Alejandro Butti: "Necesitamos que el gobierno que venga haga del equilibrio fiscal un plan"
Florencia Radici Forbes Staff
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Transformación cultural y digital en un contexto macro de wait and see. El resumen del año para Santander es, según Alejandro Butti, CEO y Country Head en la Argentina, el de profundizar los negocios del grupo y su ecosistema en el país, a la espera de que el contexto argentino reciba un nuevo viento de cola.
“Los bancos estábamos acostumbrados a una operatoria en la que los clientes casi que nos debían el favor de que los atendiéramos. Eso cambió”, asegura Butti, quien revela que el grupo este año invertirá US$ 140 millones en el país.
¿Todo el ecosistema Santander?
Como grupo. Estamos tratando de que el cliente deje de vernos como un banco para vernos como un grupo financiero. Queremos ser la mejor plataforma financiera del sistema argentino. Tenemos nuestro banco tradicional, también está Openbank (que se lanzó el año pasado y tiene 85.000 clientes), Super-digital (billetera digital), una empresa de consumo (para dar préstamos prendarios y personales a la parte baja de la pirámide) y Getnet, una empresa de adquirencia. Además, somos socios fundadores y el principal accionista de Modo. En los últimos tres o cuatro año abrimos más sociedades que en los últimos 15.
¿Cuál es la estrategia de Grupo Santander en la Argentina?
Primero, el cliente en el centro. Segundo, crecimiento rentable. Como grupo tenemos un poco más del 10% del negocio financiero en Argentina. Tenemos un plan a tres años para crecer bastante en eso. Tercero, excelencia operativa, digitalizando procesos, canales y productos. Cuarto, el concepto de plataforma: cómo hacemos para que todo interactúe y el cliente nos vea como un one stop shop. Quinto, transformación cultural.
¿Cómo están trabajando eso?
Dedicamos media jornada laboral a ese tema. Transformación cultural es realmente poner al cliente en el centro. Es un viaje que cambia continuamente. Hay temas que hace unos años no estaban en la agenda que hoy son super importantes, como la diversidad y la inclusión, siempre con visión de negocios.
¿Cómo ves al sistema financiero, teniendo en cuenta la coyuntura?
La coyuntura termina siendo casi estructural, hace 70 años hablamos de coyuntura. Hoy los bancos estamos bastante exentos de problemas estructurales. Liquidez y capital nos sobra, porque el sector sigue siendo nominalmente rentable (no en términos reales), con lo cual generamos resultado, y por restricciones al pago de dividendos se va acumulando el capital y tenemos liquidez. Y la solvencia es muy buena. El sector financiero está preparado para ser parte de la solución cuando se empiece a trabajar en los temas macro.
¿Qué necesitan para crecer?
Confianza. Cuando mirás la evolución de la deuda o depósitos sobre el PBI, el año pasado el ratio de depósito sobre el PBI es el doble que el de crédito. La otra mitad de los depósitos que no se prestan terminan yendo a financiar al sector público. Los bancos desarrollamos muchas estrategias para seguir creciendo en depósito, desarrollando productos transaccionales. Santander entra en el mundo de adquirencia para aumentar el volumen de depósito. Los préstamos vienen creciendo mucho más lento. Por eso necesitamos confianza de las empresas e individuos. La deuda pública de Argentina es mucho más baja que la del resto de los países. Lo mismo pasa con la deuda de las empresas y de los individuos.
Necesitamos que el político que venga o esté defina pautas que hagan al país más estable y confiable, lo cual provoque que la gente y las empresas tengan más ganas de invertir, y ahí arranca el círculo virtuoso. La teoría es simple, evidentemente la práctica debe ser más compleja porque no está pasando. Necesitamos que el gobierno que venga haga del equilibrio fiscal un plan de gobierno.
¿Qué está poniendo piedras a nivel macro? ¿La inflación, los impuestos?
