La inflación en Estados Unidos alcanzó el 7% interanual en diciembre, el valor máximo de los últimos 40 años. Y como se sabe, la Reserva Federal, que se muestra muy preocupada con esta situación, tendrá esta semana su primera reunión del año con el foco puesto en la suba de las tasas de interés, que responderá directamente a la escalada inflacionaria que afecta al país norteamericano.
La FED, presidida por Jerome Powell, se dispone a aclarar el rumbo que adoptará en 2022. El mercado descuenta que habrá tres o cuatro subas de los tipos de interés, dándose el primero en marzo. Sin embargo, algunos analistas no descartan un endurecimiento mayor que lleve a un aumento de las tasas a partir de esta semana.
El Banco Central estadounidense tiene en las tasas una herramienta para frenar la demanda y moderar la inflación, ya que su referencia determina a los bancos comerciales la fijación de sus propias tasas de interés. Si el crédito es más costoso, los particulares consumen menos y las empresas invierten menos.
Al respecto, el economista y asesor financiero Adriano Mandolesi, señaló en diálogo con Forbes Argentina que una suba de tasas en EE.UU. implicará que “los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense también tenderán a subir, lo que hará que los capitales globales busquen regresar a Estados Unidos para aprovechar esos rendimientos más altos y salir de activos de riesgo”. Lo mismo opinó el conferencista Jonatan Loidi, quien remarcó que esta decisión hará “más atractivo los bonos americanos” y, según su mirada, “enfriará” un poco la economía y “movilizará capitales de países emergentes hacia EE. UU”.
Cómo puede afectar a la Argentina
Sobre ese aspecto en particular, Loidi consideró que a la Argentina “lo afectará poco”, ya que el país, producto de todavía no tener un acuerdo con el FMI y los casi 2.000 puntos de riesgo país, está fuera de los mercados internacionales de crédito. Además, señaló que tampoco hay tantos capitales extranjeros invertidos en la Argentina.
Por su parte, Mandolesi sostuvo que, si bien Argentina está fuera de los mercados de capitales del mundo y tiene el riesgo país en niveles récord, “un encarecimiento del costo del dinero en el mundo complica más el escenario para un retorno del financiamiento a través de colocaciones de deuda tanto para el país como para las empresas”.
A su vez, explicó que para la Argentina, la política de tasas cercanas a cero que mantuvo el Banco Central norteamericano durante los últimos años fue uno de los factores que impulsó el precio de los productos que exportamos (soja, maíz, trigo, carne, petróleo). “Por eso en 2021 pudimos tener un superávit comercial de US$ 15.000 millones. Ahora, una suba de tasa va a implicar una salida de capitales desde estas commodities presionando sobre las cotizaciones. Así, el panorama para el comercio exterior se tornará cada vez más desafiante”, adelantó Mandolesi.
Loidi coincidió con esta visión, explicando que habrá “una fuerte baja en el precio de las commodities y ahí sí Argentina se verá directamente afectada, ya que depende casi en su totalidad de las exportaciones agrícolas para poder obtener algo de dólares, que de por sí son muy escasos”.
Devaluación del dólar
Para Loidi, ese panorama implicará una presión aún mayor sobre la depreciación del peso en Argentina, debido a que estas medidas de la FED lo que hacen es incrementar o apreciar la moneda estadounidense. Por último, deslizó que con la caída de los precios de los commodities también se verá afectada la liquidación de dólares, sumado también a la pérdida por la sequía. “El escenario es bastante negativo desde todo punto de vista. Para la Argentina se terminó el viento de cola que tuvo en 2020 y sobre todo 2021, que la salvó de entrar en default antes de tiempo. Se complica el escenario del Gobierno”.