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Joao Campos Silva - Rolex
Movimiento Inspirador

El rescate de un gigante

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Entre los cinco ganadores del último Premio Rolex a la Iniciativa se encuentra el proyecto del biólogo João Campos-Silva para sacar de la extinción al pez de agua dulce más grande del planeta. Salvar al arapaima también implica mejorar la calidad de vida de las comunidades de la Amazonía brasileña.

30 Noviembre de 2020 09.22

Trabajar en la Amazonía no es fácil. João Campos-Silva perdió parte de un dedo del pie por la mordida de una piraña, casi ve morir a un amigo después de que lo atacara la peligrosa serpiente surucucú y estuvo a punto de ser devorado por un caimán negro. Nada de eso hoy tiene importancia para este biólogo experto en pesca nacido en São Paulo, Brasil, en 1983, frente a la satisfacción de ver cómo su proyecto enfocado a salvar a un pez gigante en peligro de extinción prospera tanto mejor de lo que lo imaginaba. A tal punto, que trajo mejoras no sólo el ecosistema sino también a la calidad de vida de las comunidades de la región. 

La sobrepesca, la fragmentación del hábitat y la contaminación de las aguas hicieron que comenzara a extinguirse el arapaima. En la recuperación de este imponente pez -que alcanza los tres metros de largo y llega a pesar 200 kilos-, está la clave de supervivencia de la Amazonia y en eso se centran los trabajos del conservacionista brasileño, por el que recibió el Premio Rolex a la Iniciativa 2019.

“Muchas veces los ribereños se pasan todo el día pescando y vuelven a casa sin nada -sentencia Campos-Silva-. Mi proyecto intenta garantizar la conservación de la biodiversidad y mejorar la calidad de vida en las zonas rurales gestionando las poblaciones de arapaima”.

También llamado pirarucú, se trata del pez más grande de agua dulce que existe. Alimentó a los pueblos de la Amazonia desde el desarrollo de la primera sociedad humana en la región y no sólo es fundamental como medio de subsistencia de quienes viven al borde del río, sino además cuenta con un gran valor cultural. “Por eso es fácil involucrar a las comunidades en el plan de gestión de la pesca”, aclara el biólogo.

Para lograr la captura sostenible del arapaima, Campos-Silva ayudó a las poblaciones indígenas a organizarse para proteger al pez en sus territorios. La propuesta consistió en construir casas de madera a la entrada de los lagos y, desde ahí, poder proteger el entorno de forma permanente. “Lo vigilan 24 horas al día, siete días a la semana para que no haya pesca ilegal ni furtiva. Hay una cuota de captura y se realiza continuamente un censo poblacional”, suma el experto.

Como resultado, el stock de arapaima creció de apenas 50 a aproximadamente 4.000. Y no solo eso, también aumentaron muchas otras especies del ecosistema, como manatíes, nutrias, tortugas gigantes y caimanes negros que estaban al borde del colapso.

No sólo la fauna del área se está recuperando, sino toda la comunidad. La reactivación de la pesca aporta muchos beneficios sociales. Hoy creció la economía de los lugareños, quienes ahora cuentan con dinero extra para crear escuelas, centros de salud e infraestructura. Y también surgieron algunas ventajas inesperadas, como la contribución a la igualdad de género. “Ahora las mujeres tienen una función específica en el manejo del pescado y reciben una renta, lo que cambia el sistema patriarcal que ha prevalecido en la Amazonia. Esto hace crecer la autoestima de las comunidades, tradicionalmente olvidadas por el gobierno, que ahora pasan a sentirse autónomas”, asegura Campos-Silva. 

El próximo paso: exportar el arapaima. La carne no es lo único que se utiliza del pez. “Su piel, fuerte y flexible, es muy valiosa. Se usa para hacer botas. Intentamos crear un mercado”, recalca João.

Con el reconocimiento entregado por Rolex, Campos-Silva quiere extender el experimento a las 1.200 personas que viven a lo largo de los 2.000 kilómetros del río Yuruá, en Brasil. Su objetivo es cuadruplicar el número de arapaimas en los próximos tres años. Pero el mayor desafío es conciliar el respeto de la biodiversidad con el bienestar de las poblaciones. “Cuando la conservación cobra sentido para las comunidades rurales, proteger la naturaleza es mucho más fácil -resume el biólogo-. Esta historia tan positiva puede inspirar a otras personas a luchar por un mundo mejor”.

Encontrá más información en Rolex.org

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