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Carlos Rosales
Negocios

Caso Garbarino, el plan de la firma en medio de la crisis

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Tras no prosperar el acuerdo con un potencial inversor, desde la compañía sostienen que ya hay firmados dos NDA con otros dos potenciales partners

5 Julio de 2021 10.59

Son días complejos para Garbarino, la mayor cadena de electrodomésticos del país, comandada por el empresario Carlos Rosales, dueño del grupo asegurador Prof y dirigente de San Lorenzo. Con pagos y sueldos adeudados a empleados y acreedores, en los últimos días, no prosperó la firma de un acuerdo con un potencial inversor con el que se había firmado un preacuerdo de confidencialidad exclusivo por inconsistencias en la propuesta en el período de negociación al no presentar avales.

"Rosales nunca pudo remontar el negocio, acuciado por una deuda extendida y el impacto de la pandemia en el consumo. Además del cierre constante de locales, en los últimos meses la empresa tampoco pagó sueldos. Fuentes sindicales fueron más allá en las últimas horas y directamente denunciaron un lockout patronal con cierre de comercios de la marca a nivel nacional", sostuvo una nota publicada hoy en Infobae por Sebastián Catalano.

A pesar de la reestructuración que logró Rosales con los bancos acreedores financiaron unos $ 4.000 millones, según fuentes del sector, la deuda total de la empresa, con proveedores y otros, ascendería a unos $ 15.000 millones, de acuerdo a ese medio. 

"La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) abrió a fines de la semana pasada un expediente en el ministerio de Trabajo mediante una carta firmada por su secretario General, Armando Cavallieri en el que aseguran: 'Habiendo tomado conocimiento de que la firma Garbarino SAIC ha procedido a cerrar la totalidad de sus sucursales en todo el país, es que venimos a solicitar de forma urgente se fije una audiencia con la empresa mencionada con el fin de que se aclare la situación por la que está atravesando dicha firma'”, detalló Infobae.

"Obviamente es comprensible la preocupación que atraviesan los empleados de Garbarino, el escenario que hay en los locales no es el que uno desearía", reconocieron a Forbes Argentina voceros de la compañía.

Sin embargo, desde la compañía aseguraron que están trabajando en un plan para intentar revertir esta situación. "Rosales no intenta vender, sino sumar partners".

La crisis de la empresa venía arrastrándose desde hace años. El desembarco de Rosales en la dirección, en 2020, buscó recuperar la senda de crecimiento, a través del reordenamiento de la cadena de pagos y del trabajo con proveedores. 

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En marzo hubo récord de ventas, superando los $ 430 millones, pero en abril, producto de la segunda ola de Covid-19 y la crisis local, las ventas cayeron 60% y en mayo, 75%.

En la compañía aseguran estar trabajando sobre tres líneas: por un lado, búsqueda de inversores. Ya hay dos acuerdos de confidencialidad (non-disclosure agreement, NDA) firmados, con dos potenciales socios. Uno es una empresa estadounidense, especializada en e-commerce, una ventaja tentadora a los ojos de Garbarino, que apuesta a volcarse a la omnicanalidad y a la reconversión de sus locales a formato pick-up.

También hay otras conversaciones con potenciales inversores, agregaron voceros de la firma. 

Por otra parte, desde Garbarino aseguran estar trabajando en un plan para saldar el atraso en los pagos de los sueldos. De acuerdo a voceros de la compañía, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le debe a Garbarino poco más de $ 440 millones en concepto de "retenciones indebidas aplicadas sobre Ingresos Brutos, no liquidadas antes de que Rosales comprara el año pasado la compañía".

 "La Ciudad había multado a Garbarino por $ 800 millones. Rosales saldó la deuda original y reclama el saldo restante. La Ciudad le liquida una parte pero todavía tiene $ 440 millones. Ese monto es casi equivalente al atraso con los empleados. Se está conversando con la Ciudad para ver por qué no se liquida eso si está ya saldada la deuda", dicen desde Garbarino.

El tercer eje es volver a recuperar la operatoria de la compañía, tras 45 días de cese de actividades en las plantas del sur. Recientemente, la firma estuvo en contacto con Newsan en busca de ayuda para destrabar el conflicto. Se espera que pueda haber algún avance en estos días, lo que permitiría a la compañía volver a operar en las plantas y ayudar así a pagar los sueldos.

"Otro punto es volver a contar con un volumen de mercadería que permita dar abasto a las ventas, a través de la conformación de un fideicomiso financiero privado para financiar la compra de mercadería. Se va a hacer a través de un banco, tiene un fideicomitente internacional y está administrado por un tercero. La idea es que haya flujo de dinero", dijeron voceros de la empresa.

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