Boeing cierra una importante adquisición para su negocio y calma la "agitación" por sus cuestiones de seguridad
El fabricante de aviones anunció la compra de Spirit AeroSystems, proveedor de fuselajes de muchos de sus modelos, lo que garantizará los estándares de calidad, tras las dudas que despertó el accidente de Alaska Airlines.

Boeing llegó a un importante acuerdo para comprar el proveedor clave Spirit AeroSystems, que fabrica los fuselajes de muchos de los aviones de la compañía; en medio de una inestabilidad por cuestiones reglamentarias y de seguridad. 

El fabricante de aviones anunció el acuerdo a primera hora del lunes, valorado en 4.700 millones de dólares.

En un comunicado de prensa, Boeing dijo que el acuerdo es una transacción totalmente en acciones valorada en 4.700 millones de dólares o 37,25 dólares por acción y que el valor total de la transacción será de aproximadamente 8.300 millones de dólares, incluyendo la última deuda reportada de Spirit.

 


El precio de las acciones de Spirit (el proveedor de los problemáticos jets 737 Max de Boeing) cerró a 32,87 dólares el viernes.

La adquisición también cubre los contratos de defensa de Spirit y Boeing dijo que "garantizará la continuidad de las operaciones" trabajando con el Pentágono y los demás clientes de defensa del proveedor.

Airbus, rival de Boeing, adquirirá "ciertos paquetes de trabajo comercial" que Spirit realiza para el fabricante de aviones europeo. Además, Spirit planea vender sus operaciones no relacionadas con Airbus en Belfast (Irlanda), Prestwick (Escocia) y Subang (Malasia). Boeing dijo que espera que el acuerdo se cierre a mediados de 2025.

 

En un anuncio aparte, Airbus confirmó que llegó a un acuerdo para hacerse cargo de las operaciones de fabricación de piezas de los A220 y A350 de Spirit. El fabricante europeo de aviones recibirá 559 millones de dólares de compensación de Spirit como parte del acuerdo por hacerse cargo de la división deficitaria y, a cambio, hará un pago simbólico de 1 dólar por la adquisición.

Dave Calhoun, el CEO de Boeing que dejará su cargo a finales de este año, enmarcó la adquisición como una forma de que la empresa mejore sus estándares de seguridad y calidad. “Al reintegrar Spirit, podemos alinear plenamente nuestros sistemas de producción comercial, incluidos los sistemas de gestión de la seguridad,  la calidad, y nuestro personal con las mismas prioridades, incentivos y resultados, centrados en la seguridad y la calidad”, afirmó.

Spirit, que hace fuselajes para los aviones Boeing 737 y 787 junto con otros componentes, se formó en 2005 después de que Boeing escindiera y vendiera su planta de fabricación de fuselajes en Wichita, Kansas. Tras la escisión, Boeing siguió siendo el mayor cliente de Spirit, pero el proveedor se vio sometido a escrutinio por cuestiones de calidad y seguridad. 

 

El fuselaje del avión de Alaska Airlines, cuyo tapón de puerta estalló tras el despegue a principios de este año dando lugar a una ola e cuestionamientos sobre la seguridad de la empresa, se fabricó en la fábrica de Spirit. 

Una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte norteamericana descubrió que los trabajadores de las instalaciones de Boeing en Renton no habían asegurado el tapón de la puerta con los cuatro pernos de seguridad necesarios. Sin embargo, los investigadores también descubrieron que el fuselaje del avión tenía remaches defectuosos alrededor del tapón de la puerta cuando Spirit lo entregó a Boeing. 

En febrero, Spirit informó, a pesar de un aumento en las entregas de aviones en 2023, que sus operaciones perdieron 633 millones de dólares.

Nota publicada en Forbes US.