Reconstrucción posible
Laury Cullen Jr, laureado Rolex 2004, está logrando revertir un proceso de pérdida y una restauración progresivamente de la selva atlántica brasileña. El silvicultor e investigador encontró la ecuación para combinar la lucha contra el cambio climático y el fortalecimiento de la economía local.

Laury Cullen Jr es coordinador de investigación en el Instituto de Pesquisas Ecológicas - IPÊ (Instituto de Estudios Ecológicos) en San Pablo, posee una maestría de la Universidad de Florida e hizo su investigación postdoctoral en la Universidad de Columbia, además es autor de numerosos artículos como informes científicos. Fue justamente en el avance de su formación que decidió mudarse, por primera vez, a Pontal do Paranapanema. Era la década del noventa y se encontraba estudiando el tití león negro, una especie amenazada de monos. En esos años más del 80 % de la antiguamente inmensa mata atlántica, la inmensa selva atlántica de Brasil, había desaparecido. La destrucción del bosque para la obtención de madera y la agricultura habían generado un daño muy elevado a la vida salvaje de la región.

“Cuando llegamos por primera vez a la región de Pontal, y vimos el paisaje vía satélite, nos dimos cuenta de que la mayor parte de la vida salvaje existente tenía cero posibilidades de supervivencia a largo plazo”, recuerda Cullen.

Hoy, tres décadas después, hay una instancia concreta de esperanza. El Premio Rolex a la Iniciativa obtenido en 2004 le permitió involucrar a la población local en el trabajo de reforestación y establecer un vivero comunitario de árboles. Ya para 2011 logró completar el mayor corredor de Brasil (una línea verde de 700 hectáreas). La estrategia de Cullen consiste en la combinación de la restauración del paisaje con la generación de nuevas fuentes de ingresos para los agricultores locales que se hacen cargo de los nuevos corredores, generando de esta manera un gran logro de conservación comunitario: permitiendo proyectar un nuevo paradigma. Con el paso de los años la naturaleza comienza a brotar, gracias a esta nueva manera de vincularse con los recursos. Trabajando con minifundistas, Cullen está demostrando que las técnicas agroforestales pueden revivir la tierra degradada a la vez que se salva al bosque y la fauna, incluyendo a especies en peligro de extinción como el tití león negro, el jaguar, el tapir y el ocelote. Su organización ha estado reforestando a un ritmo medio de 100 hectáreas al año, lo cual equivale a más de un millón de árboles.

Cullen afirma que Pontal es “en un manantial de biodiversidad” y para seguir inspirando a su conservación inventó el Dream Map: un plan elaborado científicamente para restaurar 60.000 hectáreas de bosque en extinción junto con sus animales, conectando los fragmentos aislados del antiguo bosque para que la vida salvaje pueda moverse entre ellos.

“Se basa en intentar rescatar o recuperar la historia del paisaje pero también en recordar que tenemos 6.000 familias establecidas en su área. Así que tenemos a las personas, al bosque, al paisaje y a las especies.

Tenemos que combinar todos estos en la misma ecuación para la conservación” explica. Desde que empezó, el Dream Map ha guiado la restauración de 2000 hectáreas de bosque y la plantación de cuatro millones de árboles, además de generar 2 millones de dólares para la economía local. Además representa muchos de los ideales en los que se inspira la iniciativa Perpetual Planet de Rolex. Se atreve a adentrarse en nuevos campos de restauración, preservando el pasado y construyendo futuro. 

Encontrá más información en Rolex.org