Cuando se trata de una entrevista de trabajo, la honestidad es siempre la mejor política. Pero los solicitantes de empleo más desesperados buscan cómo disfrazar sus respuestas a las preguntas más difíciles, con el fin de que sus respuestas no acaben con las posibilidades de empleo. A continuación, mostramos una guía para no mentir ni huir de las preguntas más complicadas.
¿Tuviste algún conflicto con tus jefes anteriores?
Preguntas como éstas son complicadas, ya que muchas personas dejan sus trabajos por conflictos con sus superiores. La pregunta puede formularse de varias maneras. La mejor opción es difundir la idea de que tuviste una relación conflictiva y ser conciso y terminar la respuesta con una nota positiva. No te vayas por la parte emocional.
Por ejemplo, "soy afortunado porque he tenido relaciones muy positivas con mis jefes. En mi último puesto, estuve en desacuerdo con mi manager sobre la mejor fecha de lanzamiento de un proyecto. Estaba abierto a escuchar más sobre mi recomendación y después de volver con alternativas, llegamos a una solución mutuamente aceptable".
O bien, decir: "Por lo general, pude evitar el conflicto con más comunicación y haciendo un esfuerzo adicional para entender las expectativas. Soy consciente de que mi jefe siempre va a tener la última palabra, por lo que mi papel es ayudar a facilitar la mejor solución en todo lo que pueda".
¿Qué es lo que no te gustó de tu último trabajo?
El mejor enfoque es siempre minimizar los efectos negativos y ser positivo. Es mejor abordar brevemente el tema que esquivarlo con una respuesta deshonesta: "Me encantó cada parte de mi trabajo".
Una posible respuesta a esto sería: "Me gustó la mayor parte de mis responsabilidades, especialmente X, Y y Z. Quizá lo que menos me gustó fue toda la parte administrativa, pero finalmente encontré la manera de hacerla más atractiva por...".
¿Cómo te describirían tus compañeros de trabajo?
El director de recursos humanos está interesado en una respuesta corta que ilustre la conciencia de vos mismo y también tu nivel de confianza. Un ejemplo podría ser: "Yo me esfuerzo por cooperar y ser amigable. Me gustaría que me imaginaran como una persona decidida a hacer el trabajo cuando otros pueden renunciar”.
¿Por qué renunciaste a tu último empleo?
Al director de recursos humanos también le interesa saber qué es lo que no cumple con tus expectativas. Si te han despedido el mejor enfoque podría ser explicar que llegaste a la conclusión de que no eras un buen partido para la causa X, Y o Z ? si eso es cierto. Pero si su entrevistador te presiona aún más, algo como esto podría funcionar: “Me despidieron, porque mi manager y yo sentíamos que nos estábamos moviendo en diferentes direcciones".
¿Podés explicar estos huecos en tu currículum?
Si se te pregunta sobre los huecos que hay entre puesto y puesto de trabajo, el entrevistador también querrá saber si no son porque te quedaste sentado sin hacer nada. Es importante transmitir que tu carrera es una prioridad.
Por supuesto, nunca digas “necesitaba un descanso de seis meses para eliminar el estrés de mi último trabajo” o “me tomé seis meses para decidir qué quería hacer”. Probá a decir algo como: “Yo estuve activo, quizás no profesionalmente, pero sí creciendo en otro ámbitos: voluntariado, proyectos, viajes?”.
¿Cuál es tu mayor preocupación sobre este puesto?
En función de tu relación con el entrevistador, tendrás mayor o menor libertad para expresar tus preocupaciones. Por ejemplo, si ya está la oferta casi asegurada y te preocupa el salario, ésta es tu oportunidad para hacerle frente a eso, pero si estás al principio del proceso y no tenés problemas, una posible respuesta sería: “Estoy realmente entusiasmado con esta oportunidad".
¿Cuál es tu mayor debilidad?
Esta es quizás la pregunta de entrevista más común y su respuesta puede determinar el resultado. Hay respuestas cliché como “soy muy perfeccionista” o “trabajo muy duro”. Pero cuando te hacen esta pregunta es para saber si sos consciente de que tenés una debilidad.
El truco es hablar de una habilidad pequeña que no esté directamente relacionada con el trabajo. Por ejemplo, si estás solicitando un trabajo como transcriptor médico, podés decir que tenés miedo a hablar en público, no que no puedas cumplir con los plazos. Y a continuación, te centrarás en lo que estás haciendo para mejorar o eliminar el problema.
*Nota publicada en Forbes España