Hay que arrancar por el déficit. Tenemos que equilibrar las cuentas públicas. Sin eso generás desconfianza en los que te financian, terminás emitiendo y se genera inflación. La inflación provoca que empieces a crear situaciones distorsivas en el mercado, como la suba de impuesto, y entrás en un loop donde todos los días vas enmarañado un poquito más la situación. Tenemos que lograr que el mundo quiera prestarnos plata como país más que estar viendo cómo hacemos para que nos financien.
¿Bajo qué condiciones se podría volver a generar crédito hipotecario?
Los créditos hipotecarios, por definición, son préstamos de largo plazo, a partir de una tasa variable que en general incluye para su cálculo la inflación. Inflaciones de 90 o 100% como base te distorsionan un montón de cosas.
¿Qué inflación prevén para este año?
Para 2023, 105/106%. Hablando de las hipotecas, tenemos que ir, idealmente, a una inflación de un dígito. Si son dos, bajos. Podés armar esquemas de hipoteca con tasas del 15 al 20%, no de 100%.
¿Ves medidas para bajar el uso de efectivo? ¿O los impuestos y la economía informal juegan en contra?
Argentina tiene una economía informal excesiva. Se eluden muchos impuestos. Premiar el uso de medios digitales versus billetes sería una buena medida, por ejemplo que los bancos tengamos que cobrar por depósitos y extracción de efectivo. Hay muchas cosas, lo que falta es la voluntad política para hacerlo. Es parte de las tareas que tiene por delante al que le toque gobernar.
¿Uno de los problemas son los impuestos que se cobran? Sin duda habría que ir bajándolos, lo que pasa es que bajar impuestos sin bajar gastos te agrava el problema, y bajar gasto es bastante inelástico en Argentina, sobre todo porque cada dos años tenemos elecciones. Los bancos podemos decir sin ponernos colorados que somos parte de la potencial solución que tenga que venir al país. A la famosa bola de Leliq de la que tanto se habla me gusta verla por el lado positivo. La solución es salir por arriba, no pensando en reperfilar. El día que se genere un poco más de confianza, las empresas y los individuos van a endeudarse más y la bola de Leliq se va a ir derritiendo. Toda esa plata, que son 10 o 12 puntos del producto, la podés ver como que podríamos duplicar los préstamos que hoy da el sistema financiero sin que haya ningún problema de liquidez. Si encima se empiezan a generar más depósitos (porque gran parte están en caja de seguridad o en el extranjero en moneda dura), la capacidad de prestar que tiene el sistema financiero es muy grande.
¿Es un año de wait and see?
Para nosotros no, pero de cara al gobierno sí. Me cuesta imaginar, por la serie de problemas que tiene que administrar y la situación con el resto de la política, que pasen cosas muy distintas. Sí hay cosas positivas, como el canje de ahora. Dentro del listado de problemas, el de la deuda es uno, y pasar eso a uno y dos años en condiciones de mercado debería ser una solución. Pero no veo que vaya a aparecer nada muy de fondo que cambie la dinámica en la que estamos. Lamentablemente, porque es tiempo perdido.
¿Están pensando en adquisiciones?
Cuando se habla de adquisiciones, a veces se piensa en comprar “el banco de enfrente”. En nuestro caso sería más como complementación. Hay segmentos del negocio fintech donde no estamos y nos estamos metiendo. Por ejemplo, estamos viendo el segmento de renta baja. Hay oportunidades.
¿Cuál es la estrategia de sucursales? ¿Qué van a hacer los clientes? ¿Van a venir más o menos?
No somos antisucursales, de hecho en mi cabeza existe un modelo híbrido. Hay que encontrar un equilibrio. Si los clientes cada vez vienen menos a las sucursales, y en paralelo los grupos financieros cada vez invierten más en digitalizar los productos, la lógica te indica que a futuro tener más sucursales no parecería ser lo indicado. Ahora, hay economía informal en Argentina que necesita de la red física, clientes habituados a la sucursal que se sienten cómodos viniendo y probablemente a futuro haya algún modelo de negocio que también nos haga necesario tener una red de sucursales, entonces no estamos pensando en que la sucursal se muera.