¿Qué análisis hacés del impacto en el industria aerocomercial?
A nivel global, el impacto fue terrible: la industria perdió más de US$ 137.000 millones en 2020 y US$ 42.000 millones en 2021. Para este año vemos un rebote (se espera una pérdida de US$ 9.700 millones), pero hay que ver si es una V o W. La IATA aspira que la recuperación llegue en 2023. En Norteamérica, la industria tendrá una rentabilidad de más de US$ 8.000 millones este año, porque fue el primer mercado que se recuperó.
¿Y en el plano local?
Con la restricción en el acceso al dólar, la gente se dedicó a viajar al exterior con el exceso de pesos. Eso se vio en toda la región: hoy los vuelos tienen un 15% más de ocupación que antes de la pandemia. Latinoamérica tiene una recuperación de oferta de casi 85%. Argentina está más lenta. La industria doméstica se recuperó casi en un 85%, pero en el plano internacional no llegamos al 60% de lo que había antes de la pandemia. Air Europa, por caso, hoy tiene más oferta que en 2019, con 15 puntos más de ocupación y un ingreso medio casi 50% mayor por ticket.
¿Cómo se hace para, más allá de la coyuntura, seguir pensando a largo plazo?
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La industria aerocomercial salió del Covid y llegó la guerra, con el consecuente aumento del combustible de más del 40% de lo que se pagaba en 2021. Decí que hubo una demanda que acompañó ese incremento de costo, pero todavía no sabemos qué va a pasar. Se habla de que si la guerra sigue se pagará la energía un 50% más. Todo esto hace que perdamos la agenda que teníamos del mediano plazo, y no digo largo.
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Cuando mirás Argentina, todo se agudiza. Es imposible explicar la cantidad de malabares que hacen las agencias de viaje para poder operar con las líneas aéreas… Hace que tu agenda de negocios vire a solucionar problemas. Además, en la agenda política no hablan de conectividad. Nadie está pensando en traer más aerolíneas que vuelen hacia la Argentina.
Vos decís que no hay una política pública para desarrollar el sector…
Exacto. No hay una política para desarrollar nuevos hoteles, como hacen en otros países de la región. Como ejemplo, está Medellín: hay un montón de incentivos para volar, para la hotelería. Acá no estamos pensando en eso.
El director general de Air Europa para América, Diego García, explica el impacto de la pandemia y la guerra en la industria aerocomercial. A nivel local, cree que es necesario una política pública que impulse al sector.
