Sebastián Chicou, empresario argentino radicado en los Estados Unidos, viene trabajando desde sus inicios en la aviación para lograr que sea más eficiente, más accesible y más sustentable. Así, la fórmula para que la industria de la aviación ejecutiva cambie y genere impacto está en salir de la caja.

¿Por qué afirmás que la aviación ejecutiva es ineficiente? 

 

Con solo ver las estadísticas de uso de los aviones de negocios te das cuenta de que es una industria subutilizada: en los últimos 30 años, cada jet privado en el mundo vuela un promedio de 45 minutos por día y, si esto lo comparás con las 12/15 horas diarias de los aviones comerciales, denota la ineficiencia de la industria.

¿Será una cuestión de costos que un jet privado no vuela más horas? 

 

Es un círculo vicioso. Porque vuela poco los costos son elevados. Si un avión ejecutivo de alquiler charter vuela 300 horas en un año, la empresa aérea dueña de ese avión debe involucrar costos fijos (como hangar y seguros) y variables en solo 300 horas. Entonces, ¿qué pasaría si volara 600 u 800 horas al año con la misma estructura de costos? Tendría chance de reducir los precios de sus servicios y atraería otro tipo de demanda que, por lo precios, hoy lo descarta y se revertiría el círculo virtuoso.

¿Cómo se logra una oferta aérea más accesible al consumidor? 

 

Son un conjunto de factores los que deben cambiar. El acceso a la oferta aérea quedó en los años 90. Es increíble que un consumidor necesite tener un conocido en la industria para rentar un avión, que tengas que enviar un email o llamar por teléfono para pedir presupuesto, que te respondan en el mejor de los casos el mismo día, que no logres identificar un intermediario broker que agrega costo a la cadena de una verdadera empresa aérea certificada. La industria tiene un problema logístico en la distribución de su oferta y no llega a una masa crítica de clientes.

¿El sector es ineficiente en su conjunto? 

 

Como en todas las industrias, hay empresas que buscan mejorar procesos para poder mantenerse en la alta competencia, pero la gran mayoría tiene problemas inherentes a cualquier pyme. No nos engañemos, las empresas administran y operan aeronaves de alta tecnología, pero su estructura es de pyme y tienen ineficiencias propias. Por su tamaño y por la gran fragmentación de la industria, no acceden a productos financieros eficientes, procesos de pagos o poder de negociación con proveedores. Esto genera costos adicionales que termina pagando el pasajero.

¿La operación aérea también es ineficiente?

 

Una de las principales ineficiencias del sector son los vuelos vacíos que generan. Solo en Estados Unidos hay 3 millones de asientos vacíos por año, aviones que dejaron a sus pasajeros y retornan a la base o van vacíos a buscar a sus clientes. Si se pudiera monetizar ese desperdicio, podría aumentar la tasa de utilización de la misma aeronave y reducir costos. 

Viendo esta ineficiencia, ¿qué hay de la huella de carbono? 

 

Hay casos aislados donde pocas empresas aéreas ejecutivas mitigan sus emisiones de CO2, pero realmente muy pocas en el mundo están comprometidas. La industria en su conjunto no hace absolutamente nada. No solo las empresas aéreas no mitigan sus emisiones, tampoco lo hacen los propietarios de aviones privados. 

Es preocupante, porque esta industria contamina entre 4 y 15 veces más que la aviación comercial, entre otras cosas, por la tasa de ocupación: tenés un avión para 8 usuarios que tiene los mismos motores que uno que transporta 170 pasajeros; y, en muchos casos, ese avión de capacidad de 8 vuela con 2 pasajeros. También hay que decir que en muchos casos comprar certificados green no garantiza que se esté mitigando. 

Hubo y hay muchas irregularidades y falta de trazabilidad en la cadena, la clave es saber a dónde llega concretamente el esfuerzo de mitigar las emisiones. Cuando no hay seguridad en la oferta, desalienta la inversión en certificados verdes.

Es una gran oportunidad, ¿no? 

 

Estoy en esta industria desde hace 30 años, sé qué necesitamos para cambiar el paradigma de la aviación ejecutiva y estoy convencido de que estamos en el camino correcto. Hemos creado la primera fintech de nicho, V1 Financial Technologies, exclusivamente para la aviación de negocios, diseñada para resolver los problemas que describí.

¿Cómo funciona? 

 

Hemos lanzado este año al mercado una propuesta integral con una gran aceptación. Firmamos un acuerdo global con Mastercard y Salesforce, creamos herramientas de pago con capacidad de crear tarjetas virtual y físicas para el pago de gastos relacionados a la operación aérea 24/7, fundamental para la imprevisibilidad de los vuelos corporativos. Una empresa aérea o un propietario de aeronave puede crear tarjetas virtuales para la tripulación o una tarjeta física recargable para la aeronave y les agrega dinero en cualquier momento, incluso fuera de horario bancario y sin costos asociados.

¿Es solo soluciones de pagos? 

 

Estamos trabajando con uno de los brokers más importante de seguros del mundo y estamos con capacidad de llevarles a los operadores de aeronaves, como a dueños particulares, propuestas de seguros aeronáuticos y generales únicos en el mercado. Incluso estamos diseñando con ellos coberturas inexistentes hasta hoy en aviación general.

¿Tienen pensado algún programa de beneficios para clientes? 

Hay miles de pequeñas empresas con 4 o 6 aeronaves. La industria está muy fragmentada y las empresas aéreas individualmente no tienen poder de negociación, por lo que compran la mayoría de sus necesidades a precio retail. Desde V1 hemos suscrito acuerdos con Getaroom, del grupo booking.com, para llevarle descuentos de hasta 40% en noches de hoteles para sus tripulaciones, y con American Airlines, con descuentos para su personal de vuelo. V1 también absorbió JetsBooking, buscando con esta plataforma de reserva llevarles más distribución, más visibilidad y accesibilidad a nuestros clientes, las empresas de aviación.

¿Cuál es la promesa de valor de V1 Fintech? 

 

Nuestros clientes valoran poder acceder a tecnología financiera diseñada ad hoc, la flexibilidad a la hora de pagar sus gastos sorteando las complejidades bancarias y sus costos, volverse más eficientes en la compra de productos o servicios a través de V1 (como los seguros aeronáuticos o noches de hotel donde reducen costos drásticamente), y también agregamos valor dándole al cliente mayor visibilidad y difusión de sus servicios. Pero lo más importante, si queremos generar un impacto positivo, es que cada vez que usa las tarjetas V1 Mastercard el cliente recibe en su programa de rewards certificados verdes con trazabilidad mitigando así sus emisiones de CO2 automáticamente. Con V1 Fintech puede volar más, compra mejor, paga con flexibilidad y se vuelve verde. Ese es el círculo virtuoso, el cambio que queremos hacer en la industria.