Tras la renuncia del CEO de YPF y la reorganización de la gestión en un comité ejecutivo, la petrolera encara el ambicioso plan. Qué proyectos encaran y cuáles son los números que deben revertir.
Aunque Ricardo Darré sólo estuvo poco más de un año como gerente general, la baja performance de la petrolera en ese tiempo y las nuevas necesidades del número uno de la compañía y del Gobierno para esta nueva etapa aceleraron su alejamiento el lunes 28 por la mañana.
Desde la empresa privada con mayoría accionaria estatal emitieron un comunicado en donde dicen que el ingeniero industrial y químico había renunciado por motivos personales. Pero los trascendidos indican que su salida fue una decisión acelerada por un cúmulo de motivos, tanto económicos como estratégicos y hasta políticos.
Si bien cultivaba el bajo perfil, algunos piensan que habría sido muy abierto al dar opiniones a la prensa sobre cuestiones de la compañía y eso no cayó bien dentro de la petrolera ni en la Casa Rosada.
También se comenta que no estaba de acuerdo con la idea de vender la participación de la petrolera en Metrogas, pero es una versión incomprobable. Más allá de los rumores, la gestión del ex CEO y presidente, Miguel Galucchio, tampoco le dejó a su sucesor un panorama sencillo para revertir en tan poco tiempo.
El balance en números
En el balance anual presentado a la BCBA en marzo último, YPF cerró con pérdidas por primera vez en dos décadas, con $ 28.379 millones de resultado negativo, en gran parte por la deuda tomada en la anterior gestión.
Pese a que sus ingresos treparon un 34,6% en 2016 ($ 210.000 millones), los costos treparon un 48,3% a nivel interanual y la desvalorización de sus activos (propiedades, plantas y equipos) arrojó un enorme rojo en su patrimonio ($ 36.200 millones).
La acción de YPF ganaba $ 11,68 en 2015 y pasó a perder $ 72,13 un año después.
Además, la baja en la producción de petróleo del 2% no pudo ser compensada por la suba del 0,9% en el gas y el precio en dólares de los principales productos que comercializan también cayeron durante el año pasado: el crudo un 12,8%, las naftas el 16,3% en promedio y el gasoil un 18,6%.
En la primera mitad de 2017 la petrolera volvió a sumar ingresos por 17,5% a nivel interanual ($ 117.165 millones), pero el resultado neto volvió a arrojar pérdidas del 67,6% (6.414 millones).
Por supuesto que estos números no son responsabilidad sólo del saliente Darré; su expertise era la operación técnica de yacimientos y, hasta ingresar en YPF en abril de 2016 como CEO, había sido el CEO de Upstream de la petrolera Total en Estados Unidos.
Analistas bursátiles señalaban que estos números fallidos estaban más en la órbita del CFO y que su cargo tarde o temprano correría peligro, pero no fue así. Lo cierto es que ahora todo se aceleró y el nuevo impulso que el directorio de YPF pretende darle a la compañía va mucho más allá del cambio de gerente.
Cómo será el comité ejecutivo tras la salida del CEO de YPF
La mayor empresa del país, que factura más de US$ 12.000 millones por año, anunció al mismo tiempo una reorganización interna, dos nuevas posiciones estratégicas (Vicepresidencia Ejecutiva de Operaciones y Transformación y Comité Ejecutivo), un nuevo Comité de Asesoramiento de Geociencias y se prepara para su transformación en una compañía integral de energía, más allá de los hidrocarburos, como ya es una tendencia a nivel global.
A juzgar por lo sucedido, el presidente de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez, no veía en Darré el perfil adecuado para ejecutar esta nueva fase del planning operativo en marcha, más allá de haber cumplido “un papel destacado durante la transición en la búsqueda de la eficiencia y la competitividad”, según el comunicado de prensa difundido el lunes.
“El presidente de YPF, en conjunto con el directorio, decidió reorganizar la estructura del equipo de gestión con la creación de nuevas áreas y la concentración de la máxima instancia de la dirección en un nuevo Comité Ejecutivo”, aclararon desde la empresa.
Por eso ya están buscando un nuevo CEO, que por su experiencia puertas adentro y la buena llegada al Jefe de Gabinete, Mario Quintana, hay quienes piensan que sería el actual CFO, Daniel González, que integraba la terna para ese cargo en la selección hecha por la consultora Egon Zehnder el año pasado.
En cualquier caso, además de Gutiérrez, como líder de la organización, hay seis colaboradores que deberán tomar las decisiones estratégicas para que YPF se fortalezca a nivel operativo y revierta sus resultados negativos:
Daniel González (VP Administración, Finanzas y Desarrollo de Negocios), Sebastián Mocorrea (VP de Asuntos Corporativos, Comunicaciones, MKT y Servicios Jurídicos), Carlos Alfonsi (VP de Operaciones y Transformación), Santiago Martínez Tanoira VP de Downstream), Pablo Bizzotto (VP de Upstream) y Marcos Browne (VP de Gas y Energía).
Uno de los objetivos a mediano plazo es pasar de ser la quinta empresa de electricidad del país, posición que hoy ocupa entre las privadas, al tercer lugar. Desinvertir en la distribuidora Metrogas (en la que tiene el 70% del capital accionario a través del holding controlante GASA), algo que el Gobierno, a través de una resolución del Enargas, le había solicitado a la petrolera. Y ejecutar el plan de inversiones 2018 que sumaría alrededor de US$ 4.000 millones.
Por otro lado busca sumar nuevos socios para los diferentes proyectos, como el logrado este mes con la noruega Statoil para explorar shale oil en Vaca Muerta y los offshore en el talud del Mar Argentino.
También esperan impulsar la producción de crudo el año próximo con el aumento del número de pozos en operación, si logran adecuar los costos internos con los precios internacionales para que los proyectos resulten rentables.
Los nuevos yacimientos no convencionales todavía están en fase piloto y llevará más tiempo que ingresen en etapa de desarrollo. Pero el mayor desafío “es no aumentar la deuda de la compañía”, para lo que han establecido una “disciplina financiera”, según afirma el presidente de YPF.
http://www.forbesargentina.com/renuncio-ceo-de-ypf/