La demanda de alimentos a nivel mundial exige a los agricultores una actualización constante en los ecosistemas tecnológicos que derivan en el impulso de mecanismos financieros capaces de eficientizar el trabajo agrario. Los requerimientos de las nuevas generaciones estimulan herramientas financieras para resolver las necesidades de los productores en uno de los países que se mantienen a la vanguardia tecnológica en la agricultura de precisión.
Es sabido que el agro es clave para la economía argentina, donde seis de cada diez dólares que ingresan a las arcas del Estado provienen del sector productor, ya sea de forma directa, con materia prima, o indirecta, con productos de valor agregado. Pero, para que esto suceda, fueron necesarios un sinfín de productos de financiamiento e inversión que llegaron a potenciar el sector que año tras año apuesta a la innovación.
Allí, convergen productos tecnológicos y financieros como los bienes de capital: maquinarias, equipos y hacienda. Pero también de capital de trabajo: insumos agropecuarios, como semillas y fertilizantes. Desde la banca explican que, desde el sector, el segmento que más apuesta todos los años es la agricultura, y luego la ganadería. Sin embargo, con la reconversión tecnológica, el mercado de las agtech y fintech se está moviendo a una velocidad alarmante.
En la Argentina, precisamente, prevalece un gran ecosistema emprendedor que potencia a la cadena agroindustrial con soluciones tecnológicas que van de la mano con las más altas exigencias del mundo. Se habla mucho de que la segunda revolución en el agro local, luego de la siembra directa, va a ser la digital. El productor local se caracteriza por estar siempre a la vanguardia para sus procesos productivos. Las agtechs que logren capturar toda esa big data y transformarla en datos gestionables son las que van a estar mejor posicionadas a futuro. El desafío está en poder ser un actor clave en esta etapa con procesos más digitales para nuestros productos, dice Fernando Bautista, head de Agronegocios de banco Santander.
La oferta crediticia y de financiamiento de las principales entidades bancarias que operan en el rubro potencian las inversiones del sector productor en tecnología agrícola, ganadera, maquinaria y el incipiente mundo de las agtechs. La mayoría de los mecanismos que ofrece la banca están sujetos a tarjetas cuyos acuerdos especiales de financiación son con los principales proveedores de rubros como maquinaria, laboratorios y empresas agrícolas. Por otro lado, se cree que la digitalización en el agro es cada vez más una realidad que una expectativa. Por ello, es necesario el financiamiento de capital de trabajo, la inversión en bienes de capital y la mejora en tecnología en sus diferentes etapas productivas.
Esta asociación tiene un derrame muy rápido en la cadena de distribución, tanto de los proveedores a través de sus distribuidores o concesionarios, como también a través de todas las sucursales y canales de atención de la banca privada. El foco está en poder tener bien nutrida a nuestra Tarjeta Santander Agronegocios con acuerdos especiales con pago a cosecha, como también con las terminales de maquinaria agrícola, donde financiamos al productor con tasas en pesos a 48 meses con flujos semestrales, extiende. Los préstamos de las campañas agrícolas lideran la lista de las solicitudes del campo mediante contratos forward en pesos y en dólares que son utilizados para la compra de insumos para producir los alimentos.
Tanto es así que, frente a las oportunidades de crecimiento y expansión, Santander lanzó en abril pasado la marca de agronegocios de la entidad, pero también dio un paso más allá: abrió la primera oficina comercial destinada exclusivamente al productor agropecuario. Fue en la localidad de América, provincia de Buenos Aires, con el objetivo de potenciar la oferta financiera de la región.
El desafío es estar muy cerca de nuestros clientes. Este es el motivo de nuestra apertura en América, pero en este contexto no es suficiente sino que tiene que complementarse con una experiencia más autogestiva y digital. En esto nos estamos enfocando y trabajando muy fuerte para poder llegar con nuestra oferta crediticia a todos los sectores de esta economía de una forma más simple, señala Bautista.
