Desde que Gabriel Matyas, con una inversión inicial de US$ 20.000, abrió La Fábrica en 1994, la firma que se dedica a la producción y comercialización de productos de lunch, como sándwiches de miga, medialunas y repostería, supo adaptarse a los diferentes desafíos que le proponía la coyuntura: nació con el Efecto Tequila, atravesó la crisis argentina de 2001, superó los embates de una economía cambiante y ahora, a pesar del contexto recesivo, apuesta a seguir creciendo.
“El 2023 fue un año muy duro por el incremento de precios, pero ahora vemos un clima mejor de negocios, reflejado en los franquiciados interesados en nuestra marca. Aún el consumo sigue bajo, pero nos adaptamos con propuestas acordes”, revela Ariel Matyas, hijo del fundador y socio gerente y gerente Comercial de la empresa que el año pasado generó ventas por $ 7.800 millones y que produce anualmente unos 10 millones de triples de miga.
En este sentido, agrega: “Cambiaron los hábitos de consumo: el sándwiche de miga quedó como un producto de lujo y está creciendo la venta de medialunas”.
Pero la compañía, que emplea de forma directa a 100 personas y unas 70 a través de franchising, mira adelante y no baja los brazos. Al contrario. A pesar de la contracción, para este año proyecta aumentar la producción un 10%, motorizado por la apertura de nuevas sucursales. “Planeamos abrir 10 locales, además de relanzar el sitio web y presentar una nueva línea de productos panificados”, detalla Matyas, quien revela que, aunque la docena de triples de jamón y queso todavía es el producto más vendido, evalúa incorporar una línea de alfajores y de pan rallado.
Hoy, La Fábrica cuenta con 33 locales (cinco abiertos en el último año), de los cuales 15 son propios y el resto franquicias, así como tres plantas de producción (dos en el partido de San Martín y una en Ciudadela). Hasta ahora, los puntos de venta estuvieron concentrados en el AMBA. Sin embargo, Matyas comienza a vislumbrar, en una primera etapa, quizá en 2025, el desembarco en el interior. “Tal vez en Mar del Plata porque es la mejor vidriera del país. Allí veranea gente de todas las provincias”, añade.
¿Y el exterior? Todavía La Fábrica no cruzó fronteras. “El sándwiche de miga, nuestro producto icónico, es muy típico de la cultura rioplatense. Como posibilidad, tenemos en vista Uruguay, Chile y Paraguay, cuando surja el socio indicado”.
A tres décadas de su fundación, Gabriel Matyas, padre de Ariel, continúa al frente del negocio como gerente general. Este empresario de 70 años, que siempre comandó negocios relacionados como panaderías, restaurantes y de fabricación de productos de repostería, sigue tan activo como de costumbre, atento a las nuevas oportunidades, incluso en tiempos de crisis. Mientras tanto, de forma paralela, la compañía también desarrolló una segunda marca low cost, llamada La popular del sándwich, que ya tiene seis sucursales.