En una de las regiones más inhóspitas del mundo existe una guerra silenciosa. Los pueblos rurales del norte de Pakistán se enfrentan a los leopardos de las nieves que atacan a sus rebaños. Pero hoy reina la paz. Pastores y felinos conviven en armonía gracias a la perseverancia y el ingenio de Shafqat Hussain. El antropólogo ambientalista diseñó un programa de seguros que compensa a las personas por cabras, ovejas, yaks y ganado perdido a causa de depredadores. Por esta estrategia innovadora obtuvo en 2006 el Premio Rolex a la Iniciativa que le dio el impulso que necesitaba para desarrollar al máximo sus acciones.
La clave de Hussain fue entender las razones que llevaban a los pobladores de los alrededores del Himalaya a matar esta especie en peligro de extinción. Esta es una zona muy dura ecológicamente, por lo que la subsistencia resulta muy difícil. Los pastores tienen una rivalidad muy especial con los predadores porque representan una amenaza para su sustento -explica Hussain-. Esta gente es muy pobre y no puede permitirse perder una cabra, una vaca o un yak. Así que para ellos perseguir al leopardo de las nieves es una reacción natural. Nuestro proyecto tiene como objetivo resolver este conflicto.
Originario de Pakistán y formado como economista y antropólogo en Estados Unidos y el Reino Unido, Hussain se convirtió en un conservacionista de la vida silvestre después de trabajar en proyectos de desarrollo rural sustentable en la provincia de Gilgit-Baltistán, en Pakistán.
No es fácil para nadie subsistir en este lugar donde los picos llegan a los 7.000 metros y las temperaturas marcan los -45ºC en enero. Hussain se dio cuenta de que para lograr la coexistencia de humanos y animales la solución era establecer fondos comunales. Luego, ese dinero se destinó a asegurar el ganado -principal fuente de alimento de los habitantes de la región- contra el ataque del leopardo de las nieves.
El Premio de Rolex abrió las puertas a otros contribuyentes. Aportó credibilidad a nuestro método, apunta Shafqat. Esto le permitió difundir su plan de seguros en otros diez valles. Además, surgieron programas similares en Nepal, Bután, Afganistán, India y China.
Un felino huidizo
La fabulosa criatura con manchas y ojos de granizo es el felino más misterioso del mundo. Extremadamente difícil de ver y de estudiar, también se convirtió en una de las especies más vulnerables. Conocida como el fantasma de las montañas por su naturaleza escurridiza, está clasificada en peligro de extinción por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se cree que el número de ejemplares disminuyó casi una cuarta parte durante los últimos 50 años. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que pueden quedar sólo 4.000 en el mundo.
Las perspectivas para este felino, que se encuentra generalmente a más de 3.000 metros de altitud, no son buenas. Los campesinos enojados porque pierden cabezas de ganado no son su única amenaza: también están los cazadores furtivos y la crisis climática que podría reducir en un 30% el territorio del Himalaya en el que vive.
Por eso, Hussain también se propuso estudiar al leopardo de las nieves para tomar decisiones que mejoren la protección de la especie. Utiliza cámaras trampa muy sofisticadas y análisis de ADN (a través del excremento) que le permite seguir de cerca la evolución del grupo que habita en Pakistán, que alberga entre 35 y 40 ejemplares.
Programa integral
Las 11 cabras que poseía una viuda de 80 años se convirtieron en la cena de leopardos de la nieve. La compensación creada por Hussain le permitió restaurar por completo al rebaño, que ahora cuidan sus nietos. Desde el principio, el experto tuvo muy claro que debía trabajar en profundidad con las comunidades locales para solucionar el conflicto que tenían con los grandes felinos, con quienes comparten territorio. En el último tiempo se tomó conciencia de que hay que abordar los problemas de la población local si quieren que la conservación sea un éxito, puntualiza el antropólogo.
Por eso, su iniciativa fue más allá del plan de compensación. También forma parte de su Proyecto Snow Leopard enseñarles a los aldeanos cómo construir refugios a prueba de depredadores, difundir material informativo sobre la especie y fomentar programas de educación. Todo con el fin de crear una nueva generación comprometida con la conservación del leopardo y otros animales salvajes del Himalaya. La intención es que, con el tiempo, el ecoturismo se convierta en un medio de vida alternativo al pastoreo.
Con esta mirada abarcadora, el antropólogo ambiental desarrolló un modelo que construye y mantiene un equilibrio donde prosperan tanto personas como leopardos. Su método virtuoso se puede adaptar a cualquier parte del mundo donde se generan tensiones entre la vida silvestre y las personas. Por eso, el proyecto de Hussain resulta un ícono de la iniciativa Rolex Perpetual Planet, que busca asegurar un futuro duradero tanto para la humanidad como para la naturaleza.