Influencers, agencias y empresas. El ecosistema del trabajo con influencers se completa con la visión de las empresas, quienes incorporaron a estos perfiles dentro de sus estrategias de comunicación y marketing en los últimos años, cada vez con mayor participación.  

“Es un canal que utilizamos desde el primer momento, con múltiples funciones. En estos tres años que llevamos en la Argentina nos sirvió para llegar a los diferentes públicos”, explica Agustina Machicote, Directora de Estrategia y Planificación para Rappi Cono Sur. “Para L'Oréal, es un canal que venimos utilizando desde hace muchos años, y es parte de nuestra estrategia de comunicación digital, porque somos parte de una categoría que es muy afín a la recomendación”, cuenta Gabriela Pérez Millón, CMO de L'Oréal Argentina.  

“Lograr que cada influencer le dé su toque a ese mensaje es lo que hace que llegue al público con otro nivel de engagement que el que podríamos hacer solo desde la marca”, asegura Machicote sobre la co-creación que tiene que darse entre los influencers y las empresas a la hora de transmitir los mensajes. Las marcas ya no son las “dueñas” del cómo se dice. Pérez Millón coincide: “Ellos tienen su audiencia y su manera de comunicarse con ellos y tiene que ser transparente y genuina. No hay guión, no son actores, por eso hay un trabajo de educación y darles las herramientas para que puedan hablar de la mejor manera de los productos”.  

¿Cuáles son los desafíos de comunicar a través de influencers? “Es un trabajo que venimos haciendo desde hace muchos años y está basado en el relacionamiento con ellos. Nos conocemos. Hacemos un trabajo de entender cómo es su comunidad, el contenido, los valores. En sí, pueden existir dificultades, pero en nuestra experiencia es algo que cuidamos mucho”, dice Pérez Millón. “Es un tema inmerso en las redes sociales, la viralización tan veloz, un mensaje que puede ser tomado a mal y se viraliza rápidamente? Es un desafío de las redes sociales en sí mismas por fuera de cada influencer específico, pero es algo con lo que tenemos que convivir”, añade Machicote.