Desde el mínimo de septiembre de 2022 hasta la actualidad, los bonos soberanos en dólares subieron, en promedio, más de un 150%, por lo que pasaron de valer cerca de US$ 20 cada cien nominales a alrededor de US$ 60. De esta forma, su tasa interna de retorno (TIR) se comprimió del 40% a aproximadamente el 20%.
Sin embargo, la semana pasada, la deuda argentina sufrió un caída del 8%. De acuerdo a Adrián Moreno, economista especialista en mercados financieros, el retroceso se debió a un empantanamiento por el conflicto entre el oficialismo y la oposición a consecuencia del nuevo proyecto de movilidad, el cual iría en contra del déficit cero cuidado a rajatabla por el presidente Javier Milei, quien afirmó que lo vetará en caso de concretarse.
Afortunadamente para muchos inversores, la pérdida de valor, que palidece frente a las fuertes subas de los últimos años, abrió la puerta a una sólida oportunidad.
Para aquellos inversores más osados, estos títulos representan una alternativa tentadora, ya que podrían volver a tomar impulso luego de esta pausa generada por el tenso clima político y la incertidumbre que hay sobre el pago del swap a China que conllevaría un desembolso de unos US$ 4.900 millones en caso de tener que realizarse de un solo pago, sostuvo Moreno.
Atravesadas estas tempestades, el riesgo país podría volver a tener un gran bajón y ubicarse cerca por lo menos de los 1.200 puntos, en mínimos de la gestión libertaria, y los bonos podrían trepar hasta unos US$ 70. Sin embargo, esta escalada podría darse con altibajos, por lo cual se debe analizar bien el escenario local antes de posicionarse y entender el riesgo que conlleva esta inversión, añadió el experto.
Por su parte, Tomás Ambrosetti, director en Guardian Capital, explicó que el atractivo de los bonos soberanos argentinos sigue estando firme. "A partir de este año, los bonos empiezan a pagar cupones y amortizaciones, por lo que ya se parecen mucho más a la renta fija como debería serlo siempre. Hasta hace poco tiempo, se veían con comportamientos semejantes a una acción, con sus subas y bajas de precios, comentó.
Según el ejecutivo, de todos los bonos disponibles, uno de los más atractivos es el Bonar 2030 (AL30) emitido bajo ley local. Y en cuanto a los extranjeros, otra oportunidad podría encontrarse en el Global 2035 (GD35) por su potencial de suba.
Si esperamos que la curva de rendimientos argentina en el corto plazo se comprima a una TIR del 10%, el GD35 es el bono que mas subas de precios captaría. Creemos que la volatilidad de precios se debe 100% al contexto político con los vaivenes asociados a la Ley Bases y su respectivo dictamen, señaló Ambrosetti.
Por último, el especialista agregó que, si bien no son bonos soberanos per se, los Bopreales emitidos por el Banco Central que rinden alrededor de un 15% anual en dólares también pueden ser una alternativa interesante para quienes buscan exposición argentina, pero con condiciones más conservadoras.