Cuando abres el telón del proceso de la entrevista, te das cuenta de que hay muchas cosas de las que nunca te hablaron. Cumplir con los requisitos enumerados en una descripción del trabajo es solo una pequeña parte del proceso de contratación. Hay acciones fáciles de implementar que tal vez desconozcas que te harán destacar y ganar la oferta de trabajo.
Carisma, encanto y el factor de simpatía
Ponte en el lugar del entrevistador o gerente de contratación. ¿Preferirías contratar a alguien que posea todas las habilidades adecuadas, pero que parezca arrogante y difícil de trabajar con él, o preferirías una persona con la que resuenes y visualices tener una gran relación, aunque necesitara algo de capacitación y perfeccionamiento?
La mayoría de las personas probablemente elegirían a la persona con la que se vinculan. Siempre puedes aprender nuevas habilidades; sin embargo, es difícil cambiar la personalidad de una persona que ha trabajado durante un par de décadas.
La clave para navegar con éxito el proceso de la entrevista es lograr que a todos los involucrados les guste y quieran trabajar contigo. Es simple de hacer. Debes estar presente en el momento y escucha activamente al entrevistador. Usa su nombre cuando te dirijas a la persona, asiente con la cabeza cuando diga algo con lo que estás de acuerdo, evita interrumpirla mientras habla, mantén el contacto visual, sonríe y muestra un lenguaje corporal relajado.
Reformula una declaración hecha por el entrevistador para demostrar que entiendes lo que está diciendo. En lugar de esperar hasta el final de la reunión para hacer una pregunta, trata la entrevista como una conversación y plantea preguntas cuyas respuestas realmente deseas conocer. Estas acciones te posicionan como una persona auténtica, educada, curiosa e interesada en el rol. También genera buena voluntad y mejora tu simpatía.
Programación de entrevistas
Arregla con el entrevistador los días y horas de la reunión. Quieres demostrar, desde el principio, que eres considerado. Si la empresa pregunta por tu disponibilidad, no selecciones los lunes temprano por la mañana ni los viernes tarde, especialmente en verano. Este enfoque sordo creará tensión con el entrevistador. Quieren reunirse contigo, pero no están muy contentos con las horas que seleccionaste. Es desagradable y da una mala primera impresión.
Si bien puede ser una carga cumplir con su cronograma, es esencial demostrar que eres un jugador de equipo y deseas facilitarle las cosas a su nuevo jefe. Puedes decirle a la persona de recursos humanos o al gerente de contratación: La hora que ofreció entra en conflicto con otra reunión que tengo. Sin embargo, estoy muy entusiasmado con el puesto, la empresa y la oportunidad. Estaré encantado de comprobar cómo puedo reprogramar mi cita y volver a contactar con usted para confirmar la fecha. Al hacer esto, el supervisor apreciará que estás muy motivado para el puesto y dispuesto a tomar medidas para que esto funcione.
Compensación de negociación
Cuando recursos humanos te pregunte cuánto estás buscando, no digas el número que quieres. Agrega una prima del 10% al 20% al salario deseado. Cuando proporcionas un número, la persona de recursos humanos piensa automáticamente que estás disparando demasiado alto y reducirá la oferta.
Por ejemplo, si quieres un salario de $150.000 y dices que eso es lo que quieres, es probable que te ofrezcan alrededor de $120.000 a $130.000. Si respondieras pidiendo un salario base de $180.000, te ofrecerían alrededor de $160.000, que sería más de lo que te hubiera conformado. Ejecuta la misma estrategia para las opciones sobre acciones, el tiempo de vacaciones y tu título corporativo. Pide más, para que tengas espacio para negociar.
Consulta con el nuevo jefe
Antes de aceptar un trabajo, realiza la debida diligencia con el nuevo jefe, para que no te sorprendan. Es importante encontrar a una persona que trabaje en la empresa para obtener información privilegiada. Si no conoces a nadie en la organización, accede a tu red para obtener ayuda. Si tienes una base lo suficientemente grande, habrá una persona que conozca a alguien en tu empresa objetivo. Pregúntale a tu reclutador qué sabe sobre el gerente de contratación. Busca en Internet a la persona para ver lo que sale.
La empresa puede ser increíble y el trabajo maravilloso, pero tu posible jefe puede ser un factor decisivo.
Algunos gerentes son grandes mentores y defenderán tu carrera. Serán empáticos y te ayudarán a tener éxito y crecer. Lamentablemente, hay muchos malos jefes. Ellos sólo se preocupan de si mismos. El gerente se llevará todo el crédito por tu trabajo. La persona puede menospreciarte frente a los demás. Algunos líderes carecen de influencia. Es posible que estos profesionales no tengan el oído o el respeto de la alta dirección.
El arte de la charla trivial
Tanto el entrevistador como el entrevistado están nerviosos. El proceso de contratación no es algo natural. En una reunión de video o en persona, el entrevistador lanza preguntas y tienes que responderlas sobre la marcha de manera inteligente. Podría ser un asunto frío y clínico. El truco es aligerar el estado de ánimo. Esto podría lograrse participando efectivamente en una pequeña charla.
Además, antes de que comience la entrevista, hazle algunas preguntas al entrevistador. Podría ser: ¿Qué te hizo decidir seleccionar mi currículum? ¿Por qué quería reunirse conmigo? Esto empujará al entrevistador a articular las cosas buenas que vio en tu currículum.
*Nota publicada en Forbes US