"La educación venía pidiendo a gritos un cambio, y un suceso tan extremo como la pandemia lo puso en tela de juicio. La tecnología se comió al mundo y se aceleraron los procesos; la gente, con necesidad de actualizarse y de que el cambio no le pase por encima, encontró en Acámica ese conocimiento", afirma Ignacio Puig Moreno. En 2013, junto a Gonzalo Orsi (marketing manager), Juan Badino (manager regional Cono Sur) y Tomás Escobar (CEO), fundó Acámica, una plataforma de educación online que ofrece una variedad de cursos intensivos en las habilidades más demandadas del mercado laboral tecnológico, como la programación y la ciencia de datos. El aislamiento convirtió a esta compañía en un boom con la expectativa de superar los 3.000 alumnos este año y duplicar esa cifra en 2021.
La academia dinámica (por eso su nombre) comenzó a gestarse en 2012 durante un Startup Weekend en Buenos Aires, donde se conocieron Gonzalo e Ignacio. "Teníamos el mismo problema de la industria, que no había desarrolladores. Uno extrapola para qué sirve la educación y es una herramienta para el futuro", cuenta Puig Moreno. Al poco tiempo sumaron a Badino, quien se desempeñaba en el mundo de la publicidad; y a Escobar, conocido por haber fundado la plataforma de streaming Cuevana, para que se enfocara en la pata tecnológica. Con la aceleración de Wayra y una inversión ángel de US$ 130.000 mediante iniciaron su camino emprendedor.
Su visión es la de ser una compañía tech que está en la industria de la educación. Tenían varios pilares sobre los que querían fundar su plataforma: que sea online, ya que creían que el mundo del futuro sería remoto; ser dueños de la propuesta pedagógica educativa; y que el aprendizaje se enfocara en habilidades tecnológicas.
Al principio lanzaron cursos autogestionados virtuales y hoy cuentan con cuatro carreras formales: desarrollo web full stack y front end; data science; y diseño UX/UI. "Es educación de calidad a escala", define el cofundador, quien ocupa el puesto de director de Desarrollo de Negocios. Y agrega: "Tenemos una oferta acotada de programas porque nuestro modelo se enfoca en hacer las cosas bien y después crecer. Cada uno tiene algunos requisitos previos, pero en sí son para iniciantes".
El modelo 100% virtual evolucionó hacia uno híbrido con mentores (así llaman a los profesores) en vivo a partir de 2016. "Tuvimos una gran experiencia a partir de una convocatoria que nos hizo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para hacer una iniciativa semi presencial con 1.000 personas y ese fue el puntapié", expresa. En 2018 abrieron un hub en Córdoba y otro en el barrio porteño de Palermo. A estos le siguieron academias en Bogotá y Medellín en 2019 y Ciudad de México este año, además de aperturas a distancia en Perú, Chile y Uruguay.
"La propuesta de valor no es sólo aprender con expertos, sino también con gente de otros países. La intención es que la persona regrese, ya sea para seguir aprendiendo o bien para enseñar".
Si bien la pandemia los llevó a retomar las clases de manera íntegramente online, no impidió que continuaran creciendo. "Estamos abriendo 16 grupos nuevos por mes", cuenta. "Estamos repensando el espacio físico -reflexiona- que creemos que ya no será para clases presenciales. Sin embargo, la propuesta de valor no es solo aprender con expertos, sino también la posibilidad de aprender con gente de otros países. La intención es que la persona después regrese, ya sea para seguir aprendiendo o para enseñar".
Acámica también se apoya en el trabajo conjunto en empresas de la economía del conocimiento, como MercadoLibre, Globant e IBM, como certificadores de los programas que brindan. "Les preguntamos qué habilidades buscan en un programador entry level, entonces los que vienen saben que van a aprender de lo último y los skills que piden las compañías", afirma. Hoy la compañía es autosustentable con un modelo de ingresos enfocado en las cuotas que pagan los alumnos particulares y las empresas, que capacitan a sus empleados.
Para 2021, los emprendedores están trabajando en ampliar el portfolio de cursos disponibles con tres programas extra. Por otro lado, buscarán adaptar para todos una serie de cursos intensivos de uno o dos meses que ya venían desarrollando para los usuarios corporativos. "Nuestra motivación ha sido, es y será acompañar a la gente en su transformación digital", sintetiza.
En números
Fundación: 2013.
Inversión inicial: US$ 130.000.
Facturación 2019: $ 72 millones.
Facturación 2020: $ 200 millones.