La puesta en marcha de las nuevas normativas del Sistema Argentino de Importación (SIRA) planteó enormes desafíos a las empresas que lidian con la escasez de dólares y los retrasos en la aprobación de las importaciones, generando así interrupciones en la previsibilidad para las empresas que buscan recuperar sus contenedores de los puertos e impactando en la eficiencia general de su cadena de suministro.
A pesar de la reducción de los volúmenes de pedidos con proveedores internacionales, las empresas comprometidas con el comercio exterior se enfrentan a contenedores que descansan en los puertos o en almacenes aduaneros, a la espera de la autorización necesaria para acceder a la moneda extranjera requerida para el pago.
Como consecuencia de estas medidas, el costo semanal de retener las importaciones en el puerto tras el plazo obligatorio (que comienza después de la fecha límite de retirada de los contenedores) asciende a una media de 500.000 pesos. Para reducir estos gastos, una de las opciones viables es transportar los contenedores a depósitos aduaneros.
“Entre que la industria encarga la mercadería hasta que está en destino para su liberación hay una variedad muy grande de decisiones que la empresa tiene que tomar para ejecutar acciones en relación a coordinar los turnos para llevarla a un depósito fiscal, posicionar el camión y nacionalizar su carga. Todo eso requiere de una logística que es difícil de concretar si no se trabaja con operadores que sepan resolver operaciones terrestres complejas”, explica Luciano Gulletta, Gerente de Operaciones de Avancargo.
Para los propietarios de la carga, la situación generó complejidades en las operaciones diarias. Recibir un contenedor importado requiere ahora la coordinación con múltiples proveedores y la gestión simultánea de varios camiones para garantizar el traslado eficaz de las mercancías a sus destinos previstos.
Hay varias acciones logísticas críticas que entran en juego cuando se trata de contenedores que llegan a los puertos
Asegurar los camiones con certificación ISTA
Para transportar mercancías a depósitos aduaneros sin pagar previamente derechos de aduana, las empresas deben utilizar flotas de camiones con certificación ISTA. Esta certificación permite el transporte de mercancías aún no nacionalizadas. Sin embargo, la disponibilidad de este tipo de flotas certificadas no siempre coincide con la demanda, lo que provoca retrasos en los puertos y costes adicionales.
Devolución puntual de los contenedores vacíos
Una vez que los contenedores importados llegan a sus destinos designados, deben vaciarse y devolverse rápidamente a las terminales portuarias. Cada día que un contenedor permanece inactivo en un camión genera costes significativos, que oscilan entre 80.000 y 120.000 pesos. Además, los propietarios de la carga se enfrentan a "tasas de sobrestadía" impuestas por las compañías marítimas, a partir de 100 dólares diarios. El incumplimiento de las devoluciones programadas obliga a iniciar de nuevo el proceso, lo que prolonga aún más los plazos y aumenta los gastos.
“Por el volumen de operaciones de comercio exterior que tienen las plataformas digitales logísticas, estas pueden tener acuerdos con las terminales portuarias para gestionar los turnos con rapidez”, amplia Gulletta.
Negociar las tarifas de transporte
En un contexto inflacionista, las tarifas del transporte terrestre sufren frecuentes actualizaciones. A medida que los propietarios de la carga se ponen en contacto con diversos proveedores para asegurarse tarifas competitivas, las operaciones logísticas pueden sufrir interrupciones, lo que se traduce en un aumento de los costes. Además, la falta de hojas de tarifas estandarizadas contribuye a la incertidumbre que rodea al gasto final en transporte.
“Cuando la industria no tiene intermediarios para sus operaciones logísticas diarias, es probable que la disponibilidad del transporte y de los turnos que necesita para concretar el circuito, no estén garantizados. Las plataformas logísticas que manejan flujos de cargas grandes tienen sistemas de comunicación y gestión que resuelven el contacto con el despachante de aduana, la disponibilidad inmediata de camiones en su red, el aviso al fiscal que recibe la mercadería, el mantenimiento de stock y la coordinación de la entrega en planta”, explica Franco Díaz, CCO de Avancargo.
Al colaborar con socios en todas las terminales de carga y descarga, estas plataformas eliminan los problemas de disponibilidad de citas y facilitan la ejecución sin fisuras de todas las etapas de planificación. En última instancia, la logística desempeña un papel fundamental en la navegación por el panorama del comercio exterior de Argentina, garantizando un tránsito de productos más fluido y eficiente.