En el Banco Galicia están en permanente búsqueda de desarrollo de productos que resuelvan todas las necesidades del productor, tanto para el financiamiento de capital de trabajo como la inversión en bienes de capital y la mejora en tecnología. En lo que respecta al financiamiento de capital de trabajo, la principal línea con la que operamos es Financiación Galicia Rural, que permite la compra de insumos del agro y también puede utilizarse para la compra de hacienda e insumos ganaderos, indica Hernán Busch, gerente Comercial de Agronegocios de la entidad bancaria.
A través de esa línea de financiación, la banca apunta a cerrar acuerdos de financiamiento con las empresas proveedoras de insumos, repuestos, hacienda y demás bienes o productos que adquiere el agricultor para conseguir eficiencia en el mecanismo de producción, con la tasa más competitiva del mercado. Actualmente, ya se están financiando insumos de la campaña 2021/2022 con vencimiento a julio 2022. Las tasas de referencia arrancan en 31% Tasa Nominal Anual Vencida (TNAv) para las alternativas de financiación a febrero 2022 y de 33% TNAv a julio 2022, explica Busch.
La plataforma Galicia Rural es una evolución de la Tarjeta Galicia Rural a través de la cual los productores pueden realizar compras financiadas de insumos y ganadería. Pero también busca potenciarlos hasta la cosecha con bajas tasas. En esa línea, trabajan con una plataforma especial para la compra de maquinaria a través de una red de convenios de financiación que arrancan en tasas de 28,5% a 36 meses de plazo.
Estamos acompañando programas especiales alineados con la sustentabilidad, como la línea especial para financiar soja sustentable que se ofreció en septiembre de 2020, explica el gerente comercial de Agronegocios de esa entidad.
La digitalización en el agro es una realidad que necesita de financiamiento de capital de trabajo, la inversión en bienes de capital y mejora en tecnología.
Por su parte, en 2018 el BBVA desarrolló convenios con programas enfocados en la tecnología agrícola con las principales empresas proveedoras de equipo para la agricultura de precisión. Esto eficientizó el trabajo del productor, pero también abrió una amplia gama de servicios bancarios impensados. Estamos financiando proyectos que van desde pilotos automáticos, monitores de siembra y cosecha hasta barrales de pulverización con detección de índice verde, afirma Diego Ranazzo, gerente de Empresas y Pymes de BBVA en Argentina.
Desde la banca, impulsan proyectos agropecuarios a través de 80 convenios a tasa subsidiada y ofertas precampaña, cuya financiación es a corto plazo con Tarjeta Visa Agro Latam, además de financiamiento a largo plazo para bienes de capital.
La firma trabaja en la operatoria de Sociedades de Garantía Recíproca del país (SGR), con préstamos de largo plazo para inversión, avalados por las principales SGR nacionales. Todos estos implementos se ven fuertemente apoyados por la información y seguimiento aportados por las agtechs.
El impacto real
En los últimos años, la inversión en maquinaria fue significativa. Según el Indec, en 2020 la facturación por venta de maquinaria agrícola fue de $ 100.817,8 millones y aumentó un 80,8% respecto del período anterior. Esto sería consecuencia no solo de la intención de inversión del productor agropecuario, sino de las líneas de financiamiento. Quedó muy en evidencia que se invirtió mucho en maquinaria de producción nacional por la falta de competitividad por el tipo de cambio para adquirir maquinaria importada, que viene con gap tecnológico más adelantado que el de la industria nocional, dice Sebastián Salvaro, fundador de AZ group, una consultora integral en agronegocios.
De todas las actividades económicas en la Argentina, la agroindustria es una de las más pujantes, más allá de las particularidades históricas que tiene la actividad. En este momento es lo más dinámico y federalizado del país, y se cree que va a tener mucho más impacto en varios eslabones a futuro.
El campo y lo que genera desde lo macroeconómico es la clave del éxito que tiene este Gobierno y los últimos gobiernos y los próximos de lo que impacta en la economía. Todas las empresas enfocadas en genética y biotecnología están viendo una oportunidad para invertir en el corto y mediano plazo, sintetiza Salvaro.