El gigante chino que en menos de 5 años se convirtió en el tercer fabricante de Smartphone del mundo. Una filosofía oriental del mundo occidental.
Dejen dormir a China porque cuando despierte cambiará el mundo”, decía Napoleón Bonaparte a principios de 1800. El amanecer del gigante oriental ya es una realidad que a pocos sorprende.
Su apertura a los mercados fuera de sus extensas fronteras cambiaron las reglas del juego en un mundo que, hasta hace poco, estaba dominado por los mercados occidentales, principalmente por Estados Unidos y Europa.
Mientras varias empresas apuntan a un crecimiento rápido y directo, sus políticas empresariales responden a la filosofía de una cultura milenaria que apuesta al largo plazo, donde el tiempo muchas veces es sólo un factor más.
30 años de historia
Si bien su nombre se coló en el mapa mundial de los celulares en los últimos 5, Huawei lleva 30 años de historia. La cual comenzó de la mano de Ren Zhengfei en 1987 y con una inversión de tan solo US$ 5.600.
En aquel entonces, la firma era solamente distribuidor de centrales privadas de teléfono. Pero en 1993 lanzó un switch telefónico con la capacidad de conectar más de diez mil circuitos.
Pero no todo fueron alegrías. A principios del año 2000, los Estados Unidos denunció a la empresa alegando que habían instalado un sistema de telecomunicaciones en Irak que violaba las sanciones de las Naciones Unidas.
El tema fue de tal gravedad, que el mismo ministro de relaciones exteriores chino, Tang Jiaxuan, negó de forma rotunda que empresas y compañías chinas asistan a Irak en la construcción de tendidos de fibra óptica para defensa aérea.
Sin embargo, la empresa continuó su camino y estableció alianzan con grandes empresas internacionales como IBM, Siemens, 3com y Symantec, lo cual empezaba a colocarla en el mapa mundial de las firmas tecnológicas.
La era de los Smartphone
El gran salto de la empresa se dio en 2015, cuando se transformó en la primera compañía china en comercializar más de 100 millones de dispositivos móviles en un año.
Un año más tarde, se transformaría en el tercer fabricante de smartphones más grande del mundo y con ingresos acumulados por US$75.1 mil millones. En tan sólo 12 meses, su participación general del mercado pasó del 2% al 11.3%.
“Hoy existen pocas personas que no han escuchado de Huawei en el contexto de su negocio de dispositivos móviles”, afirmó David Moheno, Director de Relaciones Públicas para Latinoamérica de la compañía, durante el Huawei Media Open Day realizado en Buenos Aires.
La gran cooperativa
Ren Zhengfei, su fundador, es dueño de tan sólo el 1% de la empresa. El restante 99% es propiedad de sus 180 mil empleados en todo el mundo. La firma suele afirmar que se considera a sí misma una colmena global que favorece el conocimiento colectivo antes que a la autoridad individual o a los gurús.
“Esto nos lleva al enfoque de Huawei que, como compañía privada, no se tiene que preocupar por las ganancias a corto plazo para satisfacer a accionistas, sino que se dedica a crear innovaciones significativas que van más allá de los dispositivos de la competencia que basan su valor en el marketing y/o en funciones vistosas, pero poco útiles”, sostuvo David Moheno.
Con respecto a la innovación, la compañía invierte el 10% de sus ganancias, cada año, para cumplir con su agenda enfocada en el consumidor. En los últimos 10 años, llevan una inversión acumulada de US$ 45 mil millones en I+D.