En su perfil de Twitter, Krithi Karanth deja claras sus intenciones: Transformando la ciencia, la conservación y la educación para salvar la vida silvestre y los lugares salvajes. Esa idea la llevó a crear un programa comunitario llamado Wild Seve, para reducir el impacto del conflicto hombre-animal, en principio en su país, India, pero con intenciones de replicarlo en África, Sudamérica y zonas de Asia donde las personas y la fauna viven muy cerca.
Cuando un elefante destroza un cultivo o un leopardo mata una vaca, los afectados pueden llamar a un número gratuito que funciona como una respuesta al daño o destrozo. El servicio hace de puente entre las comunidades y el Gobierno, para que puedan recibir indemnizaciones. Ya ayudó a medio millón de personas que viven en 600 aldeas cerca de los parques de Bandipur y Nagarahole, en el estado de Karnataka.
En la India, solo el 5% de la tierra son reservas naturales. Por eso, la dispersión de la vida silvestre fuera de sus límites es inevitable. Al mismo tiempo, para una familia granjera tienen efectos devastadores que arruinen sus plantaciones o un incidente de depredación de ganado. La gente pierde la paciencia frente a situaciones extremas y toman represalias si la ayuda no llega rápido, señala la científica conservacionista Karanth, quien es una de las cinco ganadoras de los Premios Rolex a la Iniciativa 2019, los galardones que desde hace más de cuatro décadas apoyan proyectos innovadores para mejorar la vida en el planeta. Y agrega: Mi intención es facilitar la creación de espacios comunes donde las personas no miren a los animales con hostilidad. Y que los niños se emocionen al ver a un tigre o a un elefante y sepan que son muy afortunados, como yo lo fui.
A su pasión por la protección de la fauna hay que rastrearla en su ADN. Su papá es un científico y conservacionista de renombre (Dr. Ullas Karanth), quien solía llevar a su hija pequeña a las expediciones. Tuve una niñez increíble, me pasaba muchas horas observando a los animales, asegura. Krithi estudió en Duke, Yale y en la Universidad de Florida durante 13 años. Luego regresó a la India por su amor a la fauna de su país y por el deseo de impulsar cambios.
Con su sistema de llamadas gratuitas ya asistió a 15 mil familias. Además, inició un plan para construir establos más seguros y cultivos alternativos y bien cercados. En cada uno de los lugares donde se incorporaron esas modificaciones, no se repitieron los conflictos con los animales salvajes.
Pero Karanth va más allá. Está convencida de que mejorar las actitudes y la concientización en las comunidades es clave. Por eso, desarrolló también un programa de educación para la conservación llamado Wild Shaale, que llegará a 30.000 niños en 500 escuelas en zonas altamente conflictivas. Con el tiempo, la combinación de los proyectos Wild Seve y Wild Shaale podría convertirse en un modelo mundial para la conservación.
No creo que nuestro planeta pertenezca sólo a las personas -sentencia la científica-. Si queremos que la gente que vive junto a los animales salvajes acepte pérdidas reiteradas sin tomar represalias vamos a tener que ayudarlos. Y no sólo en la India, sino en todo el mundo.
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