Aunque el origen de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer puede remontarse a una manifestación de trabajadoras textiles de 1857 -en plena revolución industrial- en Nueva York, que decidieron salir a las calles para pedir por mejores condiciones laborales, el hecho que marcó el 8M moderno fue la tragedia en una fábrica de camisas ocurrida en la misma ciudad. El 25 de marzo de 1911 un incendio causó la muerte de más de 120 trabajadoras textiles, en su mayoría, jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años. Su impacto convirtió al Día Internacional de la Mujer en una fecha emblemática, oficializada por la ONU en 1977.
En el marco de un nuevo año de su conmemoración, Forbes Argentina dialogó con Anahí Tagliani, asesora de pymes en promoción de la diversidad, inclusión laboral y bienestar, embajadora de la Fundación FLOR y directora Ejecutiva en Viviendas Asistidas (una pyme prestadora de servicios de salud, donde trabaja acompañando a los usuarios con enfermedades mentales severas en la rehabilitación psicosocial y su reinserción comunitaria), y analizó los desafíos que enfrentan las empresas argentinas en estas cuestiones.
-¿Cómo ves a las pymes, a modo general, en cuanto a las políticas de diversidad e inclusión?
Tenemos un pequeño grupo de pymes, que desde su adn e inicio de actividades están pensadas como empresas de triple impacto, con políticas y buenas prácticas en temas de diversidad e inclusión laboral. Pero para la mayoría de las pymes es una conversación, traducida a lo sumo, en alguna buena práctica. Hay dos cuestiones para mí que no permiten generar políticas de I+D, los sesgos y las problemáticas del sector.
La mayoría de las pymes que pasan su cotidiano lidiando con impuestos, deudas, problemas de financiamiento, reclamos laborales y variables no controlables, en general no se permiten poner un freno de mano a la gestión y repensar los beneficios que aportan al negocio incorporar diversidad.
Los sesgos, que están siempre, necesitan el espacio adecuado para permitirnos dudar, repensar y cuestionarlos. Se sigue creyendo a la inclusión laboral como una forma de ayudar a las personas que no tienen accesibilidad al trabajo, como si no existieran beneficios para la empresa incorporando perfiles diversos. Las pymes tienen su camino de aprendizaje propio y, hoy, están lejos de aplicar políticas que son parte de la cultura de otras organizaciones de mayor tamaño.
-¿Y respecto a la participación efectiva de mujeres y de perfiles diversos?
Las pymes no escapan a la realidad de la mayoría de las organizaciones, independientemente de su tamaño y sector. Hay más mujeres que otros perfiles diversos en todos los roles hasta posiciones de mandos medios, sin embargo, pocas mujeres acceden a puestos de decisión y menos aún otros perfiles diversos, entendidos como perfiles minoritarios. Los techos y paredes de cristal, así como los suelos pegajosos, entre otros, existen también en las pymes.
8M: El cambio es ahora y es colectivo
-¿Se ven cambios frente a años anteriores? De ser así, ¿en qué sentido?
La pandemia, como toda crisis social, política o económica impacta más en las mujeres y colectivos vulnerables, las tareas de cuidado y la conciliación familiar para trabajar en casa, impactaron en la productividad y las estadísticas de retiro del mercado laboral. Por otra parte muchas pymes no sobrevivieron y su cierre implicó pérdida de puestos de trabajo.
Pasada parte de la tormenta pandémica, volvemos a poner sobre la mesa la participación y contratación de perfiles diversos por sus habilidades, capacidades y fortalezas, su impacto positivo en el negocio y la necesidad de miradas con otro prisma en los puestos de decisión.
¿Qué creés que está faltando?
Es difícil educar y sensibilizar al tomador de decisión de una pyme para avanzar sobre políticas de diversidad e inclusión cuando todos los días lo convoca la gestión y problemáticas del sector. Digo, las pymes somos federales, podríamos replicar buenas prácticas y resolver, con empleo, muchas problemáticas sociales y beneficiar el resultado de nuestras empresas incorporando diversidad, pero vivimos apagando incendios.
Tengo la experiencia de vivir en primera persona cómo en el caos pyme, la diversidad aporta valor y soluciones. Y eso hay que compartir a nuestros pares pymes, mostrarles cómo y que se animen a dar el primer paso.
¿Cómo se podría desde el ámbito público ayudar a incentivar estas cuestiones?
Se necesita voluntad política expresada y traducida en políticas públicas que acompañen al mayor generador de empleo de nuestro país para que no viva en la urgencia y pueda aportar muchísimo más valor del que ya aporta. Por otro lado programas de sensibilización y acompañamiento en la temática amplificaría mas raídamente el impacto que hoy, depende del boca en boca de las pymes que recorremos este camino hace un tiempo.
-Por el Día Internacional de la Mujer. ¿Se puede pensar en buenas prácticas que puedan implementar las pymes para conmemorar esta fecha con sus colaboradores hombres y mujeres? ¿Qué se puede hacer para involucrar a toda la empresa y ayudar a la toma de conciencia sobre lo que representa el 8M?
Se puede pensar en acciones que trabajen sesgos, visibilicen la problemática del impuesto a la maternidad que dificulta el acceso al empleo de las mujeres en edad fértil o con hijos, se pueden comunicar las buenas prácticas que estamos llevando adelante y escuchar propuestas para mejorarlas, habilitar espacios de sensibilización, compartir los testimonios de las personas que representan colectivos minoritarios. Capacitaciones en relación a problemáticas de colectivos puntuales. Todo lo que invite a convivir con la diversidad, compartirla y poder expresarla. Si van a comprar regalos, que sean para todas las personas y la diversidad esté presente, se pueden adquirir en organizaciones civiles que trabajan por la inclusión, por ejemplo Fundación Multipolar, pero hay varias.
-¿Qué se entiende como diversidad funcional y qué beneficios trae?
Es una característica presente en toda la sociedad y se refiere a la existencia de personas con funcionalidades diversas o diferentes formas de hacer una misma actividad. Empezar a hablar de diversidad funcional nos facilita comprender que todas las personas somos diversas y tenemos los mismos derechos de participación en nuestra comunidad. Saca el foco de las ideas y estigma relacionados históricamente con la discapacidad y lo pone en la riqueza que hay en la diversidad, el respeto y la convivencia.
-¿De qué modo pueden implementarlo las pymes?
La incorporación de personas con discapacidad y de perfiles de colectivos vulnerables necesita apoyo, el empleo con apoyo es una modalidad de empleo que realiza una evaluación integral antes del ingreso, ajustes razonables si es necesario y brinda el apoyo para que sea sostenible en el tiempo. Lo importante es iniciar el camino.