando Losón (h.), destacó: "Celebramos no solo la finalización de la ampliación de la Central Térmica Modesto Maranzana, la más grande por capacidad instalada que tenemos en el país, sino también los importantes logros alcanzados desde que asumimos su operación. En casi 20 años, hemos invertido más de U$S 400 millones y sumado al sistema más de 400 MW de energía eficiente".
Esta obra, que acaba de ser finalizada, forma parte de un plan de inversiones por U$S 600 millones que Albanesi comenzó a ejecutar en los últimos años, para la construcción de 405 MW, que representan el 25% de su capacidad de generación total. Se trata de una iniciativa que está íntimamente ligada al rol que la compañía quiere desempeñar en el proceso de transición energética, construyendo y ampliando la capacidad de sus centrales, y transformándolas en energía más eficiente.
La misma metodología fue aplicada en la Central Térmica Ezeiza, donde este año Albanesi finalizó la obra de cierre de ciclo y duplicó la potencia instalada, al llevarla de 150 MW a 300 MW, con impacto directo en 200.000 hogares. Además, en octubre de este año la compañía inauguró la Central de Cogeneración Arroyo Seco, en Santa Fe, cuya construcción demandó una inversión de U$S 165 millones para inyectar 130 MW al sistema eléctrico de la provincia.