Adidas, el gigante alemán de ropa deportiva, está explorando la venta de su marca Reebok. La compañía decidiría en los próximos meses si finalmente desprende de ella o no. La revisión interna se encontraría en las primeras etapas, indicó Bloomberg,
La venta era una de las opciones que estaba considerando la empresa alemana como parte de un plan estratégico de cinco años que está programado para presentar el 10 de marzo de 2021. También podría decidir mantener el negocio.
Kasper Rorsted, desde que asumió el cargo de líder ejecutivo de Adidas en 2016, rechazó en reiteradas oportunidades los rumores de que quería vender la marca. Aunque sus acciones, que reflejaban un plan de reestructuración importante para reducir costos, despertaban muchas dudas: comenzó su gestión cerrando varias tiendas de Reebok de bajo rendimiento y dejó que expiraran algunos acuerdos de licencia. Y, como era de esperarse, esto generó en principio una reducción en las ventas de la marchita marca deportiva.
Después de que Reebok finalmente recuperase la rentabilidad a principios de 2019, Rorsted expresó su esperanza de impulsar las ventas con nuevas líneas de calzado como CrossFit Nano y FloatRide Run. Hasta comparó la supervisión de Adidas y Reebok con un padre que ama a sus dos hijos por igual.
Pero lo cierto es que Reebok sufrió más que Adidas durante la pandemia: Las ventas en la marca alemana cayeron un 33%, según datos de Bloomberg, mientras que los ingresos de Reebok disminuyeron un 42%. En el tercer trimestre, publicó The Wall Street Journal, las ventas de Reebok cayeron un 12,3% mientras que las ventas de Adidas cayeron un 6,7%. Rorsted indicó que Reebok se vio más afectada porque la marca estaba menos presente en el segmento de actividades al aire libre y para correr, donde los consumidores hicieron más compras durante la pandemia.
Vale recordar que Adidas compró Reebok en 2006 por aproximadamente US$ 3,6 millones, como parte de una apuesta por expandirse en los Estados Unidos y desafiar a su rival más grande en su propio territorio. Reebok en ese momento era patrocinador de la Asociación Nacional de Baloncesto. Pero el plan decepcionó decepcionado.