YPF concluyó la primera etapa del proyecto exploratorio no convencional a Vaca Muerta en Mendoza y a partir de los resultados obtenidos avanzará con otro pad de pozos en un segundo período exploratorio para el 2025.
Los pozos perforados en el extremo sur del departamento de Malargüe fueron descubridores de petróleo y permitirían a la compañía extender los límites productivos de la formación, más allá del hub core que se encuentra principalmente localizado en Neuquén.
En línea con la estrategia de expandir el conocimiento de Vaca Muerta, se asociaron compromisos exploratorios en dos bloques. En CN VII A se perforó el pozo vertical Aguada Negra de 2576 metros con rama horizontal de 1074 metros, mientras que en Paso Bardas Norte se llevó adelante un pozo horizontal de 1059 metros.
Luego se realizaron un total de 25 etapas de fracturas (12 en Paso Bardas Norte y 13 en Aguada Negra) para comenzar, el 18 de febrero pasado, los ensayos con el objetivo de evaluar correctamente los niveles de reservorio.
Actualmente los pozos muestran interesantes datos de productividad de petróleo, según los últimos registros. “Los resultados son muy alentadores y han permitido que declaremos comercialidad. Por lo tanto, esto nos impulsa a continuar a un segundo periodo exploratorio”, afirmó la vicepresidenta de Exploración, Fernanda Raggio
Esta segunda fase contempla realizar en el 2025 un piloto vertical y dos ramas horizontales de 2500 metros a mayor profundidad. Se trata del primer piloto no convencional que desarrolla YPF en Mendoza, donde se da el particular atractivo de un crudo más pesado.
Fuentes de la empresa indicaron a Forbes que el petróleo estaría entre los 38 y 45° API, mientras que el neuquino se ubica entre 30 y 35°. De esta manera, se lograría un complemento ideal para “blendear” ambos crudos y que las refinerías no tengan que hacer demasiadas modificaciones para poder soportar un producto excesivamente liviano.