La inversión del hombre más rico del mundo está orientada en la búsqueda de tratamientos contra el Alzheimer. Lo hará desde su patrimonio personal y no desde su fundación.
El multimillonario cofundador de Microsoft, Bill Gates, invertirá US$ 50 millones de dólares en el Fondo de Descubrimiento de Demencia, para buscar tratamientos contra Alzheimer, la cual afecta a más 50 millones de personas en el mundo.
La inversión ?que es personal y no forma parte de la fundación filantrópica Bill & Melinda Gates? será seguida de otros US$ 50 millones en empresas emergentes que trabajen en la investigación del Alzheimer.
“Es un enorme problema, un creciente problema y en escala de tragedia, incluso para las personas que siguen vivas, es muy elevada”, afirmó Bill Gates.
A pesar de décadas de investigación científica, no hay un tratamiento que pueda desacelerar la progresión del Alzheimer. Los medicamentos actuales apenas pueden aliviar algunos de los síntomas.
Sin embargo, Gates dijo que con innovación enfocada y bien financiada, es “optimista” de que puedan encontrarse tratamientos, incluso si están a una década de distancia.
“Probablemente tomará 10 años antes de que nuevas teorías sean probadas suficientes veces como para darles una alta posibilidad de tener éxito. Así que es muy difícil arriesgar una conjetura”, sostuvo sobre cuándo un medicamento efectivo podrá ser desarrollado.
“Espero que en los próximos 10 años tengamos medicamentos poderosos, pero es posible que no se logre”, agregó.
La lucha contra el Alzheimer
La demencia, de la cual el Alzheimer es la más común, afecta a casi 50 millones de personas en todo el mundo y se espera que afecte a más de 131 millones para el 2050, según el grupo sin fines de lucro Alzheimer?s Disease International.
El Fondo de Descubrimiento de Demencia (DDF, por su sigla en inglés), que fue lanzado en 2015 e involucra a los laboratorios GlaxoSmithKline, Johnson & Johnson, Eli Lilly, Pfizer y Biogen Idec, al igual que al Gobierno del Reino Unido, ya ha invertido en al menos nueve compañías emergentes que investigan formas de detener o revertir el proceso biológico que lleva a la demencia.
“Me interesé por el Alzheimer debido a sus costos ?tanto emocionales como económicos? para las familias y los sistemas de atención médica”, sostuvo y explicó:
“Una persona con Alzheimer u otra forma de demencia gasta cinco veces más de su bolsillo en atención médica que una persona mayor sin una afección neurodegenerativa. A diferencia de aquellos con muchas enfermedades crónicas, las personas con Alzheimer incurren en costos de cuidado a largo plazo y gastos médicos directos”.
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Gates remarcó que los US$ 50 millones adicionales serán invertidos en empresas emergentes que trabajen en enfoques “menos convencionales”, pero aclaró que aún no había identificado a esas compañías.
Si bien el foco de las donaciones de Gates está puesto en enfermedades infecciosas en países pobres, dijo que el Alzheimer captó su interés en parte por “razones personales y en parte debido a que hasta el momento ha sido un hueso duro de roer”.
La decisión personal
En referencia a su donación por una cuestión personal, Gates sostuvo que “es una enfermedad terrible que arrasa con quienes la tienen y con sus seres queridos”, y agregó:
“Sé cuán horrible es ver cómo las personas a las que uno ama luchan mientras la enfermedad les va robando su capacidad mental, y no hay nada que se pueda hacer al respecto. Es algo de lo que sé mucho, porque los hombres en mi familia han sufrido de Alzheimer”.