Vaca Muerta, la clave para esquivar el déficit comercial y que el superávit pierda a uno de sus gemelos
Las proyecciones indican que el 75% del superávit de este año se explicaría por el sector energético.

Enero volvió a encender el debate del atraso cambiario y trajo las primeras luces rojas en el plano del comercio exterior que, de no haber sido por Vaca Muerta, hubiera caído en un fuerte déficit.

El sector energético casi duplicó el saldo positivo registrado un año atrás y acumuló unos 680 millones de dólares en el primer mes del año. Sin este aporte, la balanza comercial total hubiera sido deficitaria en 538 millones y, por lo tanto, la duda es si el boom del petróleo neuquino podrá seguir abultando el desempeño del sector externo.

"Para los próximos meses no va a ser suficiente el superávit energético para compensar el inminente saldo negativo. El primer punto es que las exportaciones se están amesetando y las importaciones siguen aumentando", indicó a Forbes Florencia Fiorentin, economista de Epyca Consultores.

En cambio, Federico González Rouco, economista senior en Empiria, sostuvo que en 2025 la balanza comercial argentina mantendrá un resultado positivo "cercano a los 12.000 millones de dólares, de los cuales, 9.000 millones van a venir de la industria energética".

"Es un cambio estructural de la matriz exportadora. Ya en 2024, la energía representó el 30% del saldo comercial y ahora pasará a explicar las tres cuartas partes de la balanza", agregó.

Como anticipó Forbes, este año se romperá el récord histórico de producción de petróleo y gas y eso tendrá un correlato inmediato en las exportaciones e importaciones. Ya en enero, las ventas externas de petróleo aumentaron un 80%, lo que puso a este commodity a las puertas de convertirse en el segundo producto más exportado de la Argentina.

En cuanto al gas, por el momento, el impacto no se observa tanto en exportaciones, pero sí en sustitución de importaciones. A partir de la obra de Reversión del Gasoducto Norte, las compras de gas se desplomaron un 86% y permitió un reemplazo de gas de Bolivia por gas neuquino.

Si bien la tendencia es que estos números continúen mejorando con el correr del año, también se espera que el escenario para el resto de la economía sea todavía más negativo. "La tendencia la veo en esa línea. Va a ser cada vez más difícil que aumenten las exportaciones. La sequía hace que las exportaciones del campo y, con peores precios, sean menores. La industria en este contexto de atraso cambiario la tiene muy difícil, especialmente con Brasil. Y lo que te salva es la energía, ni siquiera minería que también tiene precios internacionales golpeados. Si a esto le sumas el deterioro de cuenta turismo con cada vez más argentinos yendo al exterior, el escenario es complejo", subrayó a este medio Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra.

De todas formas, todavía persiste el interrogante de si enero es una muestra confiable para hacer proyecciones hacia el resto del año. Se trata de un mes estacionalmente duro para la balanza comercial y que, a su vez, en esta ocasión tuvo el efecto de la reducción de retenciones que pudo haber retrasado algunas ventas.

"La eliminación del Impuesto País es un abaratamiento automático para el importador y, además, está el efecto del rebote económico que genera más importaciones", detalló González Rouco.

A eso se suma la cuestión de pérdida de reservas a un ritmo de 2.000 millones de dólares al mes por el pago de vencimiento de deuda, sector turismo, intervenciones del Gobierno para contener el tipo de cambio del CCL y caída de encajes de estas últimas semanas.

"Se empieza a ver más claramente la dificultad que va a tener el Gobierno para conseguir un saldo de cuenta corriente positivo si las importaciones siguen sólidas y el resultado está muy impulsado por la balanza energética, pero el resto no crece. Además, pensando en la pérdida de divisas por el blend y por la intervención en los dólares financieros sumado a las necesidades de pagos de deuda, la situación refleja un esquema cambiario que muestra signos de agotamiento", analizó Pablo Repetto, de Aurum Valores.