Ideas innovadoras para salvar corales
La isla de Moorea, en la Polinesia Francesa, es un edén en medio del Pacífico. Playas de arena blanca, mar cristalino, montañas volcánicas tapizadas de verde y palmeras de todos los tamaños. Ahí vive Titouan Bernicot, hijo de cultivadores de perlas marinas, quien aprendió a sumergirse en el agua antes que a caminar. Su adolescencia transcurría entre el surf, la pesca y el buceo hasta que un día, entre olas, algo le llamó la atención: los colores brillantes de los arrecifes se habían vuelto fantasmales. Con el cambio climático, los eventos de blanqueo, que antes eran muy raros, son cada vez más frecuentes e intensos. "Me di cuenta de que mi mundo desaparecía delante de mis ojos y me dije: 'Esta es mi misión'", confiesa.
A los 18 años, la vida puso a Bernicot al frente de decisiones clave. En 2017 fundó Coral Gardeners, un proyecto para proteger y restaurar los arrecifes de coral del mundo a través de la educación, la conciencia y la acción. "Creciendo en Moorea no conocés a muchos emprendedores. Tenía que aprender trabajando. Tuve la suerte de rodearme de gente increíble y compartimos la visión de lo que queremos lograr. Hoy tenemos también la misión, el modelo operativo y la estrategia para cumplir metas", detalla.
El trabajo de Coral Gardeners es clave. Además de formar una barrera natural que protege la costa, los corales son como los ingenieros que construyen la casa para el resto de la fauna. El 25% de la biodiversidad marina del mundo se aloja en estos ecosistemas. Los peces de interés comercial se reproducen ahí. "Los corales son la fuente de todo", afirma Bernicot. El pronóstico es desalentador: la mitad de los arrecifes del mundo ya se perdieron a causa del cambio climático, la contaminación y la sobrepesca, entre otros factores, y pueden desaparecer por completo para 2050 si no se toman medidas. Para frenar el desastre, Bernicot y sus amigos montaron en pleno corazón del Pacífico un vivero de corales. Por eso Rolex apoya a Coral Gardeners a través de Perpetual Planet. Las iniciativas comparten la visión de proteger el mundo y trabajar para crear un futuro más sustentable.
¿Por qué esos vibrantes fucsias, violetas, rosas y lilas de pronto se ven fantasmagóricos? Lo que da la tonalidad a los corales son las algas que viven dentro de estos animales. Cuando sube la temperatura del agua, esa relación de simbiosis ya no es tan amigable y el coral expulsa al alga, por eso se queda blanco. Puede estar así un tiempo pero, si el fenómeno dura mucho, el animal pierde toda su vía de nutrición y muere de hambre.
La proeza del programa es que rescata corales en peligro y los cuida en viveros hasta que están listos para ser devueltos al arrecife. Bernicot, quien conoce ese mar de agua turquesa como la palma de su mano, ayuda a encontrar los recovecos más seguros bajo el mar donde instala "guarderías" para recuperar los corales.
La organización que lidera tiene seis viveros repartidos por la Polinesia Francesa. En esas estructuras sumergidas, los jardineros subacuáticos cuidan pedazos de este animal marino, para darle el empujoncito necesario para que crezca por sí mismo. El proceso de resurrección consiste en esperar entre 12 y 18 meses. Durante ese tiempo, los corales necesitan muchos cuidados. El equipo debe protegerlos y realizar controles para seguir su progreso. Cuando ya están saludables, se los devuelve a la naturaleza. El trabajo es laborioso y exige mucha paciencia: identifican áreas vacías donde antes vivieron corales y los pegan a la roca con un cemento marino. Reconstruyen el arrecife pieza a pieza. Los esfuerzos de restauración ya obtuvieron grandes números. Hasta 2023, Coral Gardeners plantó más de 30.000 corales.
El próximo paso es aumentar de escala el proyecto para que no sea apenas una gota en el Pacífico. "Queremos ser el programa de restauración de arrecifes más avanzado del planeta. Y abrir de 10 a 50 centros internacionales donde se enseñe a las comunidades a restaurar y cuidar el ecosistema de sus arrecifes locales. Reuniremos a todos los científicos, los ingenieros y los políticos para definir el futuro de nuestros océanos y arrecifes", ambiciona el CEO de Coral Gardeners.
Para expandir su trabajo, la organización desarrolló una plataforma de inteligencia artificial. ReefOS es una combinación de hardware y software que documenta todos los aspectos del proceso de cultivo. Incluye cámaras subacuáticas que ayudan a identificar especies de peces a medida que vuelven a poblar el arrecife, mapeo 3D de la zona y sitios de trasplante para mejorar el monitoreo y agrupar datos. La propuesta mira hacia el futuro y espera tender redes en torno al cuidado de los océanos. "Es muy importante utilizar herramientas modernas para acelerar lo que estamos haciendo. Me encantaría conectar diferentes proyectos de conservación", asegura Bernicot.
Quienes conforman Coral Gardeners son jóvenes con ideas innovadoras. Están decididos a revolucionar la protección de los mares y crear un movimiento global para salvar los arrecifes del mundo. Una de sus mejores armas para concientizar, ganar visibilidad y conseguir apoyo son las redes sociales. Sus fotos y videos llegaron a más de 200 millones de personas y cuentan con casi 600.000 seguidores en Instagram. Sus acciones apuntan a movilizar a las nuevas generaciones, ya sea para que se sumen como voluntarios o para que adopten un coral. Pero la mayor ambición de este equipo es que el mensaje se difunda por todo el mundo. Además, la organización recorre escuelas, organiza actividades de difusión y capacita a las comunidades locales para que se conviertan en jardineros y protejan sus arrecifes.
Cada vez son más las personas que entienden que colocar viveros bajo el agua no es una excentricidad sino una inversión de futuro, y que es necesario sumar voluntades. Por eso, esta idea de conservar el que está considerado el ecosistema más biodiverso del mundo hoy forma parte de la iniciativa Perpetual Planet que, impulsada por Rolex, pone el foco en proyectos que se esfuerzan por encontrar soluciones a los desafíos medioambientales actuales. "Es un honor unirme al legado de personas de la iniciativa de Rolex Perpetual Planet, siguiendo el camino de científicos y exploradores inspiradores como Sylvia Earle. Me dan ganas de meterme al agua y hacer más", sostiene Bernicot, con la esperanza de que los arrecifes vuelvan a ser coloridos.