El acuerdo sellado entre el Mercosur y la Unión Europea abre una oportunidad única para muchos productores locales. Se inicia un extenso proceso de implementación que puede multiplicar la presencia de bienes y servicios argentinos en los mercados más exigentes del mundo. Sector por sector, aparecen beneficios y amenazas.
Ganadores y perdedores
El acuerdo no impacta en todos los sectores por igual. Aquellos productos argentinos que hoy ya son competitivos para salir al mundo resultan los principales ganadores. Encabezan la lista los productos agrícolas y la carne bovina, aunque también se anotan frutas, miel, pesca y vinos, según un informe de Abeceb. Del otro lado, enfrentarán desafíos la industria metalmecánica (principalmente automotrices y autopartistas) y los laboratorios. La ventana de 10 a 15 años para eliminar los aranceles a los productos europeos permitirá equilibrar la balanza.
US$ 7.270 millones fue el superávit del Mercosur con la Unión Europea en 2018. Un año antes, había sido de solo US$ 319 millones.
Nuevos acuerdos
La extensa negociación con la Unión Europea no impidió que Argentina siguiera negociando otros acuerdos. La Cancillería y el Ministerio de Producción tienen en agenda nuevos tratados con Corea, Singapur, Canadá y el bloque EFTA (Noruega, Suiza, Liechtenstein e Islandia). En la euforia de los anuncios, Mauricio Macri afirmó que espera además concretar un acuerdo con Estados Unidos, en conjunto con Brasil. El fallido ALCA de 2005 es un antecedente que no ayuda.
US$ 34.000 es el PBI per cápita de la Unión Europea.
Qué se firmó, por qué ahora
Un tratado de libre comercio implica que entre dos países o, como en este caso, dos bloques, el intercambio comercial se realice sin pagar aranceles o con una fuerte reducción de estos. La letra chica determina esos costos sector por sector. Se trata de un acuerdo con un status menor al que tienen los socios del Mercosur entre sí, que constituyen una unión aduanera, igualando los aranceles que cobran al resto de los países extrabloque. La oportunidad llegó después de 20 años gracias a la intención europea de romper con las señales proteccionistas de la guerra comercial Estados Unidos-China y a la coincidencia aperturista de los gobiernos de Brasil y Argentina.
El 20% del PBI mundial, estimado en US$ 17.000 millones, corresponde a la Unión Europea.
La integración de las pymes
Uno de los 17 capítulos que componen el acuerdo está dedicado a que las pequeñas y medianas empresas puedan sortear las barreras que suelen tener en el acceso a mercados externos. El convenio contempla herramientas específicas para beneficiarlas: asistencia técnica, participación en compras estatales, transferencia de know how y apoyo financiero. De ese modo, se facilitará su integración a las cadenas globales de valor. También recibirán beneficios las pymes proveedoras de exportadores, que verán impulsada su actividad.
770 millones de consumidores tendrá el área de libre comercio Mercosur-Unión Europea.
Una porción jugosa
Por primera vez en 10 años, Argentina consiguió en 2019 cubrir el 100% de la cuota Hilton, denominación de las exportaciones de carne de primera calidad hacia Europa. Se exportaron 29.500 toneladas de carne, principalmente a Alemania y Holanda, con arancel del 20%. Una vez implementado el acuerdo, ese arancel desaparecerá. Además, el Mercosur recibirá otra cuota extra de 99.000 toneladas, a distribuir entre los cuatro socios, con un arancel del 7,5%.
El 92% de las empresas argentinas que exportan manufacturas son pymes.
Reclamos de peso
Si bien apoyan la integración comercial con el mundo y la posibilidad de llevar sus productos a los 500 millones de consumidores europeos, los empresarios de diversos sectores no dejan de hacer advertencias. ¿Las principales? Será difícil competir sin variables financieras sanas, inflación baja y acceso al financiamiento. También reclaman por la presión impositiva. Más allá de los tiempos de preparación que prevé el acuerdo para abrir la competencia, es claro que los productores europeos no cuentan con esos problemas.