Establecer objetivos financieros para tu empresa puede ser una de tus responsabilidades más importantes como líder y propietario de una. Tus objetivos financieros sirven como mucho más que proyecciones ilusorias para atraer la atención de inversores potenciales. Forman la columna vertebral de tu hoja de ruta proyectada para el éxito, interno y externo. Algo que toda compañía debería poseer independientemente de su mercado, modelo o tamaño.

En mi experiencia y función, tuve la oportunidad de ayudar a otros propietarios de empresas a través de mis redes y sugerir formas en las que ellos también pueden establecer sus objetivos financieros. Por ejemplo, una vez escuché al dueño de un negocio indicar que fijaba sus objetivos financieros a ciegas. Querían ver un aumento del 15% año tras año. Sin embargo, no monitoreaban constantemente el estado actual de su negocio ni identificaban a lo largo del año áreas en las que necesitaban aumentar o recortar gastos para que ese objetivo fuera alcanzable.

Nos sentamos y discutimos formas en que recibir informes mensuales de sus equipos sobre ventas y gastos podría permitirle a él, como líder, dirigir el barco en la dirección correcta. Los datos son clave para todas las decisiones comerciales y deben utilizarse al tomar decisiones financieras. Tener objetivos es genial (y deberías tenerlos), pero deben ser objetivos que acompañen a tus datos para que sean alcanzables.

Por qué necesitás objetivos tangibles

Establecer tus objetivos comerciales te brinda la base para crear proyecciones, dirección, propósito y métricas centrales para medir tu éxito y fracaso honestos. Deseás establecer estos objetivos para la mitigación de riesgos, así como para la motivación y la responsabilidad. Establecer objetivos tangibles proporciona un marco sólido para la evaluación de riesgos.

Primero, te permite ver posibles dificultades financieras antes de que sucedan. Ver, medir y visualizar los criterios necesarios para el éxito también revela los criterios para el fracaso. Ambos sirven como dos caras esenciales de la misma moneda. Especialmente para empresas más jóvenes y más pequeñas que dependen de cantidades más pequeñas de capital.

En segundo lugar, establecer objetivos financieros realistas también te permite crear planes de contingencia sólidos para los posibles obstáculos que identifiques. Recordá, lo único peor que estar en una situación financiera terrible es estar en una situación financiera terrible sin ningún plan de escape.

Cada vez más empresas son conscientes de cómo la creación de objetivos de equipo, departamento e incluso de empresa puede motivar a las personas a actuar. Cuando hay un resultado deseado claro, es más probable que el equipo se armonice para lograrlo. Al aclarar metas y objetivos específicos con métricas básicas, los miembros del equipo pueden comprender mejor sus responsabilidades colectivas. Esto puede conducir directamente a una mejor comunicación, esfuerzo y eficiencia.

Cómo establecer metas financieras en cinco pasos

1. Evaluá tu estado financiero actual

Como propietario de un negocio, comenzás a establecer objetivos financieros al presentar una imagen clara del desempeño actual del negocio. Tu plan de batalla siempre comienza con un análisis en profundidad de tu desempeño. Utilizá toda la información a tu disposición para pintar un cuadro interno y externo. Esto debería incluir la evaluación de los flujos de ingresos, gastos, deudas, flujo de caja o cualquier cosa que pueda ayudarte a comprender dónde. Todo eso servirá para fijar objetivos financieros realistas y alcanzables. Cuanta más información puedas obtener, mejor estarás.

2. Definí objetivos claros

Escribí lo que querés lograr y sé lo más específico posible. La principal ventaja de establecer objetivos radica en su tangibilidad y mensurabilidad. Por lo tanto, comprometerse con objetivos vagos como "aumentar las ganancias" sólo te obstaculizará. En su lugar, deberías optar por un objetivo específico como "aumentar el beneficio neto mensual en un 15% en seis meses". Asegurate de utilizar tantas métricas sólidas como sea posible cuando describas tu objetivo. Depender de los números garantizará que todos comprendan los resultados deseados.

3. Alinealos con tu estrategia comercial

Tus objetivos financieros deben alinearse con tu estrategia comercial general. Esto significa tener en cuenta factores como los valores de la empresa, la declaración de misión y la visión a largo plazo. Los objetivos deben respaldar y contribuir al panorama más amplio de lo que deseás lograr con tu negocio (no solo financiero). Si tu objetivo es la expansión del mercado, es necesario que esto se refleje de manera tangible en los objetivos de inversión e ingresos necesarios.

4. Dividí los objetivos en hitos alcanzables

Los grandes objetivos pueden resultar abrumadores. Cuando tenés tus propios objetivos comerciales, deseás que sirvan como guía y motivación para logros futuros. Si los hacés sentir inalcanzables, pueden convertirse en inminentes recordatorios de fracaso, que es lo opuesto a lo que querés ver. Tomá todas tus metas y dividilas en pequeños hitos alcanzables. Esto también te dará oportunidades para celebrar progresivamente en el camino.

5. Asigná responsabilidades

Debés asignar responsabilidades para cada objetivo por separado. Un buen método para hacerlo es asignar equipos o departamentos clave a un objetivo financiero específico. Responsabilizá a cada uno de impulsar las iniciativas asociadas a los objetivos financieros. Iniciá un plan de acción y los hitos que se deben cumplir para alcanzar una meta establecida. Permití que tu equipo sienta una profunda sensación de logro compartido. Hacé que cada departamento sea responsable de una parte de ese objetivo. De esta manera, tienen la sensación de que la victoria de la empresa también es suya.

*Con información de Forbes US