Pensar como un océano
Hace 25 años, la reserva marina de las islas Galápagos se convirtió en un Hope Spot, un área protegida por Mission Blue y Rolex como parte de su iniciativa Perpetual Planet. En 2022, Sylvia Earle lideró una expedición para evaluar el impacto que han tenido las medidas de protección.

Devolverles la salud a los océanos y a los ecosistemas marinos es uno de los grandes desafíos de estos tiempos. Y requiere, sin duda, un trabajo conjunto. En 2010, las islas Galápagos fueron una de las primeras elecciones de Sylvia Earle, la legendaria exploradora de los mares y Testimonial Rolex desde 1982, para convertirse en Hope Spot. Se trata de un área marina protegida por su organización Mission Blue, socio de Rolex como parte de su iniciativa Perpetual Planet, que apoya a personas y organizaciones clave para encontrar soluciones a desafíos medioambientales tales como la protección de los océanos. 

El archipiélago es un ecosistema único, formado por especies de flora y fauna muy particulares, difícil de encontrar en otro lugar de la Tierra. Tiene una abundante biodiversidad y cuenta con el potencial para demostrar cómo se pueden revertir los daños que los seres humanos provocan en los océanos. 

Cuando la oceanógrafa Earle visitó por primera vez el archipiélago en 1966, comentó que era “el lugar con más tiburones y peces que había visto en su vida”. Sin embargo, eso que lo hace especial también lo transforma en vulnerable: a medida que más personas fueron descubriendo la belleza de las islas y de la variedad de su biodiversidad, se fueron introduciendo especies invasoras, y la presión a la que se vieron sometidos los recursos locales se fue incrementando.

Una tortuga marina verde, parte de la biodiversidad de las Galápagos. Crédito: Rolex/Franck Gazzola

En 1998, Ecuador estableció la Reserva Marina Galápagos sobre un área que tiene una extensión de 133.000 km2 de aguas del archipiélago. Pero garantizar el uso sostenible de los recursos por parte de residentes, turistas y pescadores requería una labor de mayor envergadura. En 2022, casi 25 años después de la creación de la Reserva Marina Galápagos, Earle lideró un equipo de científicos multidisciplinarios en una expedición al Hope Spot durante dos semanas para evaluar el impacto que han tenido las medidas de protección. Como resultado de su exhaustivo análisis, identificó desafíos y oportunidades de cara a futuras labores de conservación.

Una gran parte de la expedición se dedicó a revelar la diversidad oculta y olvidada que habita bajo las olas, con el fin de establecer valores de referencia del estado de salud del ecosistema para poder darle continuidad a la medición en futuros estudios. Se utilizó tecnología de punta, como el ADN ambiental (environmental DNA o eDNA) y sistemas de video submarinos, que le permitieron al equipo descubrir datos de población vitales para especies animales poco estudiadas, como los caballitos de mar o las langostas zapatilla endémicas.

Los análisis de ADN ambiental aíslan rastros de ADN animal que quedan en la columna de agua y que, de otro modo, podrían haber pasado desapercibidos. Este no sería el primer hallazgo del equipo. Un tiempo antes, Earle y Salome Buglass, de la Charles Darwin Foundation, descubrieron nuevas especies de algas a muchos metros de profundidad. En la expedición que se realizó el año pasado, ambas se embarcaron en el sumergible DeepSee para ampliar su investigación. Lo que encontraron fue una grata sorpresa: regresaron a la superficie con una grabación que mostraba frondosos bosques. De acuerdo con la teoría que pudieron elaborar, los densos bosques de algas tienen un rol esencial en el refuerzo de la biodiversidad de la región. "En otros lugares, esos bosques son vitales para mantener la biodiversidad, y quizá hemos encontrado la pieza del puzzle que explica por qué la biodiversidad y la biomasa son tan ricas en las Galápagos", asegura Buglass.

Vista aérea de la Isla Darwin. Las Islas Galápagos son un archipiélago de 21 islas volcánicas. Crédito: Rolex/Jeffrey Garriock.

Compromiso sin fronteras

El equipo de la expedición también investigó los desplazamientos transoceánicos de animales marinos, capturando etiquetas de ubicación que registran la migración de tiburones desde lugares tan lejanos como el golfo de México o Costa Rica. Estos hallazgos significan un potente argumento para la cooperación internacional a la hora de expandir las acciones de protección marina.

Además, el equipo estudió los hábitats de las tortugas marinas, cartografió las zonas de alimentación de las colonias de pingüinos y midió los niveles de microplásticos. El trabajo de campo que se realizó ayudará a los ecologistas a lo que Earle denomina "pensar como un océano", reconociendo la conectividad entre ecosistemas y asumiendo que, para la vida marina, no existen las fronteras. 

Las Islas Galápagos son un Hope Spot, área marina protegida. Crédito: Rolex/Franck Gazzola

De hecho, en 2021, las naciones de Ecuador, Panamá, Colombia y Costa Rica anunciaron la creación del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, que contribuye a extender las aguas protegidas para generar una "migravía" libre de pesca en una ruta migratoria crucial para tiburones, tortugas, rayas y ballenas. El trabajo de Earle y su equipo deja en evidencia la necesidad de ampliar e incrementar las migravías disponibles.

Manuel Yepez y Alex Hearn son los Valedores de Mission Blue del Hope Spot de las islas Galápagos, figuras de referencia para la protección de una parte esencial del océano. Son quienes llevan a cabo proyectos de investigación y coordinan las actividades reuniéndose con gobiernos, empresas y líderes comunitarios, organizando eventos de difusión y trabajando con niños de todas las edades. Alex Hearn, del Galápagos Science Center, fue el principal investigador de la expedición liderada por Earle y el encargado de convocar al equipo internacional de científicos que participó en ella. "Si lo hacemos bien aquí, en las Galápagos, tendremos un modelo para todo el planeta", opina. 

 Sylvia Earle desciende para investigar las profundidades marinas. Crédito: Rolex/Franck Gazzola